Consultorio Ético de la Fundación Gabo
25 de Julio de 2016

Consultorio Ético de la Fundación Gabo

Cuando uno trata a menudo con una fuente crea un vínculo en el que, en algún momento, esa fuente le pide que “por favor, esto no lo publiques” ¿Eso es vínculo o coacción? R.- En la relación del periodista con la fuente debe quedar claro que se trata de ofrecerles a los lectores la mejor información posible y que ese objetivo subordina toda otra intención.
Sobre esa base, una solicitud para que una parte de la información se privilegie o se silencie debe ser subordinada al interés del lector, no desde las conveniencias de la fuente ni del periodista.
Puesto que prima el interés informativo de los receptores y la información que la fuente quiere silenciar es de importancia para el lector, se puede acudir a una fuente alternativa que confirme o amplíe la información que la fuente pretende silenciar. Es un medio legítimo con el que se defiende el derecho del receptor a recibir una información completa.
Estas consideraciones explican por qué cualquier relación con las fuentes adquiere sentido y consistencia ética cuando tiene el claro objetivo de obtener una mayor información para el lector. La amistad con la fuente, los intereses personales de la fuente o del periodista, son factores que están sometidos al derecho e interés predominantes del lector.
Documentación
El periodista deberá tener siempre en cuenta que muchas veces los testigos sólo cuentan a los reporteros lo que ellos opinan basándose en su propio interés, y pueden mentir o adornar una historia con un propósito particular, sin arriesgar ningún castigo legal.
Incluso un autor ha llegado a afirmar que la dependencia del periodismo de las fuentes es tan grande que puede sostenerse sin temor a error que el modo en que un reportero logra la información determina lo que en definitiva llega al público.
Por ello uno de los puntos delicados en el proceso informativo es la relación entre el profesional y la fuente. El Profesor William Rivers de la universidad de Stanford, plantea que el problema más complicado en el periodismo es definir la propia postura del reportero con respecto a su fuente. En efecto, la necesidad de obtener la información por parte del periodista y los efectos que la fuente desea obtener por su publicación, crea una relación difícil y a menudo conflictiva en cuanto a los intereses que se persiguen.
Ella puede ser en algunas ocasiones casi incestuosa, según Coca y Diezhandino. A veces los periodistas acuerdan con las fuentes cómo le será remitida la información y a qué hora. Es evidente que cuando piden algo y la fuente acepta, previsiblemente habrá algo a cambio, quizá un mejor tratamiento informativo. Esta situación puede tener una finalidad solamente periodística en aquellos casos en que ambas partes, fuentes y periodistas, tienen un interés especial por un tema informativo. El periodista quiere la mayor cantidad de información y a la mejor hora posible, la fuente instituida quiere que su asunto sea tratado de la mejor forma posible y destacado de modo notable.
Mario Urzua: Periodismo y ética. Centro de Estudios Bicentenario, Santiago, 2005. P 92-93

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