En días de fútbol volvió la discusión sobre las gratificaciones que los equipos ofrecen a los periodistas que informan favorablemente sobre ellos, no lo hacen como soborno sino como reconocimiento por un favor recibido. ¿Justifica esta circunstancia que el dinero se reciba? R.- ¿Influiría esa justificación en el momento de escribir la próxima noticia sobre ese generoso equipo?
El problema no está en el momento de entregar el regalo sino en el hecho del regalo que afecta la independencia con que un periodista debe informar. Tampoco está el problema en la magnitud del regalo, ni en el nombre que se le dé, ni en la forma de entregarlo, ni en que se entregue en secreto o en público. Es el hecho del regalo con el que se condiciona al periodista.
Su independencia es necesaria por estas razones:
a) Porque la independencia (ausencia de dependencias) es una condición necesaria para encontrar y publicar la verdad. Será más difícil hablar de los errores o debilidades del equipo si hay motivos de agradecimiento para con su entrenador. b) La independencia, además, es un sostén de la credibilidad. Si el lector sabe que al periodista lo premia el equipo por sus informes, creerá menos, o no creerá en esos informes. Y si al periodista no le creen, ¿para qué escribe?
Por estas razones tanto los manuales de estilo como los códigos le recuerdan al periodista que no es correcto recibir regalos de las fuentes de información. La experiencia periodística enseña verdades como estas:
Que son demasiados los que desean manejar las informaciones del periodista. Que nadie da regalos desinteresadamente. Siempre hay un propósito detrás de cada regalo, favor o privilegio.
Documentación
Al plantear un caso similar, el periodista John Vertue, de la Universidad de Florida, propuso estas alternativas ante unos sobres con dinero entregados por el relacionista de un equipo de futbol durante una reunión en el día del periodista:
No informar al director y devolver el sobre sin informar sobre el incidente. Informar al director y devolver el sobre sin denunciar el incidente. Devolver el sobre y denunciar el intento de soborno. Quedarse con el sobre y no decir nada.
La mayoría (52 por ciento de los que respondieron), dijo que devolvería el cheque y que denunciaría el soborno.
Eso es lo que hizo el diario Hoy en San Salvador. No solo publicó el artículo, sino que además reprodujo el cheque con el siguiente pie de foto: "las formas en que un periodista será presionado por personas o entidades interesadas en la divulgación de sus actividades vienen desde los regalos hasta el ofrecimiento de dinero. Los dirigentes, los dueños de los medios informativos y los periodistas debemos ayudar a erradicar esta práctica".
Un número considerable –el 31 por ciento– , dijo que devolvería el cheque y le informaría al director de lo que había sucedido. Otro diez por ciento dijo que devolvería el cheque y no le informaría al director lo sucedido. Sólo un cuatro por ciento dijo que se quedaría con el cheque sin decir nada.
John Vertue. Estudios de caso.
Consultorio Ético de la Fundación Gabo
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