Siete periodistas solicitamos una entrevista con el Presidente, quien accedió pero bajo la condición de que sea Off the record. Aceptamos porque nos pareció importante conocer su versión sobre varios temas actuales. Pero otro grupo de periodistas no estuvo en la entrevista y catalogó nuestra entrevista como secreta pidiendo que contáramos lo sucedido. ¿Debemos revelar el contenido de la entrevista ante la campaña que hicieron? R.- Contar que se reunieron con el presidente y que se hizo el pacto off the record sería la respuesta cordial a la presión de los colegas. Pero más importante que eso es la consideración sobre este pacto con una fuente. El off the record es un pacto que debe ser respetado, sin perjuicio de que la información obtenida sirva como pista o indicación para que el periodista aproveche dentro de su gestión de investigación e información.
Y es útil para los receptores de la información si los temas puestos bajo el off the record se investigan con otras fuentes y conducen a una información útil para el público. Por ejemplo, si el presidente habla acerca de cambios en la orientación de la economía. Esta puede ser considerada como una pista que el reportero sigue al averiguar con profesores de economía, o con antiguos ministros de hacienda sobre los cambios que necesita la política económica.
Como se ve el alcance del off the record tiene que ver con la publicación del nombre de la fuente. Por eso nada de “el presidente dijo”, ni de acceder a las fuentes alternas con “según nos confió el presidente”. Pero sí “la política económica deberá cambiar en esto y en esto según la apreciación del profesor tal o del exministro cual". Tanto las fuentes como los pactos con ellas se subordinan al mayor beneficio informativo para los receptores.
Documentación
Debemos establecer desde un principio reglas claras con nuestras fuentes. Estas son muy simples: respeto, seriedad y profesionalismo por ambas partes.
Es muy importante respetar los acuerdos con las fuentes de información en términos de anonimato si así lo solicitan. Nunca habrá nada más importante que la responsabilidad para con las fuentes de información.
Si una fuente nos indica que no podemos citarla, o que no podemos atribuirle nada en absoluto debemos respetarla; si señala que la plática que sostuvo con nosotros no puede utilizarse, salvo como un marco contextual, así hay que hacerlo.
Cuando la fuente nos pida que no la identifiquemos, se recomienda acordar con ella la manera como vamos a referirla, siempre y cuando no se mienta en su identificación. Es decir, si la fuente es industrial no podemos decir que comercial.
Raimundo Riva Palacio en Más allá de los límites, Fundación Manuel Buendía, Ciudad de Méjico, 1995. Página 236 - 237.
Consultorio Ético de la Fundación Gabo
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