¿Cuáles son los límites éticos para el cubrimiento de velorios y entierros?. En mi país se ha vuelto común mostrar cadáveres en ataúdes. Muchos de estos velorios no tienen otra relevancia que la de ser parte de un asesinato o de un accidente R.- En el diccionario la palabra respeto se define como la consideración con que se trata a alguien en razón de su dignidad.
Es una actitud que impone la dignidad; por tanto, respeto y dignidad son conceptos afines.
Hay respeto cuando se tiene en cuenta la dignidad de las personas; si se hace caso omiso de esa dignidad, desaparecen todas las formas del respeto.
No existen normas precisas que le digan al camarógrafo o al fotógrafo cuándo sí o cuándo no tomar imágenes de una persona, porque cada persona lleva consigo un control ético y estético que le indica cuánto merece la dignidad de las personas.
Por eso es sabia la consideración de fotógrafos y camarógrafos antes de tomar una imagen: “y si el que está ahí fuera mi padre, o mi hijo, o mi hermano, ¿yo tomaría su imagen?” Ese acercamiento al interés personal funciona en casos de duda y da una medida de la consideración que se les debe a las personas.
A la luz de preguntas como esta se descubren las motivaciones débiles o torpes para hacer pública una imagen, o las de bien común que aconsejan la difusión de una imagen. Estas motivaciones son la clave para convertir en noticia un hecho. Un velorio, un entierro, una primera comunión o una boda se convierten en noticia cuando afectan de una manera clara el bien común. Si no es así, pertenecen a la esfera privada y un medio de comunicación que está hecho para prestar un servicio público, no tiene por qué destacar esos hechos. Está descartado, desde luego, que cualquier interés privado –del medio o de una familia–, pueda imponer la publicación o no publicación de un hecho.
Documentación
Los periodistas entrevistados en conjunto, son conscientes del problema que representa la utilización de imágenes de cadáveres, según comentaron en las entrevistas en profundidad previos a la redacción de la encuesta. La mayoría de los periodistas, y las cuatro comunidades, plantearon la necesidad de ser cuidadosos ante este tipo de información, e incluso muchos pretendieron que este tipo de imágenes no se debería mostrar, de forma que se produce una clara disonancia entre lo que una gran parte de la profesión dice y lo que se ve todos los días en los medios.
Por ejemplo, en el discurso de los periodistas de la comunidad de Madrid, encontramos que uno de los argumentos que exponen para rechazar el uso de este tipo de imágenes, es que no aportan nada a la noticia, afirman que son gratuitos, y sin embargo, pueden hacer mucho daño a las víctimas y a los familiares.
Precisamente, es el equilibrio entre estos dos principios, el derecho y la necesidad de informar, y el derecho y la necesidad de respetar la intimidad, el que muchos de los entrevistados consideran clave a la hora de poder orientar su trabajo declaran los periodistas madrileños.
En esta comunidad, dos periodistas se desmarcan ligeramente del resto y reclama la necesidad de dar a conocer las tragedias y sus imágenes con el objeto de sensibilizar a la opinión pública ante determinados problemáticas, como por ejemplo los accidentes de tráfico. Pero en general, están de acuerdo al menos en teoría, en que debe prevalecer el derecho de los afectados a su intimidad. El ofrecer imágenes y testimonios personales para sensibilizar es igualmente objeto de debate, porque los límites están poco claros.
Fabiola Alcalá en La ética informativa vista por los ciudadanos. “Sensacionalismo o sensibilización” encuesta a periodistas. Editorial el Ciervo, Barcelona 2010, p. 247.
Consultorio Ético de la Fundación Gabo
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