Leí el resumen de una conferencia en la que se sostenía que los periódicos deben financiarse solamente con suscripciones. ¿Es eso posible? ¿Tiene fundamento ético?
Respuesta de Álex Grijelmo
Cualquier financiación legal de un medio es defendible si los suscriptores o los accionistas respetan la independencia de los redactores al elaborar sus informaciones.
Respuesta de Gumersindo Lafuente
Es posible, hay algunos casos que lo demuestran. Pero eso no significa que otro tipo de ingresos no sean éticos. Todo depende de si afectan o no a la independencia y rigor del medio.
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Respuesta de Javier Darío Restrepo
La exigencia creciente de independencia para los medios periodísticos ha puesto en evidencia la necesidad de revisar las fuentes de financiación de estos medios. Tal como operan hoy, pueden ser señaladas como generadoras de dependencias y como argumento para la desconfianza de los receptores de información. Esa desconfianza mantiene la duda que se expresa en la pregunta: ¿qué están pagando los anunciantes: el espacio en el medio? ¿O también su influencia sobre los contenidos?
Los medios que se hacen esa pregunta llegan a la conclusión de que pautas, patrocinios o apoyos como fuentes de financiación, de modo inevitable erosionan la imagen de independencia de los medios y de que el único dinero que no hace daño a su independencia y credibilidad es el del receptor de la información.
Ya hay medios que le han apostado a su independencia financiera dejando de lado pautas, apoyos y patrocinios, mientras se acogen al aumento y fidelidad de sus suscriptores. Estos medios han demostrado que ese cambio es posible (Media part: 300.000 suscriptores; The New York Times: 3 millones de suscriptores en papel y en pantalla).
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El fundamento ético de este cambio se descubre cuando se fortalece así el valor de la independencia, limitado en la estructura tradicional que depende de pautas y apoyos de gobiernos o de empresas; y que se fortalece, en cambio, cuando depende solamente de los suscriptores.
También gana el objetivo ético de servir a los receptores con una información de calidad. Los suscriptores fieles aumentan cuando la calidad de la información crece. A mayor calidad, más suscriptores fieles.
Así se está planteando uno de los mayores cambios en el periodismo y en las empresas periodísticas, dentro de una crisis convertida en oportunidad para hacer brillar los valores éticos de la profesión.