“No es ético vincular delincuencia y nacionalidad”
8 de Octubre de 2018

“No es ético vincular delincuencia y nacionalidad”

Foto: Pixabay / Creative Commons.

¿Hacer particular énfasis en los delitos en que están involucrados ciudadanos venezolanos es necesario para la opinión pública?

Respuesta de Mónica González

Enfatizar y resaltar los delitos que cometen venezolanos -o de la nacionalidad que sea el inmigrante en un país- no tiene ningún valor informativo. No hay ninguna raza, nacionalidad o etnia que sea asimilable per se con la naturaleza delictual. Las graves crisis que han enfrentado distintos países y en diferentes latitudes, obligan a sectores importantes de sus ciudadanos a emigrar para escapar de la miseria y/o de la muerte. Frente a ello, esta mala práctica periodística (y también de sectores políticos e incluso de gobiernos, como ocurre con el presidente de Estados Unidos que califica a los mexicanos y hondureños que buscan refugio en su país como “narcotraficantes” y “violadores”) se ha convertido en una herramienta de los sectores más retrógrados para buscar apoyo político al focalizar mañosamente la comisión de delitos en un determinado inmigrante. También para darle sustento a sus políticas de discriminación y persecución racial, étnica o hacia una particular nacionalidad. Con esa forma de generalizar que los delincuentes son parte de una determinada nacionalidad, y a que aceptándolos se ha abierto la puerta al delito y a la falta de seguridad de un país, se estigmatiza y se fomenta el odio y más violencia.

Envía aquí tus inquietudes sobre ética periodística.

Respuesta de Alex Grijelmo

No es ético vincular delincuencia y nacionalidad.

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¿Cómo informar sobre racismo?

Respuesta de Javier Darío Restrepo

Hacerse la pregunta sobre los efectos que puede producir la publicación de una información es una sabia manera de prevenir daños que, una vez hechos, son de difícil o imposible reparación.

Hay que partir del presupuesto de que no hay comunicación sin efecto, para llegar a la conclusión de que hay efectos buenos y estos son los que se deben privilegiar en la publicación de noticias, y efectos dañinos, que se deben evitar. El periodista no debe hacer mal, en ningún caso, con su información.

Las noticias sobre delitos de miembros de un grupo social, racial, religioso o nacional, como en este caso, tiene el efecto dañino de extender sobre todo un grupo, en donde hay inocentes y culpables, un manto de sospecha y/o estigmatización.

Esa noticia comunicada con términos generales, como toda generalización, además de injusta, carece de pruebas y, por tanto, no verdadera. Sería, por eso, demandable por cuanto atenta contra el honor y buen nombre de las personas.

Pero, lo más grave, es una expresión de insensibilidad para con un grupo humano que sufre y merece solidaridad, en vez de agravios.

Todo lo anterior no significa que los delitos cometidos por unas personas deben callarse sino que deben informarse con exactitud y oportunidad, como una ayuda para la justicia y para los mismos grupos, a los que se hace bien cuando se identifica a los que delinquen, que son la excepción, y se los distingue de los ciudadanos de bien, que son la regla general.

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