La hija del presidente Chávez ha sido noticia por una fotografía en que ella exhibe un abanico de dólares, en contraste con el discurso de su padre en que declara la guerra al consumismo y en que sostiene un riguroso control cambiario. ¿Hasta qué punto es aceptable un debate mediático alrededor de esa fotografía? ¿Qué del derecho de ella a la intimidad?
Respuesta:
La niña tiene el derecho a permanecer fuera de la polémica y es deber de los medios respetar ese derecho. Está fuera de toda consideración el intento de someter a la niña a un juicio público, como si se tratara de un político en plan de enviar un mensaje público a través de esa fotografía.
El debate debe hacerse entre adultos y plantearse como un problema de coherencia entre el discurso oficial y conductas de derroche de los que la fotografía es un débil símbolo.
Las consideraciones de fondo sobre este hecho, deberán hacerse, por tanto, alrededor de los derechos de la niñez que no pierden vigor porque se trate de la hija del presidente, y el derecho a la intimidad que, aunque es irrenunciable es susceptible de disposiciones de las personas sobre parcelas de su intimidad.
En efecto, cuando alguien decide hacer públicas historias de su intimidad renuncia a partes de un derecho, pero no a su totalidad que es irrenunciable. Para el periodista la pasión política es una mala consejera que le borra las fronteras entre lo correcto y lo incorrecto. Esa relativa ceguera es la que explica la aparición de dos errores en este caso:
1.- Hacer la niña el centro de un polémica política y
2.- creer que su derecho a la intimidad ha desaparecido o deja de contar porque alguien filtró a los medios – así fuera la niña misma- una fotografía personal.
Documentación
(Del documento aprobado en mayo de 1998 en Recife (Brasil) durante el XXIII Congreso Mundial de Periodistas con asistencia de más de70 países)
Los periodistas deben ser plenamente conscientes de la necesidad de proteger a los niños y contribuir al fomento de sus derechos sin perjudicar en modo alguno la libertad de expresión ni interferir en la estructura de la independencia periodística.
El niño tiene pleno derecho a la vida privada.
La actividad periodística que afecta vida y el bienestar del niño debe realizarse siempre teniendo presente su situación de vulnerabilidad.
Procurarán mantener estándares de excelencia en términos de precisión y sensibilidad a la hora de informar sobre temas que afecten a los niños.
Evitarán el uso de estereotipos y la presentación sensacionalista para promover material periodístico que implique al niño.
Analizarán cuidadosamente las consecuencias de la publicación de cualquier material concerniente al niño y minimizarán el daño que se le pueda causar.
Emplearán métodos correctos, transparentes y claros para obtener fotografías y siempre que esto sea posible con el conocimiento y el consentimiento del niño o de un adulto, tutor o responsable suyo.