¿Es legítimo que un periódico opte públicamente por un candidato a la presidencia con un pronunciamiento de su página editorial? ¿Hay una falta ética al publicar un editorial así?
Respuesta:
En un periódico son diferentes el comentario, la opinión y la información sobre hechos y personas. El comentario puede ser de interpretación de los hechos y debe estar siempre ajustado a la realidad de los hechos. Lo mismo sucede cuando se trata de interpretar: debe hacerse de acuerdo con la naturaleza real de los hechos.
La opinión, en cambio, expresa los puntos de vista diferentes sobre un mismo hecho y resulta ser información de otra clase que los periódicos publican en las páginas y lugares dedicados a la opinión, que deben ser distintos de los que concentran las informaciones.
La opinión es una información de importancia porque ilustra al lector sobre los distintos puntos de vista alrededor de un hecho, sea político, religioso, cultural, económico, etc. Esto explica que en un mismo periódico aparezcan columna en favor o en contra de unos u otros candidatos y que, en esas páginas, el periódico tome posiciones sobre ideas, hechos o candidatos.
Cuando esas tomas de posición de columnistas o editorialistas prescinden de las expresiones apasionadas o emocionales, y se apoyan en razones de bien público, ganan en influencia y credibilidad.
Un periódico y sus columnistas tienen las páginas de opinión para compartir con los lectores sus puntos de vista, pero esas posiciones no pueden alterar el rigor y objetividad de las páginas de información. Así lo han consignado en sus manuales de estilo periódicos de distintas partes del mundo.
Envía aquí tu consulta sobre ética periodística.
Documentación
En los temas en los que haya posiciones contrapuestas, LA NACIÓN recogerá en sus páginas todas las disidencias, a fin de ofrecer al lector una cobertura completa del asunto. La opinión propia del diario sobre el tema será tratada en la columna de editoriales.
Manual de Estilo de La Nación, de Buenos Aires.
Nos abstenemos de participar activamente en cualquier causa partidaria -política, asuntos de la comunidad, acción social, manifestaciones- que pudiera comprometer o dar la idea de comprometer nuestra capacidad de informar y editar imparcialmente.
...La separación de las columnas informativas de la página editorial y de la que está frente a ella es algo muy serio y definitivo… El lector tiene derecho de enterarse no solo de los hechos en las columnas de noticias, sino de las opiniones vertidas en la página editorial… Pero no hay nada en esta separación de funciones que tenga la intención de eliminar de las columnas de noticias una información honesta y profunda o un análisis o comentario cuanto está claramente indicado.
Código de Conducta de The Washington Post.
...Los diarios, aun cuando tienen libertad para tomar partido, deben distinguir claramente entre el comentario, la conjetura y el hecho.
Código de prácticas de la prensa británica.
Nuestras páginas de información política no servirán de catapulta para candidatos de ninguna naturaleza. Esta prohibición no incluye las columnas de opinión firmadas por colaboradores, que tienen la libertad de opinar en favor de uno o varios candidatos cuando lo consideren conveniente para el bien común.
Manual de Redacción de El Deber, de Santacruz de la Sierra, Bolivia.
El Tiempo no servirá de incubadora para candidatos de ninguna naturaleza ni estará al servicio de intereses personalistas o ajenos al bien de la comunidad. Lo anterior no excluye el ejercicio de la libertad que tiene el periódico de acoger y apoyar editorialmente a uno o varios candidatos cuando lo considere conveniente para el bien común.
Manuel de Redacción de El Tiempo, de Bogotá. A 1.01.12.