¿Qué relación existen entre la ética hermenéutica y la ética del comunicador social?
Respuesta:
Que la ética sea hermenéutica, comunitaria, mínima, máxima, de valores o metafísica, o no metafísica, es lo menos importante y ocupación para autores de manuales y profesores de manual.
Lo realmente importante para abogados, médicos, ingenieros, arquitectos que piensan y se dirigen por la ética de su profesión es que se trata de una vocación de todo ser humano a ser excelentes como personas y profesionales.
Algunos partirán de los hechos, del ser, para llegar al deber ser, que es el nivel de lo ético, y de esos hechos extraerán el componente de virtud o de no virtud para hacer hermenéutica ética, o sea interpretación de los hechos a la luz de las virtudes; otras harán una lectura ética desde las normas éticas preguntándose si se cumplen o no; pero todos estos ejercicios intelectuales y teóricos pueden convertirse en recursos que distraen de lo esencial, que Aristóteles concretó en esta definición: ser ético es obedecer a la propia naturaleza, es decir, interpretar el mensaje inscrito en la propia naturaleza y seguirlo como norma. Kant lo leyó a su manera: es leer y llevar a cabo lo que está escrito en el corazón de cada hombre que, así, se convierte en legislador de sí mismo.
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Documentación
En oposición a la ética kantiana, de carácter formal, surgió en la primera mitad del siglo XX una ética más preocupada por el contenido que por la forma de la acción moral. Se trata de una corriente axiológica en la que se destacan M. Scheler y N. Hartmann, entre muchos otros pensadores. Dejando a un lado las diferencias entre ellos, esta corriente coloca en el valor el centro de la teoría ética. Es bueno aquello que realiza un valor y malo lo que lo impide. El valor moral de las personas radica en los valores objetivos, de carácter positivo o negativo, que encarnan en su conducta.
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El valor es un ser ideal o una cualidad objetiva que se da en los seres. Los valores plasman ideales de perfección que el hombre capta intuitivamente y frente a los cuales se siente atraído en orden a una realización o práctica concreta de los mismos. Estos valores se ordenan jerárquicamente y están sometidos a condicionamientos históricos, vivenciales, que les dan el carácter de relatividad, aunque no de relativismo. De la percepción del valor surge el sentido del deber moral.
En las dos últimas décadas del siglo XX cobró fuerza un nuevo modelo de ética desarrollado por O. Habermas y K.O. Apel, basado en el diálogo y la comunicación. Preocupados por la justificación y la fundamentación de la ética en sociedad pluralista y democrática, colocan el énfasis en el procedimiento para llegar entre todos a una normativa moral y universal.
Luis López Forero en Ética, Comunicación y Códigos de periodismo. Editorial El Buho, Bogotá, 1960. P. 32, 33