¿Cómo informar sobre abusos sexuales?
Respuesta:
La multiplicación de noticias sobre abusos sexuales de famosos, de sacerdotes, en el interior de los hogares, como expresión de poder en las empresas, colegios o universidades, pone en evidencia el impacto social de esta clase de noticias.
La consideración ética necesita, inicialmente, un examen de la realidad. Estas son informaciones que se prestan para la manipulación mercantil, porque atraen la atención de lectores o de oyentes, despiertan la curiosidad morbosa y, por tanto, se puede transformar en mercancía productiva.
Por otra parte, estas noticias contienen posibilidades pedagógicas que pueden activarse para beneficio de las audiencias.
En consecuencia, un tratamiento ético está regido por la consideración de un mayor bien para la sociedad. Si esto se tiene en cuenta, los hechos aparecerán escuetos y claros, como resultado de una investigación guiada por una firme intencionalidad de servicio a los receptores de la información.
De lo anterior se desprende que estas noticias – lo mismo que cualquiera otra- tienen el carácter de servicio y no de mercancía.
Y una tercera respuesta: son noticias que se redactan para la inteligencia y no para responder a la curiosidad de los receptores. No son solo para ver u oír, sino para entender e interpretar. Cuando se tiene en cuenta esta diferencia, la noticia crece en calidad y en servicio para la sociedad.
Documentación
Un periódico o un programa televisivo de calidad es, en principio, un programa o un periódico bien hecho, pero lo bien hecho no suele coincidir con lo más comprado, ni leído o más visto.
La cultura de masas es mediocre si solo pretende captar la atención de las masas. No puede ser alta cultura porque no todo mundo está igualmente preparado para entenderla y valorarla. Los medios de comunicación son medios de masas, esa es su razón de ser, no pueden pretender ser otra cosa. La calidad de que hablamos tiene otra dimensión aún más importante. Lo que hemos venido a llamar calidad de vida no se mide por los grandes proyectos ni la dedicación a una u otra empresa, ni por el éxito o triunfo personal; la constituye el conjunto de condiciones necesarias para poder escoger la forma de vida que uno quiera. De forma parecida la calidad de la información ha de consistir en el respeto a los mínimos por una sociedad democrática. No es lícito en una democracia informar de cualquier modo. Sobre todo no es lícito hacerlo sin el respeto debido a la dignidad de cada persona, sea cual sea su rango o su lugar en la sociedad. No todo se puede convertir en mercancía, ni ha de estar permitido utilizar los avances tecnológicos sin atender a la legitimidad ética de las posibles aplicaciones técnicas.
El control es, a primera vista, jurídico, pero finalmente es un control ético, puesto que su criterio último es el respeto a los derechos fundamentales.
Victoria Camps en El lugar de la ética en los medios de comunicación. (Éticas de la información), Tecnos, Madrid, 1995. P. 60-61