Al lanzar mi periódico dispongo de pocas noticias culturales y me intereso en las de otros periodistas. ¿Cuál es el procedimiento? ¿Solicitar permiso? ¿Al periodista? ¿A su medio? ¿Basta con citar la fuente?
Respuesta:
Las noticias, como reflejo que son de los hechos que suceden, no tienen dueño. Una inundación, un incendio, un descubrimiento científico o una medalla de oro, son hechos que, como noticia, no pertenecen a nadie.
Otra cosa es, si después de un elaborado proceso de reportería, un periodista descubre un personaje o un hecho que nadie conocía; en este caso la noticia es su noticia y debe ser reconocido por ello. El escándalo político de Watergate fue la noticia de dos reporteros del Washington Post y a ellos se les debió atribuir.
La información cultural a que se refiere la consulta puede ser común o exclusiva. A esta última se le deben dar los créditos correspondientes y su publicación se puede hacer con autorización.
En cambio, hechos que hacen parte de la común actividad cultural se vuelven propios cuando tienen el agregado de análisis, contextualización, estudio de antecedentes o juicios críticos obtenidos por gestión propia.
Es de buena ley informar a los lectores del medio digital el origen de las informaciones. Hacerlo da credibilidad al medio y satisfacción a los medios citados.
Documentación
Toda la actividad comunicacional engendra una propiedad intelectual. En el ejercicio del periodismo todos los géneros están protegidos dentro del contexto de la propiedad intelectual, empero, su elemento esencial, como es la noticia, posee unas características especiales que hacen que se considere sui generis su temática.
El convenio de Berna de 1952, revisado en París en 1971, para la protección de obras literarias y artísticas, establece: (N. 8 A. 2) que: “la protección del presente Convenio no se aplicará a las noticias del día ni a los sucesos que tengan el carácter de simples informaciones de prensa”.
Todo lo anterior por cuanto no alcanzan el umbral ni cumplen las condiciones requeridas para ser incluidas entre las obras literarias o artísticas. Las noticias publicadas se pueden reproducir salvo que hubiese sido prohibido expresamente.
Un comentario de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual sobre este tema dice:
“Conviene señalar que, aunque las informaciones periodísticas no están protegidas por el derecho de autor, no por ello se encuentra a merced de la rapiña o piratería, ya que se pueden emplear otros medios de defensa contra las actividades parasitarias, por ejemplo, la legislación que reprima la competencia desleal permite sancionar el comportamiento de una empresa periodística que obtenga informaciones de sus propios competidores, en lugar de suscribir un contrato abonándose a los servicios de una agencia informativa especializada”.
Elker Buitrago en El periodismo y su régimen legal. Librería Ediciones del Profesional, Bogotá 2005. P. 313, 314.