Las implicaciones de un periodista que cita una fuente que se contradice
22 de Julio de 2016

Las implicaciones de un periodista que cita una fuente que se contradice

Estoy en prácticas de periodismo y me correspondió entrevistar a un funcionario que conocía muy bien un caso de corrupción administrativa. Me pidió la reserva de su nombre y declaró con acusaciones graves contra altos funcionarios. Cuando la entrevista se publicó y hubo escándalo, mi entrevistado declaró a favor del alto funcionario acusado. Ante el reclamo del editor me pregunto si puedo revelar el nombre de la fuente entrevistada.

De hecho se han dado dos respuestas diferentes a situaciones parecidas: a) Bajo el supuesto de que el pacto con la fuente quedó roto cuando dijo públicamente lo contrario de lo que había informado en la entrevista, hay periodistas que han optado por revelar el nombre de la fuente y aclarar la verdad de la información; b) Otros periodistas prefieren no hacer uso de la libertad que les da el rompimiento del acuerdo con la fuente y mantienen la reserva de su nombre para que otras fuentes, ante el respeto del periodista por los acuerdos con sus interlocutores, encuentren un motivo para confiar.

Prefiero esta segunda actitud que favorece a los lectores, que son los beneficiados con el aporte informativo de las fuentes. Cabe preguntar, en el caso, si hubo confirmación de los datos proporcionados por la fuente, antes de la publicación de la noticia. Esta, que es una práctica que debe observarse con todas las fuentes, ahorraría situaciones enojosas como la descrita en la consulta.

Documentación 

Los lectores del New York Times demandan saber lo más posible sobre las fuentes de nuestra información y por qué esta amerita su confianza. Por esta razón durante largo tiempo hemos sostenido el principio de identificar a nuestras fuentes con nombre y título y cuando esto no es posible, explicamos porqué consideramos con autoridad a estas fuentes, por qué las mismas nos hablan y por qué nos han pedido confidencialidad.

Las pautas sobre limitación del uso de fuentes no identificables han aparecido en varias ediciones de nuestro manual de estilo, y además en la guía en el uso de descripciones informativas cuando hacemos uso de dichas fuentes, incluyendo el más reciente como nuestra Declaración de Integridad. En los últimos meses los lectores y nuestros colegas nos han pedido más garantías con respecto a la información publicada – que prestemos atención a nuestras propias pautas y que seamos responsables en el uso de las mismas. El uso de fuentes no identificables se reserva para situaciones en las cuales el periódico no puede publicar de otra manera información que considera confiable y de importancia noticiosa.

Cuando usamos tales fuentes, aceptamos una obligación de no solo convencer al lector de la confiabilidad de éstas, sino también de transmitir cuál es la motivación de las mismas, es decir dejar saber al lector tanto como sea posible si las fuentes tienen un punto de vista claro sobre el asunto en discusión. En entrevistas de rutina, que son la mayoría de las que hacemos, el anonimato no debe ser automático o una condición asumida.

En este tipo de reportajes, a la fuente no se le debe ofrecer reserva. Sólo se harán excepciones cuando se trata de historias de alta sensibilidad, en caso de que las fuentes encontradas puedan ponerse en riesgos legales o perder la vida por hablar con nosotros. Estas excepciones ocurrirán en acercamientos con autoridades oficiales que por motivos políticos no debe figurar en las atribuciones.

En estos momentos podemos ofrecer anonimato, una manera de hacer un contacto telefónico, obtener una entrevista o enterarnos de un hecho. En dichos casos el reportero debe presionar a la fuente, luego de la conversación, para dar formalmente la información de contenido noticioso. Siempre que el anonimato sea concedido, este debe ser sujeto de negociaciones enérgicas para acordar el uso de una terminología que le diga al lector tanto como sea posible sobre la posición y motivación de la fuente, sobre todo si la fuente tiene conocimiento de primera mano de los hechos. De la página web del New York Times.

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