Una fuente reveló confidencialmente un hecho de corrupción. ¿Es válido utilizar esa información en una entrevista con esa misma fuente? Obviamente con autorización de la misma fuente.

Respuesta:

Cuando un periodista promete a una fuente la reserva de su identidad, lo debe hacer movido por estas razones:

• La de obtener información útil para la sociedad, que no se podría conocer si la fuente corre algún riesgo para su vida o su trabajo.
• La de crearle a la fuente unas condiciones de seguridad que le garanticen que su cooperación con el periodista y con la sociedad no será onerosa.

En el caso propuesto, el periodista y la fuente sirven el derecho de los receptores de dar a conocer la realidad. El periodista crea las condiciones para que la información se pueda conocer, y la fuente -liberada de temores- puede responder al derecho de la sociedad a conocer lo que está sucediendo.

Sin embargo, el recurso de la entrevista que hará aparecer a la fuente como ajena al hecho, es un truco mentiroso con el que se engaña a la audiencia; y para el periodista, lo mismo que para la fuente y la audiencia, la mentira es un mal recurso, potencial generador de desconfianza. Se puede mantener la reserva de la fuente sin el uso de la mentira y con la apelación a la verdad, que se explica con fórmulas como esta: “esta información se obtuvo con una fuente creíble cuyo nombre se omite para garantizar su seguridad”.

Documentación

Las fuentes periodísticas son esenciales para el ejercicio del periodismo. Estas podrían definirse como los hechos o datos que le permiten al periodista construir una noticia. Es esencial que el emisor de la información la contraste para efecto de no caer en equívocos que producirían responsabilidades ulteriores.

La protección de estas fuentes es una de las piezas que justifican el ejercicio de la prensa.

En el sistema europeo de derechos humanos se ha desarrollado jurisprudencia sobre la reserva de las fuentes periodísticas. En el Reino Unido un periodista exigió protección al sistema europeo luego que se le ordenó revelar sus fuentes. La Corte Europea de Derechos Humanos señaló que “la protección de las fuentes periodísticas es una de las piedras angulares de la libertad de prensa, como surge de los varios códigos en vigor de numerosos estados contratantes. La ausencia de tal protección podría disuadir a las fuentes periodísticas, de ayudar a la prensa a informar al público sobre las cuestiones de interés general. En consecuencia, la prensa podría encontrarse en inferiores condiciones para cumplir su rol indispensable de perro guardián y su aptitud de suministrar informaciones precisas y fiables podría verse disminuida”.

Francisco Barbosa, en Reserva de la fuente, eje esencial de la libertad de expresión. El Tiempo 25-01-18, p. 2,10