En la emisora en que trabajo la discusión de todos los días es si debemos hacer un periodismo políticamente militante, o sea de apoyo a un candidato. Y nos alegan que es una forma de intervenir para mayor bien del país. Es decir, que es un deber patriótico.
También nos dicen que como ciudadanos tenemos el derecho de defender una causa política. Y la otra razón es que es una orden de la gerencia que debemos obedecer si queremos seguir trabajando. Ayúdeme a pensar. Nadie más que el reportero puede saber la solución del problema; y en esto nadie puede reemplazarlo. Por eso es conveniente tener claros estos principios antes de tomar una decisión:
1. Un periodista está al servicio, primordialmente, de los receptores de sus noticias y estos pertenecen a todos los partidos. La patria no es un grupo político, ni un funcionario, es toda la población y es deber patriótico darles a todos una información independiente, que puedan creer, y que les sirva para escoger libremente su candidato.
2. El periodista hace información, no propaganda. Cuando el periodista se vincula a un grupo o partido, fatalmente convierte la información en propaganda del grupo o partido en que se enlistó.
3. El periodismo, por definición, es universal, o sea abierto a todas las opiniones, grupos o partidos. Sólo así puede hacer una información libre y merecer la credibilidad de todos los receptores de su información.
4. Un periodista debe tener una opción política personal, pero ésta no debe determinar la orientación de sus noticias, por tanto, debe mantenerse como asunto personal, no profesional.
Documentación.
Idealmente el periodismo debe ser escéptico frente al poder y no ser crítico según el color político o ideológico de quien ostente el poder. Debe mostrar los datos de la realidad porque los gobiernos y los partidos tienden a producir y creer en sus realidades. Debe investigar los pliegues del gobierno, porque el poder invariablemente mantiene lugares oscuros. Debe poner la lupa sobre problemas que necesitan atención pública y no justificar la noticia según la razón partidaria.
Debe estimular a los ciudadanos a conocer lo que ignoran en vez de confirmar sus preocupaciones militantes. Debe incrementar las oportunidades para la expresión ciudadana y de las organizaciones civiles y no ser ventrílocuo de quienes están rodeados de micrófonos. Debe marcar los errores y olvidos de cualquier oficialismo y no ayudar a cubrirlos cualquiera sea la justificación. Como destacó Walter Lippmann ”sin periodismo crítico, confiable e inteligente, el gobierno no puede gobernar”. El mejor periodismo no es aquel que marcha encolumnado detrás de un partido o gobierno.
Que el periodismo mantenga distancia del poder no implica que jamás indique aciertos oficiales, o tenga convicciones y posiciones claras sobre determinados asuntos. La diferencia es informar sobre la base del compromiso con principios democráticos – igualdad de derechos, tolerancia a la diversidad, respeto a la diferencia de opiniones, acceso a oportunidades de expresión, rendición de cuentas, transparencia en el uso de los recursos públicos, participación amplia, o la adhesión a gobiernos de turno y plataforma partidarias.
Silvio Waisbord: El error de la prensa militante. La Nación de Costa Rica, 12-01-11