¿Ante quién denunciar las noticias falsas?
Respuesta:
La primera denuncia debe hacerse ante los receptores de la información: lectores, oyentes o televidentes.
Es un deber profesional denunciar la información falsa y ofrecer la versión verdadera.
Hay que observar que:
No basta denunciar lo falso; es necesario, además, investigar el hecho para descubrir por qué es falsa la información en cuestión y entregarles la verdad de lo sucedido a los receptores.
Esa verdad se fundamenta en el conocimiento de los hechos tales como se dieron y como son. La versión de los hechos debe darse, hasta donde es posible, despojada de adjetivos y de opiniones del periodista.
La credibilidad de los periodistas y de los medios está ligada, como un efecto a su causa, a la presentación profesional de la verdad de los hechos, de modo que se cree la conciencia de que si lo dijo ‘tal periodista’, en ‘tal medio’, debe ser verdad.
El efecto de ese compromiso activo con la verdad es que fomenta y mantiene la confianza en la población. Esa confianza es una sólida base para la armonía en la vida de la sociedad.
El compromiso con la verdad es la razón de ser de la profesión periodística. El periodismo se fortalece y dignifica cuando aparece ante la sociedad como la fuente de la verdad de lo que sucede; se debilita, pierde su dignidad, y empobrece a la sociedad, cuando es posible mirarlo como difusor de falsedades.
Documentación
Un sujeto puede conocer la estructura monetaria de un país sin estar informado del nivel actual del tipo de interés, del volumen de la oferta monetaria, etc. La falta de conocimiento contextual constituye la ignorancia, algo distinto de la falta de información. Para combatir la ignorancia el hombre necesita educación, mientras que para combatir la falta de información lo único que necesita es información, que es menos cara que la educación, pero también tiene un costo. De estas definiciones se desprende que un sujeto puede poseer conocimiento contextual sin estar informado, o estar informado sin poseer conocimiento contextual.
Se llama ciudadano informado al que posea tanto el conocimiento contextual como al información acerca de los factores que influyen en su adopción de decisiones.
Podríamos aplicarlo al periodista y a la adopción de decisiones respecto de lo que es más o menos noticia y, por consiguiente, debe ser seleccionado o desechado, destacado o simplemente publicado en algún lugar. El conocimiento contextual es decisivo en el manejo de la información en un medio y es el que permite al periodista sagaz apostar por el hecho que pueda tener más repercusiones, es decir, que sea más noticia. Pero, en definitiva, será el curso de los acontecimientos y con él el tiempo quien le dé o le quite la razón.
La incertidumbre no hace más que acreditar el mérito de quien acierte a seleccionar o destacar el hecho que sea más noticia. Pero no habrá que hablar de azar o de gustos y preferencias, sino que cabrá hacerlo de acierto o de error, puesto que habrá acertado el medio que haya sido capaz de ofrecer a su audiencia los hechos que mejor permitan comprender la realidad en que vive y anticipar más o menos el curso del futuro, orientarse mejor en lo por venir. Todo hecho, en definitiva, es más o menos noticia que otro, porque todo hecho puede repercutir en más o menos hechos que que sean noticia en lo sucesivo.
Lorenzo Gomis: Teoría del periodismo; Paidós, Barcelona,1007, p. 96, 97.