"La noticia no puede ser mirada ni manejada como una mercancía"
16 de Noviembre de 2017

"La noticia no puede ser mirada ni manejada como una mercancía"

Foto: WerbeFabrik / Pixabay

Publicar una primicia sin confirmación, ¿incumple algún código ético? ¿Qué hacer cuando faltan fuentes pero el medio presiona para que se publique la noticia? ¿Cuál debe ser la conducta con las  fotografías de los muertos?

Respuesta:

Una observación previa: no es importante obedecer o no a un código; los códigos no siempre contienen todo lo que el periodista debe hacer para cumplir con las exigencias éticas de la profesión; la ética va más allá de lo que dicen los códigos.

Y esta conciencia ética dice que nunca debe hacerse una información que no esté respaldada en hechos comprobados. Si el hecho está claramente confirmado, la información es legítima. Información sin confirmación abre la posibilidad de un engaño.

Ese engaño desorienta y ofende la inteligencia de los receptores; y ese público es el amo que el periodista respeta más que a cualquiera otra instancia: director, jefe, editor. Primero es el receptor con su derecho a recibir del periodista la verdad comprobada de los hechos.

Esta verdad armoniza con el respeto debido a las personas. Una fotografía de un muerto, publicada, puede ser un irrespeto al muerto, a sus parientes y amigos y a los mismos receptores de la información. Por eso se publican solo las que agregan alguna información a la noticia y que ni ofenden la dignidad del muerto, ni la sensibilidad de sus familiares y amigos. Para tener este acierto se debe alejar el influjo de intencionalidades como la de ganarle a la competencia, aumentar la circulación o la sintonía, o la de entretener a los receptores. Es decir, la noticia no puede ser mirada ni manejada como una mercancía, ni el periodista debe actuar como un mercader. Es un servidor del público a través de la información sobre lo público.

Documentación

Los periodistas tenemos como primer deber el trabajo por la búsqueda de la verdad, la transmisión de los hechos tal como ocurren y en el contexto en el que suceden, siempre a través de medios lícitos y legales. El público debe conocer la manera en que obtuvimos la información.

En este sentido, los periodistas debemos verificar el origen de la información recogida y la consulta de las fuentes disponibles para transmitir al público esa verdad. Es importante advertir cuando no fue posible realizar la consulta de alguna fuente, considerada importante por el tema tratado.

El rechazo a falsear o parcializar información, es una actitud indispensable. Tomados todos los recaudos en la búsqueda de la exactitud, sólo el error involuntario en la información puede tolerarse con la inmediata voluntad de subsanarlo.

Los periodistas deberemos hacer todo lo posible, y plantear ante los niveles jerárquicos, la necesidad de rectificar cualquier información que se haya revelado de manera inexacta y permitir su corrección.

Propuesta para una declaración de principios sobre la Ética periodística. Sindicato de prensa de Rosario, Argentina.

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