¿Es ético entrevistar a futbolistas sobre temas políticos o económicos?
5 de Septiembre de 2017

¿Es ético entrevistar a futbolistas sobre temas políticos o económicos?

Foto: Pixabay.com/ FirmBee. Compartida bajo licencia Creative Commons.

¿Qué tan ético es opinar sobre la responsabilidad social de los personajes famosos: por ejemplo, jugadores de fútbol que hablan de política o economía? ¿Deben ellos aportar su opinión por ser figuras públicas?

Respuesta:

Por su condición de servidor del interés público el periodista ordena su trabajo de modo que al informar sirva a ese interés de todos.

Está claro que el deportista, por ser famoso, no puede aportar elementos de conocimiento sobre temas distintos a los del deporte o de su profesión particular. En este caso puede servir de fuente por su conocimiento de esos temas, pero no por ser campeón o famoso en el deporte.

La entrevista a personas no idóneas puede generar efectos como estos: poner en ridículo al entrevistado, que suplirá con palabrería su falta de conocimiento. Además, deja de servírsele al público la información a que tiene derecho.

Es útil, por tanto, plantearse en el momento de elegir una fuente, por qué se la elige: ¿por su conocimiento del tema?, ¿por amistad con esta persona?, ¿por qué dirá lo que el periodista quiere que diga? o¿por qué sería espectacular? De todas estas opciones la que conduce a la actuación correcta es la que deja suponer la voluntad de dar al receptor la mejor información.

Documentación

La labor periodística está gravemente expuesta a la tergiversación de la verdad y, por ende, a la manipulación que produce la información inadecuada de los hechos. Es entonces cuando se hace necesario, teniendo en cuenta la responsabilidad social del periodista, hacer la recopilación lo más completa posible, de datos, fuentes y documentos que acrediten lo que está diciendo con lo que está pasando.

“El antídoto para evitar caer en inexactitudes es único e infalible: no publicar nombres, datos, números, cifras, frases afirmaciones, si sobre ellos gravita alguna duda. A menudo se atenta contra la verdad cuando, por presiones físicas o pereza, dejamos al puerta abierta para que se cuelen las inexactitudes”. (Camacho, 2001: 06)

Las inexactitudes no solo tienen que ver con la mentira, sino que en ocasiones van de la mano con lo que los periodistas consideramos elemental, ignorar preguntas básicas y primarias, tanto para la información como para los receptores, y dejar las puertas abiertas a las dudas sobre la veracidad de la información y a la reputación del periodista y su credibilidad.

El periodista, por esta razón, no debe perder el norte de su función y debe estar atento a recoger información veraz.

Frente a la fuente, así sea la más fidedigna, es necesario mantener la distancia y nunca salir sin la comprobación de los datos que esta suministra. “Todo periodista debe estar alerta para no dejarse utilizar por una fuente. Ha habido casos en que alguna de la mayor idoneidad y seriedad ha suministrado datos falsos o parcializados al periodista, lo cual puede dar origen a un rumor o error”. (El Tiempo 2000, 34)

Se entiende, entonces, que para lograr una información veraz, de calidad, es necesario ser riguroso en lo que se hace y lo que se dice, teniendo en cuenta el rigor y la inflexibilidad de que es objeto al verdad de la noticia.

Jesús Erney Torres en El rigor, garantía para los periodistas. Palabra Clave, # 11, XII, 2001. U. Sabana, Bogotá.  P. 118, 119

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