Aquí en Bolivia se prohíbe que se dé a conocer la dirección de los albergues, o lugares que protegen a la mujer maltratada. ¿Es un error dar a conocer, al menos la calle, no la dirección, donde se ubican estos albergues? Hay una doble explicación para esto: o porque así las víctimas podrían tener una ubicación para acudir al albergue; o porque anteriormente estos albergues eran conocidos por el nombre de la calle.
Respuesta:
Caben dos consideraciones éticas que ayudan a tomar una decisión en casos como este.
1.-Siempre será necesario preguntarse sobre las consecuencias de lo que se informa. La respuesta a esa pregunta será un elemento útil para saber cuál puede ser el efecto de la información. Si es cierto –y lo es- que no hay comunicación sin efecto, con mayores veras se debe prever ese efecto si es de naturaleza negativa. El periodista no debe hacer daño, ninguna clase de daño, con su información.
2.- La información, toda información, tiene un potencial educativo que el periodista debe activar. Esto supone una actitud personal que no se limita al hecho mecánico de comunicar una información, sino que busca cambiar algo todos los días a través de la información.
Aplicados estos principios se puede medir la importancia de dar o no una dirección, la oportunidad de aplicar otras posibilidades, v.g. remitir a las víctimas a las autoridades para que estas orienten y ayuden.
Se trata, finalmente, de asumir la información como un servicio, no como un negocio.
Documentación
Si una noticia produce efectos, estos podrán ser mayores o menores. Los efectos pueden comprobarse en la huella que dejan en las acciones sociales que se desarrollan de una manera sucesiva. Esos efectos de las noticias en la sociedad los comenta todo el mundo, incluidos los propios periodistas. Los comentan en sus repercusiones concretas sobre acciones concretas, más interesados por la actualidad que por la teoría, pero será lógico deducir, generalizando, que son más noticia que otras noticias las que produzcan más y más importantes efectos. Y como la importancia de un efecto puede descomponerse en otros efectos, podremos dejar de lado la importancia de los “hechos” en que las noticias repercuten y
limitarnos a considerar el número de hechos registrables. Y como los hechos se registran como noticia será más noticia la que repercuta en más noticias.
Un hecho grande se descompone o repercute en otros muchos hechos y podemos considerar que se puede hablar de acto unidad – para nosotros el hecho- especie de nudo momentáneo que forman personas y circunstancias en las cadenas de medios y fines. También el factor tiempo puede ahorrarse, puesto que si sumamos hechos es evidente que el trascurso del tiempo contribuye a una acumulación de hechos en cualquier proceso o acción continuada. El hecho que repercuta en más hechos será, por consiguiente más noticia siempre que esos hechos sean, a su vez, noticia. Por lo demás solo los hechos que sean noticia aparecerán ante nuestros ojos en el examen de las repercusiones de una noticia. Lo que no es noticia no queda registrado, resulta invisible yes, por lo tanto, insignificante.
Lorenzo Gomis: Teoría del periodismo, Paidos, Barcelona, 1997, pág. 94