Me preocupa que los medios de comunicación están replicando información viral que circula en las redes sociales, aunque no sea noticiosa. Más aún, la tendencia de construir sobre verdades a medias o falsedades, las noticias. ¿Está en jaque la investigación periodística por el sensacionalismo, inmediatez o agonía por tener la primicia?
Respuesta
Cualquier documento o persona que sirva como fuente para una información tiene que ser sometida a los mecanismos de comprobación. De ninguna manera el material que proveen esas fuentes puede llegar directamente a la audiencia. Aún en el caso de pronunciamientos oficiales de una alta instancia de poder, el periodista está en la obligación de garantizar que sí se trata de esta persona, que sus expresiones se originaron en tal circunstancia y que el tema tratado se enmarca en estos y aquellos antecedentes. Cuando fuere necesario, el recurso a otras fuentes que conocen del mismo tema, es obligatorio.
La práctica de aceptar información sin comprobarla ni confrontarla se ha extendido por razones como estas:
a) La de la prisa, que impone como prioridad la velocidad por sobre la exactitud.
b) Lo fácil: resulta dispendioso buscar otras fuentes, comprobar, estudiar y analizar las diferentes versiones.
c) La incapacidad crítica que impide ver las diferencias de calidad entre la información de una red social y la que ha sido profesionalmente obtenida y procesada..
Cuenta además en el caso de la consulta, el respeto debido a la propiedad intelectual sobre una noticia.
Cada una de las razones anteriores es un argumento para recomendar un manejo técnico y ético de todas las fuentes, incluido desde luego, el material digital.
Documentación
Las nuevas tecnologías obligan a interrogarse sobre el valor de la información en ese tipo de comunicación periodística. El acceso a los instrumentos de búsqueda de la información podría presagiar tal generalización que la función periodística se vea desposeída de esa práctica. Esa apertura de las fuentes y esa multiplicidad de los lugares de información incitarían a al prensa escrita, según informe Bourdier a recobrar su función de defensa y de enfrentamiento de las opiniones. “Es el soporte papel el que debería devolver a la prensa escrita su vocación primera: la de u na prensa de ideas, de opiniones y de referencias, indispensables para el funcionamiento de la democracia.” Así el uso de internet rebajaría al periodismo clásico, aunque este modificase de forma radical, las prácticas de escritura y de presentación de la información, al proponer acercamientos más diversificados de los temas tratados, remitiendo a fuentes exteriores y a otros sitios. Pero permitiría también una interacción mayor con los receptores: feed back permanente, correo de lectores on line. Medición precisa de los artículos leídos y descargados.
La hipertextualidad acarrea una mutación del modo de enunciación y, de manera más amplia, de la pragmática de la comunicación periodística. La importancia respectiva de los actores de la comunicación, sus poderes simbólicos y efectivos se ven modificados. La comunicación periodística se fundamentaba en la puesta en forma de la relación de un emisor, poseedor de informaciones, con un receptor que desconocía esos elementos. La comunicación multimediática rompe ese monopolio ya que se sustituye el monopolio del saber transmitido en una elaboración común de saber.
Marc Lits en Periodismo on line y enunciación polifónica. Desafíos actuales del periodismo. Cátedra Unesco. Impresora Esparza. Santiago de Chile, 2005. Páginas 58 y 59