¿Cuales son los criterios éticos de la publicación de contenidos que apelan al morbo?
28 de Marzo de 2017

¿Cuales son los criterios éticos de la publicación de contenidos que apelan al morbo?

El tema es ética periodística y autocensura de los medios, a propósito del video del tiroteo de un menor de edad en su escuela, en Monterrey, México, esta semana, y la responsabilidad de los medios que publicaron el video de la cámara de seguridad que registró todo el suceso ¿Podría comentarnos sus impresiones y las consideraciones que se están perdiendo de vista, a nivel ético y medios de comunicación, sobre la publicación o no de ciertos contenidos que pueden más apelar al morbo que al fin de informar y educar a la audiencia.

Respuesta: Sobre si publicar o no el video depende de la forma de publicarlo y de la intencionalidad.

Publicarlo para aumentar el raiting o la circulación es una actitud rechazable por el mal que hace y por la degradación profesional que supone.

Publicarlo solo con los datos indispensables es insuficiente y sería una omisión lamentable.

Publicarlo con la información suficiente para que los receptores de la información entiendan qué pasó, por qué pasó y qué hacer para que esto no se repita, con las debidas consideraciones para con las familias afectadas, sería el ideal.

Desde el punto de vista ético uno informa, no para satisfacer la curiosidad, sino para contribuir al bien de todos. Cuando esto se tiene en mente, del video se eliminan las imágenes que aumentan el dolor de las víctimas: amigos, parientes de los muertos, las que lesionan la dignidad de las víctimas y se dejan las que ayudan a entender lo que pasó, acompañadas con los datos que inducen una necesaria reflexión de la sociedad sobre las causas del hecho y lo que debe hacerse para que esto no se repita.

Es, como se ve, una acción educativa la que deben desempeñar el medio y el periodista. Esto supone un trabajo inteligente que va más allá del simple registro del hecho. Es un trabajo indispensable porque la sociedad debe conocer el hecho con elementos de conocimiento suficientes para que, no obstante lo grave y repugnante del hecho, los televidentes aprendan y agreguen a sus experiencias una que enseña sobre la necesidad de rechazar la violencia, cómo prevenirla y cómo reaccionar de modo constructivo cuando se presenta.

Con estos criterios en mente se procede a la edición de las imágenes y a la redacción de los textos. Cuando se procede así el servicio que se les presta a los receptores de información es inteligente y completo y alejado de las deformaciones que introducen el ánimo comercial al informar, o la egoísta actitud de obtener beneficios con el sufrimiento ajeno.

Documentación

La corporación catalana de radio y televisión hace las siguientes recomendaciones:

1.- Hay  que evitar recrearse   (visualmente y de palabra) en las escenas de dolor y de sentimiento de las víctimas de la tragedia. También hay que ser prudentes en la utilización de la imagen de cuerpos humanos sin vida o con graves mutilaciones. Asimismo se eludirán los primeros planos de cadáveres y de personas malheridas,  mutiladas o presas de pánico, frecuentes en estas situaciones.

2.- Hay que evitar especialmente las intrusiones en la esfera íntima de las víctimas y de sus familiares. Si se considera imprescindible mostrar alguna escena en donde se haga patente el dolor de las personas, se pedirá autorización a las personas que puedan concederla o se operará a distancia y con máxima prudencia. Igualmente se pedirá autorización a quien corresponda para transmitir funerales o actos relacionados con las víctimas.

3.- Se deberá tener cuidado con las reiteraciones exageradas de los mismos hechos y de las mismas imágenes, cada vez que se habla de hechos para no profundizar aún más en el dolor de las víctimas y de sus familiares.

4.- Cuando ha habido muertos o heridos hay que extremar la prudencia a la hora de dar nombres. Sólo se harán públicos una vez se hayan verificado oficialmente y después de que la noticia haya sido notificada a los familiares.

5.- Se procurará que los espectadores no puedan identificar el cadáver excepto en el caso de personajes de gran relevancia pública y en casos en que la identificación del cadáver no pueda provocar sufrimiento a los familiares.

6.- Hay que procurar también la utilización de un mensaje sereno y medido, no aumentar  el clima de pánico colectivo o de alarma desmedida que se pueda producir en cualquier gran catástrofe. 

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