¿Han tenido que ver los periodistas con el surgimiento de la postverdad?
Respuesta: Que la postverdad fue la palabra del año 2016, según el diccionario de Oxford, se debió a la influencia de políticos y periodistas.
El hecho reconocido como el más decisivo para que esto fuera así fue la campaña por la presidencia de los Estados Unidos en la que las medias verdades y las mentiras se convirtieron en herramientas de uso corriente.
Las mentiras fueron aceptadas por el público elector y encontraron un eco sin crítica en los medios periodísticos impresos y electrónicos. El periodismo se limitó a la reproducción de esas mentiras, las que fuesen, y negó al público la ayuda informativa que se le debía. Fueron informaciones sin contexto, sin antecedentes, sin proyección, sin examen crítico Así se convirtieron sus informaciones en verdades aceptadas, en acusaciones sin sustento, en juicios sin fundamento, y promesas en el aire.
A esta campaña se agregaron las del brexit con el mismo manejo abusivo de la verdad, la del plebiscito de octubre en Colombia y la defensa gubernamental a través de los medios en México. En cada caso la prensa abandonó su función esencial de proteger al público de las mentiras del poder y de los poderosos. Así se contribuyó al imperio de la postverdad que eligió presidente, dividió un continente y puso en riesgo la paz. Esto a pesar de que el compromiso que dignifica al periodismo y lo convierte en el primer servicio para la sociedad, es el de la verdad
Documentación
Debemos esforzarnos por desmentir las noticias falsas. Una noticia falsa en Facebook diciendo que el presidente Obama había prohibido recitar el juramento de lealtad en las escuelas, fue compartida por dos millones de veces; otra noticia falsa, que el papa Francisco había expresado su apoyo a Trump tuvo casi un millón de interacciones.
¿Es importante que los medios convencionales hagan mejor su trabajo? ¿O ya vivimos una era que superó la verdad, en la que somos tan desconfiados que las investigaciones son desdeñadas, si es que alguien las llega a ver? No lo sé con certeza pero creo que al menos debemos intentarlo.
Pronto tendremos un comandante en jefe de las fuerzas armadas que será el político más poderoso, evasivo, ignorante y pueril que hayamos tenido y si bien en esta elección entraron en juego muchos factores, pienso que los medios contribuyeron porque no hicieron debidamente su tarea.
¿Qué aprendimos? En la alborada de 2017 concentrémonos en lo que es importante. No en la celebridad sino en la sustancia. A lo largo de buena parte de 2016 los medios informativos –con sus estelares excepciones- fueron como perros que irreflexivamente le ladraban a cualquier cosa. En parte, por ese error, el país ahora necesita un sólido cuarto poder más que nunca. Debemos inyectarle de nuevo el sentido de misión. Así, pues, como resolución de Año Nuevo, tratemos de ser más cancerberos y menos perros falderos.
Nicholas Kristoff: New York Times News Service.