Para combatir las noticias falsas, ¿quién debe liderar la lucha?
24 de Marzo de 2017

Para combatir las noticias falsas, ¿quién debe liderar la lucha?

Para combatir las noticias falsas, ¿quién debe liderar la lucha?

Aunque la buena salud de la verdad interesa a toda la sociedad porque se trata del fundamento de la vida en comunidad, el liderazgo en esta campaña de la defensa de la verdad les corresponde a todos los educadores: en la familia, en la escuela, en el colegio, en las universidades, pero particularmente a los medios de comunicación, por su capacidad para difundir en particular los medios digitales,, y por sus posibilidades pedagógicas. 

En esta campaña por la verdad a través de los medios de comunicación, se pueden aprovechar, entre otros, estos recursos:

  1. Denunciar las noticias falsas. Ya hay medios que utilizan este recurso de publicar la noticia falsa y, a continuación, la verdadera. También investigan las fuentes utilizadas, señalan sus debilidades y las razones que tienen para informar falsamente; y muestran las fuentes fiables. Estas publicaciones, mantenidas como una sección permanente, crean en las audiencias una capacidad crítica y una sana actitud de rechazo para los medios y entidades que mienten al informar. Al mismo tiempo fortalecen su fidelidad a los medios que informan con el afán de mostrar la verdad de los hechos diarios.
  2. Para mantener esa fidelidad de las audiencias, los medios están revisando sus prácticas investigativas para detectar sus debilidades y adoptar normas de rigor en su búsqueda de la verdad. Muchas veces aparece la rutina, acompañada por la pereza, la que propicia la aparición de noticias falsas. Cuando estas fallas se descubren se está dando un buen primer paso para adoptar las disposiciones necesarias para informar con verdad.
  3. Consolidar esa actitud a partir de una confirmación y fortalecimiento de la identidad profesional. Comprender y aceptar que el periodista es un servidor público que proporciona a la sociedad, como materia prima de la libertad, una información verdadera, es el mejor fundamento para esa campaña de restauración de la verdad.
  4. Se añade a la anterior, y como presupuesto del compromiso con la verdad, la independencia. Romper las dependencias del dinero, de los partidos, de los gobiernos y del miedo es una forma de preservar la libertad, necesaria para mantener vivo el compromiso con la verdad.

Documentación.

No es solamente una buena noticia para la democracia que los ciudadanos recuperan el ejercicio pleno de su libertad que les pertenece como propia. Que haya desaparecido el monopolio de la información en cabeza de los periodistas, es también una buena noticia para los propios periodistas. El periodismo ha llegado al lugar que le correspondía.

Los periodistas tienen convicciones, las comparten; están atados a sus prejuicios. Pero no es nada de esto lo que los define profesionalmente. La finalidad de su trabajo es distinta: es estar al servicio del derecho de saber de los ciudadanos a fin de que sean libres y autónomos, aportándoles informaciones de interés público.

Dicho de otra manera, no importa el título que se les dé, lo suyo es aportar informaciones de interés público. Su  responsabilidad profesional y su misión democrática no es expresar opiniones, sino, específicamente producir verdades. La verdad de los hechos.

Se debe a la filósofa Hannah Arendt la demostración más contundente del rol vital de las verdades de hecho en la democracia. Las verdades, en plural y sin letras capitales, modestas y frágiles, diversas y plurales, preciosas y perecederas.

Edwy Plenel en Le droit de savoir, Don Quichotte Editions, París.   

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