Medios con posturas a favor o en contra del proceso de paz y sus implicaciones
11 de Enero de 2017

Medios con posturas a favor o en contra del proceso de paz y sus implicaciones

El periodismo en Colombia ha intentado ser objetivo. Pero, con el proceso de paz, eso ha cambiado y se ha generado una clara posición política en los dos canales de televisión más influyentes del país: Caracol y RCN. En Estados Unidos eso ocurre abiertamente, con Fox, por ejemplo. Entonces, ¿Qué significa que haya medios abiertamente en contra o a favor?
En la coyuntura del proceso de paz, ¿qué papel va a jugar esto?

Respuesta: 1. Las normas éticas sobre equilibrio informativo previenen contra la práctica de mimetizarla opinión política en la información porque así:

a.-Engaña al receptor que  lee o sintoniza los medios bajo  la convicción de que  encontrará información libre y no opinión sometida a una ideología, partido o interés particular. Existe una especie de pacto implícito con los receptores que ofrecen su sintonía  a cambio de información independiente.

b.- El medio abandona su condición de servidor público, que en eso consiste la dignidad de periodistas y medios: no reconocer más amo que el ciudadano y lo público-  y se abajan a la condición de propagandistas de intereses privados, que eso son las campañas políticas entre nosotros: propagandas de un punto de vista y de  unos intereses particulares.

c.- Convertir la información en propaganda, algo parecido a vender alimentos contaminados o suministrar agua con impurezas, es convertir un servicio en un daño público. En efecto la información es la materia prima de las decisiones libres y alimento del espíritu humano.

 

2.- Las consecuencias de esta falsificación de la información en este momento de la vida del país son:

a.- Convertir la paz que es un bien de todos, en objeto de disputa y de interés personal. Se trata de un bien de tal calidad que demanda la elegancia de espíritu de quien es capaz de subordinar sus propios intereses a los de todos. En el caso colombiano es un bien que, por primera vez en su larga historia, parece posible de obtener.

b.- Obstaculizar uno de los cambios que puede cambiar, para bien, la historia de todos. Para que Colombia comience a salir de su historia de odios y venganzas, de exclusiones e intolerancias, necesita un ambiente propicio para la reconciliación. Ese ambiente  se envenena cuando alrededor de la paz el medio de comunicación estimula enfrentamientos, desconfianzas y motivos de discordia, que son lo contrario del diálogo inteligente y sereno de una sociedad capaz de convivir.

c.- Los propios medios dejarán de ser mirados como empresas de servicio público porque se impone la percepción de que trabajan para beneficio  del negocio y del interés privado. Esta comprobación deja a la sociedad en el limbo de la desinformación y de la desesperanza, porque si no puede creer en los medios, ¿a quién creerle?

Documentación

En todo país en conflicto el sector periodístico tiene una gran responsabilidad, más aún, en un contexto en el que se desarrollan diálogos de paz. Por un lado los comunicadores tienen el deber de dar a conocer a la opinión los principales eventos, avances y retrocesos alrededor de las negociaciones y, por otro lado, deben guardar estricta cautela sobre qué y cómo lo comunican. Pero si bien es cierto que deben contribuir a comunicar la verdad de los hechos, hay información reservada y detalles delicados que no solo no se deben dar a conocer, sino que en caso de publicarlos, podrían afectar el curso de las negociaciones y la confianza entre las partes negociadoras.

Ahora bien, lo anterior no excluye que una de las facetas necesarias de cara a preparar el terreno para el postconflicto y la construcción de una paz sostenible, es la comunicación. Pero no solo la comunicación oficial, sino también la tarea de visibilización, sensibilización y multiplicación que medios y profesionales de la comunicación pueden ejercer de manera responsable. En ese sentido no se puede desconocer la labor histórica que los periodistas y comunicadores tienen a la hora de elaborar y propiciar reflexiones, investigaciones y recorridos narrativos tan solo acerca de lo que ha sido el conflicto armado sino también sobre lo que significa la construcción de paz.

Y si es cierto que para algunos parecería cumplirse eladagio popular de que solo las malas noticias son buenas noticias, vale la pena resaltar y prmover el impacto que puede tener divulgar y multiplicar historias de paz – siendo buenas historias, en términos de su calidad, pero también buenas noticias en el sentido de llevar el mensaje de la reconciliación y generar un ambiente favorable a la paz.

Hubert Gehring, presentación de Pistas para narrar la paz. Consejo de redacción, Opciones gráficas, Bogotá, 2014, p. 5y 6.

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