La sensibilidad frente a los derechos del otro en la labor periodística
6 de Enero de 2017

La sensibilidad frente a los derechos del otro en la labor periodística

El modo de presentación: periodista con apariencia descuidada o sucia; los materiales informativos: imágenes de mal gusto: cadáveres, suciedad, desgreño; el lenguaje, ordinario, a veces obsceno, fueron temas de discusión en clase: ¿reglamentarlos, prohibirlos, sancionarlos? No, porque limitan la libertad de información y de expresión. Los televidentes protestan, ¿qué hacer?: formarlos para que asuman la realidad como es, sin maquillajes.
¿Existen criterios que nos orienten sobre esta materia?

Respuesta: El sentido literal de obsceno es lo que debe mantenerse fuera de escena, alejado de los ojos del público.

Sin embargo hay quien considera, en nombre de la libertad de información que nada debe ocultarse o callarse.

Por el contrario, se invoca el respeto al público para señalar que ningún contenido debe omitirse. En las encuestas sobre el tema, nunca es unánime la respuesta de los periodistas, aunque la del público tiende a ser más restrictiva en cuanto a contenidos considerados de mal gusto o dañinos.

Son tan diferentes los juicios sobre este tema, como son desiguales las sensibilidades; y la ética, más que razonamiento es sensibilidad.

Sensibilidad hacia el otro, que ocupa el primer lugar cuando se consideran el valor y oportunidad de una noticia, de modo que, más que el valor noticioso en sí, pesan las necesidades, la necesidad y el impacto sobre el otro. El mayor cuidado se pone cuando el otro es niño o joven, por cuanto se los considera más vulnerables.

Ocurre algo parecido con la naturaleza de los temas: los de sexo, los religiosos, los de nacionalidad, de modo que es difícil ignorar la reacción posible  frente a los temas.

Hay periodistas convencidos de que  la información es lo primero y de que lo demás se le subordina. Se les oponen los que en nombre del respeto al otro restringen la información que consideran ofensiva.

Hay de por medio la mayor o menor sensibilidad frente a los derechos del otro, de modo que son escasas las normas al respecto, salvo la convicción de que la actitud frente a estos materiales considerados ofensivos depende de la mayor o menor finura del respeto debido al otro. Y esa sensibilidad puede y debe ser formada.

Documentación

Los periodistas no pueden a.-  escribir o publicar inmoralidad ni obscenidad b.- Escribir o publicar vulgaridades dirigidas a individuos, instituciones o grupos, tampoco injustificados ataques sobre su dignidad personal, honoro prestigio.

Código de prensa de los periodistas de Jamaica. Artículos a y b.

El suicidio y los intentos de suicidio no deberán, como regla general, ser publicados. Recuerde: la palabra escrita da juntamente poder y responsabilidad. Nunca abuse de ella.

Código de ética de prensa en Noruega. A 7.

El periodista debe abstenerse de estimular vicios, el crimen y todas las manifestaciones morbosas de la sociedad.

El periodista debe tener en cuenta que  su función básica tiende a estos fines:  informar, educar y orientar, utilizando o no la crítica con elevación de propósitos, amor a la verdad y a la justicia.

Código de honor del periodista de Perú. A 14, 15.

No publique la información de un crimen sin haber descubierto, primero, si hay razones para semejante información. No repita hechos irrelevantes acerca de personas mencionadas directamente con un crimen.

Observe con sumo cuidado, en materia de información al ombudsman para el comercio y la industria. Dé a la persona denunciada la oportunidad de hacer una declaración si es posible, simultáneamente. Tenga siempre presente que el propósito de informaciones y acusaciones es un intento de soborno e injuria.

Código de ética de la prensa sueca. A 12, 13, 14.

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