Consultorio Ético de la Fundación Gabo
22 de Julio de 2016

Consultorio Ético de la Fundación Gabo

Las informaciones sobre el conflicto entre militares e indígenas del Cauca, que pretendían arrojarlos de su territorio porque ponen en peligro la paz de su reserva, son informaciones que mezclan opinión y noticia, siempre a favor del ejército y en contra de los indígenas. Al hacer esta observación varios colegas me respondieron que en este caso no había que informar solamente, sino defender las instituciones que estaban amenazadas. ¿Cuál es el criterio ético sobre esto? La más sana y técnica de las prácticas periodísticas aconseja excluir de las páginas de información la expresión de las opiniones personales del periodista, y reservarlas para las páginas de opinión, con el fin de que el lector pueda acceder al conocimiento de los hechos con la seguridad de que estos no serán alterados.

Esta práctica periodística, que se limita a la presentación del hecho escueto y exacto, supone estas actitudes que se complementan:

1. Fe en el valor y poder de los hechos. Puesto que se los ve como el lugar de encuentro de circunstancias y expresión de ideas y actitudes, el periodista los valora como significantes más elocuentes que los discursos y con una autonomía tal que hacen innecesario el adjetivo o el comentario.

2. Fe en la capacidad del lector para desentrañar el contenido de los hechos y para encontrar sus implicaciones en la vida de la sociedad.

3. Humildad para entender que la opinión personal del periodista no es tan importante y definitiva que merezca imponerse como interpretación única y válida de los hechos.

A estas consideraciones, los códigos y manuales agregan la necesidad de evitarle confusiones al lector y el compromiso del periodista con la verdad, que veda presentar como verdad de los hechos lo que es solo una apreciación personal.

Documentación.

A menudo se cuestiona que la noticia, cualquier noticia, pueda ser neutral, carente de toda carga de opinión o de subjetividad, y se pone por ello en duda la posibilidad efectiva en el periodismo de separar con nitidez lo que es información de actualidad y lo que es opinión. Sin embargo, la mayoría de códigos y documentos deontológicos de las organizaciones profesionales y de los propios medios siguen recogiendo en sus articulados en mayor o menor grado de exhaustividad, la obligatoriedad de la diferenciación.

Joaquín Estefanía, exdirector de El País mencionaba la “separación información-opinión” como una de las cinco reglas básicas que se esforzaban en aplicar en el diario.

Más cercano en el tiempo, adentrados de lleno en la era del ciberperiodismo, la dirección de The Washington Post ha enviado recientemente unas directrices en las que se indica a sus periodistas cómo tienen que comportarse cuando escriben en redes sociales como Twitter,o Facebook y les advierte de “sus peligros”. Al mismo tiempo que recomienda no comentar nada en ellas relativo a la redacción del diario, indican que cuando se usen estas redes no deben hacer nada que cuestione la imparcialidad de su criterio profesional y además aconseja mantener también ahí la distinción entre información y opinión.

La mayoría de los códigos deontológicos y libros de estilo recogen el deber de los profesionales del periodismo de distinguir entre la información propiamente dicha y las opiniones.

Juan Carlos Pérez Fuentes, Universidad del país vasco: La práctica de mezclar información con opinión.

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