Consultorio Ético de la Fundación Gabo
3 de Octubre de 2016

Consultorio Ético de la Fundación Gabo

¿El periodismo globalizado afecta los países de menor desarrollo? Lo que la periodista llamara periodismo globalizado fue motivo de preocupación, estudio y pronunciamientos internacionales desde finales de los años 60. Entonces se reclamaba un Nuevo Orden en la Información Mundial, que estaba dominada por el exceso de materiales informativos procedentes del norte y un silencio informativo desde el sur.
Hoy ese fenómeno ha cambiado en virtud de la capacidad informativa de la Internet y la aparición de hechos de la comunicación como la CNN con su ubicua presencia en el mundo. La posibilidad del desequilibrio informativo se mantiene y con él la de la avasalladora influencia cultural de los países ricos y dueños de los más poderosos medio de comunicación. La respuesta a esta situación de desbalances y desigualdad, dañina desde luego para los países de menor desarrollo, sigue siendo la pluralidad de fuentes y canales de información, la libertad en el ejercicio de la profesión a partir de la independencia personal de cada periodista y medio de comunicación, la promoción , desde los medios, del orgullo por la identidad cultural de cada pueblo y el respeto del derecho del público a tener acceso a los medios y a participar activamente en los medios de comunicación.

Documentación.

El nuevo poder reside en los códigos de información y en las imágenes de representación en torno a las cuales las sociedades organizan sus instituciones y la gente construye sus vidas y su conducta. La sede de ese poder es la mente de la gente.
Por ello, en la era de la información, el poder es al mismo tiempo identificable y difuso. Sabemos lo que es, pero no podemos hacernos con él porque es una función de una batalla interminable en torno a los códigos culturales de la sociedad. Quien gane la batalla de la mente de la gente gobernará, porque los aparatos rígidos y potentes no serán un rival, en un espacio de tiempo razonable, para las mentes movilizadas en torno al poder de las redes alternativas y flexibles. Pero puede que las victorias sean efímeras, ya que la turbulencia de los flujos de información mantendrá a los códigos en un torbellino constante. Por este motivo son tan importantes las identidades y, en definitiva, tan poderosas en esta estructura de poder de cambio constante, porque construyen intereses, valores y proyectos en torno a la experiencia y se niegan a disolverse, estableciendo una conexión específica entre naturaleza, historia, geografía y cultura. Las identidades fijan el poder en algunas zonas de la estructura social y desde allí organizan su resistencia o sus ofensivas en la lucha informacional, sobre los códigos culturales que construyen la conducta y, de este modo, las nuevas instituciones.

Manual Castells.
En La Era de la Información. Siglo XXI Editores 1999.

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