Los colegas Barbara Bloise, de Panamá y Marcelo Jelen, de Uruguay, se dirigieron al Consultorio Etico para obtener un concepto sobre el caso de plagio que los mantenía en conflicto. Con su autorización, se presenta ese caso para ilustración de los visitantes de este Consultorio. El Hecho.
La periodista panameña, Bárbara Bloise, en un artículo titulado " Reflexiones sobre la ley que regula la profesión de periodistas," sobre la colegiación obligatoria, hizo una exposición comparativa de distintas legislaciones relacionadas con el ejercicio del periodismo e incluyó cinco párrafos sobre las legislaciones de Italia, Honduras, Bolivia, Brasil y Chile, tomados del artículo del periodista uruguayo Marcelo Jelen, titulado " Colegios profesionales, periodistas contra el muro," publicado en abril de 2001, en los que el autor aporta documentación y argumentos en contra de la colegiación.
Las acusaciones de Jelen.
Con base en este hecho, Jelen emprendió las siguientes acciones:
1.- Junio 12 a las 19.24 (Hora de Uruguay): carta a la periodista costarricense Doris González, en la que:Denuncia a Bárbara como plagiaria.La acusa, además, de tergiversación de los textos.Une la acusación a la polémica sobre la Colegiación Obligatoria que Bárbara defiende y Jelen rechaza.Señala que los cinco párrafos " figuran entre los que me dieron más trabajo." 2.- Junio 13 a las 7.20.- Respuesta a Bárbara Bloise en la que rechaza sus disculpas, relaciona la acusación de plagiaria con la polémica sobre colegiación y contradice la afirmación de Bárbara sobre el carácter de " no terminado" con que ella presenta su artículo.
3.- Junio 13 a las 8.14: Denuncia pública dirigida al legislador panameño Denis Arce, a La Carta de Panamá, a La Prensa, a Mónica Palm y a Panamá News en la que cita los cinco párrafos en las dos versiones, Bloise y Jelen.
4.- Junio 13 a las 9.17: Una breve comunicación a Barbara, en la que le ratifica su acusación de plagiaria y relaciona los hechos con la polémica sobre colegiación.
Las acciones de Bárbara.
1.- El 13 de junio a las 8.58 (hora de Panamá) dirige a Jelen, con copia al International Center for Journalists (ICFJ) un mensaje en el que, en cuatro ocasiones, se disculpa: " quiero solicitarle disculpas," " acepto mi error," " le reitero mi disculpa," " lo lamento." Admite, además, que la información "fue alterada."
2.- El 13 de junio a las 10.49, otro mensaje a Jelen para dar por terminado el intercambio y manifestarle resignación adolorida ante su posición acusadora.
3.- En un documento sin fecha, posterior al 13 de junio, bajo el título " Aclaración Necesaria" hace un recuento del incidente, observa que los párrafos están entre comillas, acusa a Jelen de manipulación del espíritu de las leyes citadas y de haber iniciado una campaña contra ella y contra los Colegios de Periodistas.
4.- Apoyada en la legislación panameña alega que " no existe derecho de autor cuando se citan legislaciones " que su documento no ha sido publicado y que sus fines no son de lucro sino docentes e informativos.
Los dos periodistas acordaron pedir esta evaluación del incidente y acogerse a sus conclusiones. En efecto, se trata de un servicio de buena voluntad en el que, examinada la documentación recibida de Marcelo, por internet, y de Bárbara en una conversación personal en Panamá, aparecen las siguientes conclusiones:
Hubo un error en la utilización de los cinco párrafos sin una referencia expresa, al autor y al trabajo de donde habían sido tomados. No se trata de simples citas textuales de legislaciones, sino de una elaboración dentro de la exposición de una tesis por tanto, no le es aplicable la excepción prevista en la ley panameña sobre plagio y, en cambio, se desconoce el trabajo investigativo que supone la recolección y análisis de esos textos.
También fue errónea, en un caso al menos, la edición del texto para ajustarlo a la tesis expuesta por Bárbara.
Constituye una equivocación de ambos, la reiterada relación que establecen entre el tema del plagio y la polémica sobre colegiación. La explosiva unión de los dos temas aportó elementos de confusión al episodio y dejó la percepción de que, en vez de razones, son agravios los que sustentan la polémica.
El error cometido por Bárbara, no provee un fundamento sólido ni suficiente para la acusación de " plagiaria" ni para emprender las acciones de descrédito implicadas en los mensajes acusatorios dirigidos a entidades panameñas con las que Bárbara tiene relación.
Al reconocer Bárbara su error, al solicitar con reiteración que se la disculpe, al comunicar públicamente que se había equivocado y que la autoría de los párrafos correspondía a Marcelo, debió quedar zanjado el asunto.
La reacción emocional operó como mala consejera. El intercambio de mensajes se dio entre las 7.20 de la noche y las 10.49 un poco más de tres horas, tiempo insuficiente para bajarle temperatura al incidente.
Visto con frialdad y distancia, el episodio no debió ir más allá de un reclamo por la falta de una referencia debida, y de un brioso intercambio de razones sobre el tema de la colegialidad.
La vehemencia del reclamo de Jelen y el inmediato reconocimiento de su error por parte de Bárbara se explican por la conciencia universal de rechazo al plagio. Los dos reaccionaron con una clara conciencia ética.
Documentación.
El hecho de que 30 países incluyan en sus códigos de ética la norma contra el plagio le da una validez universal a esa condena.
El código griego lo define como una explotación del trabajo de otros reporteros, conducta que los códigos coinciden en calificar como " una falta profesional grave" (Código Naciones Unidas) o " violación de la ética" (Código de Felap) o " falta de integridad profesional" ( Unesco.)
Los periodistas belgas llaman " odioso y deshonesto" al plagio y los griegos lo miran como " una violación seria de las normas morales."
El código de los periodistas franceses agrega que el plagio es " una forma de irrespeto por el trabajo de los colegas." En efecto, es frecuente encontrar este tema en los capítulos dedicados a los deberes entre colegas. Los griegos extienden el sentido de la palabra plagio a la " búsqueda de privilegios a expensas de otros colegas." Los húngaros utilizan la figura de " abuso de los derechos de autor" y abarcan en su descripción no sólo los abusos contra el autor sino los del propio autor cuando entrega un artículo a diferentes medios sin advertirlo previamente.
Los hechos, desde luego, no tienen propietario son la materia prima común para los periodistas. Pero la presentación de los hechos, los datos adquiridos en exclusividad y el enfoque original dado a su información e interpretación, son propiedad de sus autores. Las lineas que señalan esa propiedad no siempre son claras y deben ser defendidas por las normas sobre plagio, todas tan explícita y vigorosamente formuladas, que implican un consenso universal.
Herrán y Restrepo.
En Etica para periodistas. Tercer Mundo Editores. Bogotá. 2000.