Consultorio Ético de la Fundación Gabo
3 de Octubre de 2016

Consultorio Ético de la Fundación Gabo

Cubro el área de judiciales y me duele sacarle algún testimonio a una persona que sufre una muerte u otro dolor. Eso me hace sentir como un ave de carroña que se alimenta de carne muerta.
A veces trato de consolar a la persona, pero me siento mal cuando me doy cuenta de que lo hago para obtener una buena crónica. La pregunta que se ha hecho la corresponsal es la que aconsejan los más sabios de la profesión: " ¿por qué lo hago?"
Cuando se responde con honestidad, esta pregunta lleva al descubrimiento de la intencionalidad que guía la acción informativa y de la naturaleza de esa intencionalidad depende la calidad del producto periodístico. La situación planteada sirve como ejemplo esclarecedor.
La entrevista a una persona que sufre puede hacerse con una intencionalidad de lucro, si se pretende convertirla en una pieza sensacionalista para incrementar las ventas o elevar el nivel de sintonía la intencionalidad puede ser egoísta si la entrevista se hace con el solo objetivo de obtener un éxito profesional, o con el pensamiento puesto en un concurso de periodismo o puede ser una intencionalidad altruista de acompañar a alguien que sufre y de expresarle solidaridad. En este caso, lo periodístico está subordinado a lo solidario, o puede ser que lo periodístico se ponga al servicio de un propósito solidario. Solo en este caso el trabajo del periodista alcanza su más alto nivel técnico y ético porque encuentra su naturaleza original. En efecto, el periodismo es un acto de solidaridad.

Documentación.

El asunto de si los periodistas deberían mostrar compasión a las fuentes de noticias que cubren y en qué circunstancias, es algo virtualmente ignorado en todos los códigos. La compasión, además de ser una palabra que ningún periodista " macho" gusta siquiera oir, no se traduce fácilmente en un patrón o guía de acción: " muestre compasión en las siguientes circunstancias..." " no muestre compasión en estas otras circunstancias..." E igualmente difícil es legislar sobre compasión, un sentimiento que puede fácilmente aflorar en algunas personas y en otras estar completamente ausente.
Al mismo tiempo que existe esta carencia de patrones de guía escritos y criterios que sugieren que la compasión puede ser aceptable en determinadas situaciones, existe una gran preocupación entre los periodistas por la imagen del negocio en las noticias. Frecuentemente se expresan diversos temores sobre la forma como el público percibe la prensa: su arrogancia y lejanía para con la gente, la indiferencia absoluta de los periodistas por las personas una vez consiguen la noticia y se van. Estas imágenes pueden ser injustas, pero muchos periodistas creen que ya existen en la mente del público o podrían calar rápidamente por cualquiera de las malas prácticas del negocio.
Tal vez es hora de que el trabajo de las noticias comience a hacerle honor a la compasión, y de dejar de rendirle pleitesía al cinismo.

Eugene Goodwin
En Por un periodismo ético. Tercer Mundo Editores. Bogotá 1996

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