Consultorio Ético de la Fundación Gabo
2 de Octubre de 2016

Consultorio Ético de la Fundación Gabo

Para los propietarios del diario las comunicaciones son un producto que debe dejar rentabilidad. Para el periodista es un proceso. No siempre se logra un armónico equilibrio entre estos dos conceptos. ¿Qué herramientas tenemos los periodistas para evitar la colisión entre estos dos conceptos? Puesto que la información pública es un bien social, las empresas que se dedican a difundirla no son como las otras porque manejan un bien público tan indispensable como el agua, el aire o la energía, pero mucho más complejo.
Las constituciones de los países que rodean de garantías el ejercicio libre del periodismo, no hacen lo mismo con las otras profesiones porque en los periodistas reconocen un trabajo que tiene que ver con el bien público, no con intereses particulares.
Los empresarios de los medios no siempre tienen esto claro porque, o no son periodistas o sólo se interesan en el negocio como tal el periodista, en cambio, sabe que su identidad profesional está definida por la visión ética de su trabajo, que lo hace leal en primer lugar, a la sociedad en segundo lugar a su país, en tercer lugar a la comunidad internacional y, por último, a la empresa de comunicación. Puesto que se trata de una característica esencial de su profesión, no es asunto negociable y debe especificarse en el contrato de trabajo y ratificarse en el ejercicio diario de la profesión. El empresario llegará a entenderlo al cabo de un largo proceso, no como resultado de uno o varios choques.

Documentación.

El código de Unesco señala una diferencia radical entre el profesional del periodismo y cualquier otro profesional. " En el periodismo la información se comprende como un bien social y no como un simple producto." Esta precisión le da un carácter especial al periodista y a la empresa en que trabaja. La información no es un producto cuya entrega al público está regida por la ley de la oferta y la demanda es un bien social cuyo manejo está determinado por las conveniencias y necesidades del bien común. Por eso agrega el código de Unesco: " el periodista es responsable no sólo frente a los que dominan los medios de comunicación, sino frente al gran público, tomando en cuenta la diversidad de los intereses sociales.
Ese criterio es expresado de diversas maneras y de modo explícito por 23 códigos de ética en el mundo. Implícitamente está contenido en la mayoría de los códigos de la profesión. En todos ellos es clara la visión del periodista como vocero de los intereses de la comunidad.
Los periodistas de Israel y de Liberia le dan a esa preferencia del bien común, el carácter de signo de alta calidad profesional. Dicen los israelíes: " para alcanzar un nivel de actitud profesional elevado, los periodistas deben considerarse servidores del público. " Yagregan los de Liberia: " un alto nivel de conducta profesional requiere devoción por el interés público. "

Herrán y Restrepo.En Etica para Periodistas. Tercer Mundo. Bogotá. 2000.

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