Dos fotógrafos fueron golpeados por la policía cuando tomaban imágenes del enfrentamiento entre simpatizantes de un equipo de fútbol y la policía.
Al día siguiente salió publicada una nota en que se señalaba la agresión, pero uno de los editores no estuvo de acuerdo con la publicación porque, argumentó, los medios no somos noticia. ¿Fue correcto que el diario publicara la nota por la agresión contra sus fotógrafos? Un examen del episodio y de su tratamiento periodístico pone en evidencia los siguientes hechos:
La función del periodista y del medio de comunicación es la de servir de intermediarios entre el hecho y el lector. Esa función supone transparencia, es decir, la eliminación de cualquier elemento que interfiera y vuelva opaca o ambigua la tarea de intermediación por ejemplo: los intereses personales, de empresa o de grupo político, religioso, económico, etc o el interés personal del periodista, que puede ser económico, político o de figuración. Se busca esa transparencia a través de distintas normas, como la de evitar la mezcla de información y opinión, o la de suprimir todo acto de protagonismo del periodista. A esto último se refiere la expresión: " los medios no somos noticia."
En el caso del fotógrafo golpeado, o del periodista amenazado, herido, secuestrado o muerto, o del periódico atacado, o de la edición incautada por las autoridades o por algún delincuente, la noticia no es el medio, sino el ataque que niega a la población un derecho fundamental: el de recibir una información libre. Si esa negación de un derecho proviene de una autoridad, el caso asume una importancia noticiosa aún mayor y hace más apremiante el deber de informarlo porque el protagonista es un derecho ciudadano.
También puede darse el caso del periodista, o del medio, protagonistas cuando la afirmación de la presencia del medio o del periodista en el escenario del hecho, confirma y refuerza la veracidad de la noticia. Esto ocurre, por ejemplo, cuando el periodista se convierte en el único testigo de un hecho de magnitud. Allí el " yo fui testigo" asume el carácter de documento testimonial que apoya una verdad.
Documentación.
Los medios de comunicación y, por consiguiente, el informador, sirven a la verdad haciendo de puente sólido y fidedigno entre un hecho noticiable y el público. No se trata de una labor automática o mecánica sino de un trabajo responsable cuando el periodista informador tiene que acercar, íntegramente, un hecho más o menos lejano o más o menos conocido, pero siempre de interés común, al público. En este acercar el hecho noticiable, el periodista interviene con habilidad al trasladar la verdad de la manera más comunicativa, como testigo, como conocedor del problema tratado, como un hombre, profesional, de confianza, como investigador capacitado de datos desconocidos, pero necesarios, para llegar a la verdad entera, etc. En todo caso, su información debe ser no solo transparente desde el pun
Luka Brajnovic.
En Deontología periodística. Ediciones Universidad de Navarra. Pamplona, 1978.