En determinados momentos las cosas deben ser llamadas por su nombre. ¿Cómo saber cuándo es ese momento? Al escribir no sé qué palabras usar para no opinar. ¿Cómo ser imparcial y equilibrado, sin ser cómplice? Los Manuales de Redacción contienen normas claras para evitarle al periodista el peligro de contaminar su versión de los hechos con opiniones personales.
Ordena el Libro de Estilo de El País (Madrid): "Los periodistas deben llamar a las cosas por su nombre, sin caer en los eufemismos." Y cita ejemplos como estos: "El �impuesto revolucionario� debe ser denominado �extorsión económica�, al �reajuste de precios� debe llamárselo �subida de precios� y nunca un policía �tuvo que utilizar medios antidisturbios� sino que simplemente �los utilizó.� " (A. 2.3)
Otras normas: "han de quedar claras las circunstancias de tiempo en que se produce la noticia," "la información debe ser exacta. Hay que evitar expresiones como �varios,� �un grupo,� �algunos,� �numerosos� para sustituirlas por datos concretos."
"En los casos conflictivos hay que escuchar o acudir siempre a las dos partes en litigio," "El autor de un texto informativo debe permanecer totalmente al margen de lo que cuenta." "Jamás ha de escribirse que un personaje ha insinuado algo, si no se reproduce a continuación la expresión textual, de modo que el lector pueda corroborar la interpretación del periodista o discrepar de ella."
Como se ve, hay técnicas que le permiten al periodista llamar a las cosas por su nombre sin perder el equilibrio necesario para una información profesional.
Documentación.
El periodista no debe incorporar sus opiniones personales sobre los hechos de los cuales está informando. (1.02.02)
Para cualquier persona resulta imposible despojarse de sus ideas o de sus creencias. Esto quiere decir que la objetividad absoluta no existe en periodismo... Sin embargo esta circunstancia no lo exime de la responsabilidad que tiene de acercarse lo más posible a la objetividad, cosa que logra si se distancia de los hechos y los analiza con frialdad, lo cual, desde luego, no significa apatía o desinterés." (1.02.03.)
Noticia es la narración objetiva, veraz, completa y oportuna de un acontecimiento de interés general. Esta definición excluye, de hecho, cualquier opinión personal del periodista. (A 2.05.01)
El periodista debe procurar asumir una actitud de distanciamiento crítico tanto del tema como de los personajes o protagonistas de la noticia. Debe dudar siempre de la solidez de los datos que se le suministran, examinar las eventuales contradicciones entre las distintas versiones que se le presentan y cuestionar en todo momento sus propios prejuicios en relación con el tema. (a. 2.05.04)
El adjetivo valorativo es una palabra cargada de dinamita, que debe utilizarse con suma prudencia y en muy escasas y precisas oportunidades. En primer lugar, es la puerta ancha por donde suelen introducirse las opiniones del periodista. En segundo lugar esto no siempre complace al lector. Casi siempre hay un dato concreto que puede reemplazar al adjetivo valorativo.
(a. 3.01.24)Del Manual de Redacción de El Tiempo, de Bogotá, Colombia.