Me parece que el accidente del avión de Germanwings puso al descubierto lo poco preparados que están los periodistas para informar sobre estas catástrofes. ¿Qué normas hay para hacerlo bien?
22 de Julio de 2016

Me parece que el accidente del avión de Germanwings puso al descubierto lo poco preparados que están los periodistas para informar sobre estas catástrofes. ¿Qué normas hay para hacerlo bien?

Foto: Pixabay

Me parece que el accidente del avión de Germanwings puso al descubierto lo poco preparados que están los periodistas para informar sobre estas catástrofes. ¿Qué normas hay para hacerlo bien? R.-Desde el punto de vista de la excelencia ética es aconsejable acercarse a esta clase de información con la predisposición de prestar un servicio: a las víctimas, al público y a las autoridades.
Se excluye, por tanto, el ánimo utilitario de aprovechar el cubrimiento del hecho para aumentar la circulación o la sintonía. Esas motivaciones tienen que ser reemplazadas por la voluntad de servir.
La información en estos casos puede contribuir a una mirada serena por parte de las víctimas y a una mayor solidaridad de parte del público. Las mismas autoridades pueden tener un conocimiento más claro de los hechos con la ayuda de la información periodística.
Para el periodista llega a ser una motivación responder al pensamiento de ofrecer una información que ayude a la no repetición del hecho trágico, sea que se trate de un accidente de carretera, de una catástrofe aérea, de un envenenamiento colectivo o de un incendio. Si se trata de fenómenos naturales: inundaciones, terremotos, derrumbes o contaminación de ríos, la averiguación del periodista tendrá que ver con las medidas de prevención o de amortiguación del daño.
Para lograr una ayuda eficaz a través de la información será necesario que el periodista ofrezca información precisa y comprobada, lo cual implica una serena recolección y comprobación de los datos. El periodista, por tanto, evitará contagiarse del nerviosismo general y obrar con sangre fría y disciplina sobre sus emociones. Informará sin prisa, en consecuencia para prevenir informaciones apresuradas o contaminadas por la emoción.
Se trata, por tanto, de prestar un servicio eficaz en un momento en que la mayoría de las personas sufre el impacto del hecho trágico.
Documentación
Es fundamental que el periodista tenga conciencia de que en la cobertura de una catástrofe o de una emergencia, la prensa cumple una importantísima función social, que debe ejercer con la mayor responsabilidad. Los medios constituyen uno de los principales sitios a los que recurre la población en busca de información. Es preciso que el periodista tenga presente que la información que proporcione podrá contribuir, por ejemplo a:
Llevar tranquilidad a los damnificados y a sus allegados al proporcionarLa nómina de muertos y de personas buscadas. Nómina de personas halladas con vida. Nómina de heridos, enfermos y establecimientos donde están internados. Nómina de personas dadas de alta. Familias evacuadas y lugares donde se albergan. Teléfonos y lugares donde se puede obtener información. Precisiones respecto de que la catástrofe no volverá a repetirse o de que se espera un mejoramiento de la situaciónPrevenir consecuencias más serias: precauciones respecto del agua y de los alimentos. Orientar a los afectados en la recepción de ayuda Canalizar los aportes solidarios de la población. Evitar que se agrave el caos propio de estos desastres: difundir qué elementos no son necesarios, actualizar la nómina de calles cortadas o de tránsito congestionado; detallar los servicios que están interrumpidos. Señalar los grupos humanos que no están atendidos. Hacer públicas las propuestas para paliar la situación
Contra las reglas habituales de la redacción periodística será necesaria la reiteración de los mensajes. Se está cumpliendo un servicio a la comunidad.
Sibila Camps: Periodismo sobre catástrofes. Paulinas, Buenos Aires, 1999. P. 28 y siguientes.

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