Consultorio Ético de la Fundación Gabo
29 de Septiembre de 2016

Consultorio Ético de la Fundación Gabo

¿Considera usted la creación de un código de ética periodística, o que cada empresa diseñe su propio documento rector? Los códigos son instrumentos pedagógicos que familiarizan al periodista con unos valores esenciales de su profesión por tanto, hablan el lenguaje o responden a las preguntas que surgen en cada grupo humano.
Lo importante es que mantengan su carácter de acuerdo voluntaria y libremente adoptado por los periodistas, unidos o en una agremiación, o en la redacción de un medio.
Debe tenerse en cuenta que, a diferencia de los reglamentos de trabajo o de las distintas formas de expresión de las leyes, el código ético es adoptado individualmente y de modo libre. Mientras las leyes se imponen desde fuera, heterónomamente, lo ético se acoge autónomamente.
Las empresas, en consecuencia, cuando en la introducción de los manuales de estilo incluyen una declaración de principios éticos de la empresa y de sus periodistas, no le pueden dar la fuerza de una imposición legal, sino la de un instrumento pedagógico que tendrá vigencia en tanto en cuanto, más allá de la sola publicación del manual, implique un proceso pedagógico de docencia, reflexión autocrítica e investigación a la luz de los valores éticos. Sólo así esa utopía individual o de grupo, que es un código de ética, influirá y marcará, dignificándolo, el trabajo periodístico.

Documentación.

Sería una equivocación pensar que los códigos deontológicos solucionan el comportamiento ético del profesional. Las razones son obvias y no hace falta enumerarlas una vez más. No obstante es necesario señalar unos fenómenos que dificultan la aplicación de la normativa de estos códigos a la vida práctica del periodista. Podemos considerar estas dificultades desde tres puntos de vista:
Hay códigos de ética periodística profesional promulgados por alguna entidad estatal o paraestatal con o sin participación de algún grupo de periodistas.
En un mismo país pueden existir varios códigos deontológicos periodísticos correspondientes a diversas organizaciones profesionales.
Hay códigos que para evitar esta proliferación reducen sus normativas a unos cuantos principios vagamente formulados e incompletos por ser fruto de concesiones ideológicas.
En ninguno de estos tres casos la aplicación de las normas formuladas por los códigos es decisiva para todos los periodistas, principalmente por dos razones:
Porque contienen elementos que nada tienen que ver con la ética, por lo que no obligan moralmente
porque carecen de conceptos universales de moralidad, dejando amplias lagunas para llenar según el criterio de cada cual, y porque no indican obligatoriedad moral.
Los códigos deontológicos no cumplen su misión al ser impuestos por organismos o entidades no periodísticas, ni al ser formulados de manera confusa o raquítica.

Luka Brajnovic
En Deontología Periodística Universidad de Navarra. Pamplona, 1968. P 245.

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