Consultorio Ético de la Fundación Gabo
29 de Septiembre de 2016

Consultorio Ético de la Fundación Gabo

¿Qué tanto se lesiona la verdad periodística con el periodismo cívico o público? Si por periodismo cívico se entiende la producción de una información periódica que " reconecta a los ciudadanos a la vida pública, potencia la capacidad de deliberación de la ciudadanía, ofrece información con miras a la participación, apoya los procesos ciudadanos con un buen cubrimiento y especialmente con un adecuado seguimiento, da elementos para la creación de un capital social al tiempo que pone a los medios en calidad de actores y promotores del diálogo social," habría que concluir que en nada se lesiona la verdad, por el contrario, la verdad gana en amplitud y en profundidad como resultado del elemento que este periodismo incorpora a la información: el punto de vista y la iniciativa de la ciudadanía, con lo que se restablece un equilibrio necesario.
En efecto, la información tradicional tiende a recargarse de puntos de vista, críticas y propuestas hechas desde el poder y a dejar como elemento de menor importancia cuanto el ciudadano común tiene para decir.
Si, en cambio, se entiende por periodismo cívico o público, ese periodismo de campañas para toda suerte de propósitos cívicos: mantener limpia la ciudad, respetar el mobiliario público, informar a la policía, etc. esto puede llegar a lesionar a la verdad si esas campañas son operaciones publicitarias, legítimas pero sin naturaleza periodística. Además, la publicidad tiende a manejar medias verdades y esa es la lesión a la verdad en que podría incurrir ese mal llamado periodismo cívico.

Documentación.

Davis Merritt expone los cambios fundamentales que propone el periodismo cívico:
Va más allá de la limitada misión de contar las noticias hacia la contribución a que la vida pública marche mejor y actúe según este imperativo. Si la vida pública marcha bien la verdadera deliberación ocurre y conduce a potenciales soluciones.
Va más allá del distanciamientos para comprometerse en la vida pública. Sus practicantes saben que son ciudadanos además de periodistas.
Va más allá de las preocupaciones por las distancias adecuadas para ocuparse de las conexiones adecuadas, la separaciones se cuidarán de sí mismas.
Va más allá de la descripción de lo que está mal, imaginando cómo sería si fuese bien. Describe las posibilidades reales inherentes a las soluciones inmediatas e informa al público acerca de sus opciones potenciales para el futuro.
Va más allá de la percepción de la gente como consumidora -como lectores o no lectores, como grupos que deben ser informados- y los ve como públicos, como actores potenciales para llegar a soluciones democráticas a los problemas públicos. Busca caminos para fortalecer la conexión del público y la deliberación, para construir la capacidad del público para alcanzar soluciones.
Davis Merritt
Citado por Ana María Miralles en Una Idea de Periodismo Público, Editorial Universidad Pontificia Bolivariana, Medellín, 2000. P. 49 y 50.

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