¿Quién debe regular lo que se transmite en los medios radioeléctricos? Por primera vez se debate en mi país un proyecto de ley para regular la responsabilidad social en radio y en televisión.
La regulación de contenidos es un deber y un derecho de la población de televidentes, oyentes o lectores. A ellos les corresponde estimular mediante una generosa recepción, o sancionar a través de una baja o nula sintonía o circulación de los medios. Este es el mecanismo más eficaz y democrático para controlar los contenidos de los medios.
Las otras opciones de control presentan graves inconvenientes a los ojos de una sociedad democrática. El gobierno no es el más apropiado para hacerlo, a pesar de su calidad de promotor y defensor de los derechos de las personas porque él, a su vez, es fiscalizado por los medios y una ley de esa naturaleza lo convertiría en juez y parte los medios mismos mediante prácticas de autocontrol podrían ejercer esa función, pero la práctica ha demostrado que prefieren defender sus intereses con toda clase de armas, aún cuando lo que está de por medio es un claro interés social. Queda, por tanto, la alternativa de la población que es la que los gobiernos pretenden sustituir. La acción oficial, en cambio, se podría orientar hacia la promoción y estímulo de grupos ciudadanos que conformen audiencia
Documentación.
La población encuestada (en un sondeo hecho en febrero de 2001 entre 2017 personas de 6 ciudades del Perú por la Asociación de Comunicación Social, Calandria) cree que los medios pueden cambiar bajo la influencia de la ciudadanía. No es el rating el que determinaría la voluntad popular con respecto a los medios, sino su opinión. Y evidentemente no están contentos con ellos. Es desde esta perspectiva que se ubican para formular la posibilidad de su participación. El Estado, las empresas y otros tienen un menor porcentaje, un 19% cada uno. Es decir, se le da preponderancia a los ciudadanos consumidores de medios como los llamados a conseguir cambios. Ya en febrero del mismo año se solicitaba más participación de la ciudadanía, incluso presentando formas concretas de hacerlo dentro de la programación. Todo lo cual revela la importancia que se le debe otorgar al ciudadano en la definición de los medios y en la participación en procesos electoral
Esta disponibilidad para participar y vigilar es formulada desde propuestas referidas en este caso a los procesos electorales, tales como: ser protagonista en programas de los medios en diálogo con candidatos. Mediante llamadas telefónicas. Organizando foros ciudadanos de discusión.
La Veeduría parte de la constatación de esta demanda ciudadana. Además de los principios democráticos que la iluminan, hay una apuesta a que los ciudadanos tengan una real influencia en la definición de los medios, llegando inclusive a dejar de darle sintonía a programas que no satisfagan sus expectativas. Bajo la consideración de que los medios masivos constituyen un servicio público cuya responsabilidad no está sólo en los empresarios, productores, periodistas y trabajadores sino en quien recibe y consume información y entretenimiento: los destinatarios de la oferta comunicacional.
Rosa María Alfaro Moreno
En Ciudadanos "de a de veras." Asociación de Comuni