Consultorio Ético de la Fundación Gabo
29 de Septiembre de 2016

Consultorio Ético de la Fundación Gabo

¿Debe el periodista considerarse un trabajador común o esforzarse por mantener una visión idealista de su profesión? ¿Qué opina de las empresas de consultoría que contratan algunos medios de comunicación? El ejercicio del periodismo supone una relación de servicio a la comunidad de los lectores y a la sociedad, aún más estrecha que la de cualquiera otra profesión. El periodista no solo registra la historia de la sociedad como un espectador ajeno y distante, sino que hace parte de esa historia y cultiva un vínculo de solidaridad con ella. Esto lo diferencia de cualquier otro profesional y le da un acento de idealismo que lo define con mayor vigor que cualquiera otra característica. Basta observar las expresiones que utilizan distintos códigos de ética:

"La información se comprende como un bien social y no como un simple producto. Esto significa que el periodista comparte la responsabilidad de la información transmitida y que es responsable frente al gran público, tomando en cuenta la diversidad de los intereses sociales". (Código de UNESCO

"La información debe tratarse, no como una mercancía sino como un derecho fundamental de los ciudadanos. Por tanto, ni la calidad de las informaciones u opiniones, ni el sentido de estas deben ser explotadas con el fin de aumentar los lectores y, en consecuencia, los ingresos por publicidad". (Código Europeo de Deontología del periodismo)

"La función principal del periodismo es la búsqueda y difusión de la verdad sobre asuntos de interés público y la defensa de los valores esenciales del ser humano". (Declaración de Principios del Periodismo Centroamericano)

Cada uno de estos textos habla de una empresa distinta de las que solo buscan el lucro por tanto, supone un ejercicio profesional en todo diferente del que desempeña un trabajador común.
Las empresas de consultoría que asesoran a los periódicos son de muy variada naturaleza. Las hay de mercadeo, de diseño, de circulación, de mantenimiento de equipos, etc. Cada una de ellas puede ser útil para un periódico, salvo que desconozca su naturaleza propia, esa que hace de un periódico algo distinto de cualquiera otra empresa industrial.

Documentación.

La literatura enumera las diferentes posibilidades en cuanto al papel profesional o la autopercepción de los periodistas. Lo más común es la formulación idealista de dos tipos contradictorios. Uno es el periodismo objetivo y neutral, distanciado pasivamente de los eventos que se tratan. Lo opuesto es el periodismo comprometido, participativo y socialmente obligado, que promueve causas. En realidad estas dos percepciones no se excluyen. Un periodista puede sentirse igualmente comprometido al reportaje objetivo y neutral y, experimentar una obligación social. La síntesis no debe dar, sin embargo, el mismo peso a los dos elementos, sino poner énfasis en la selección de noticias. El papel del defensor debe ser secundario. La noción de selección de noticias (gatekeeping) supone la existencia de algo llamado información o noticia neutral u objetiva. El periodista es considerado como agente neutralmente distanciado para poder transmitir información con objetividad y ética profesional. La objeción principal que se plantea contra esta concepción del periodismo es que los órdenes existentes son aceptables incuestionablemente y se evita la aceptación de responsabilidad política. En vez de hacer preguntas críticas acerca de la responsabilidad social, se considera objetivamente a la clase gobernante como su portavoz. Parece excesivamente exagerada esta crítica porque en una democracia el periodismo de notificación todavía tiene importantes tareas que realizar.
El defensor, por otra parte, se considera campeón de ciertos grupos que están socialmente desposeídos y que no pueden representar sus intereses ellos mismos, como cuarto estado, impidiendo el abuso del poder. Esto puede implicar, por lo menos, un esfuerzo para cambiar la estructura social. El defensor no se siente obligado al principio de la neutralidad de valores, más bien se identifica con los valores del público o partes el público mismo y hace una campaña vigorosa por la difusión de ciertas ideas y hechos sin alegar que posee la verdad fundamental sobre el asunto que está siendo tratado. Esta concepción del periodismo, sin embargo, puede también proporcionar la legitimidad propia que provoca la supresión de información no considerada provechosa para ciertos grupos o para el público.

Michael Kunczik
Conceptos del Periodismo. Fundación Ebert. Bonn 1991. Pág. 61 y 62.

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