Consultorio Ético de la Fundación Gabo
29 de Septiembre de 2016

Consultorio Ético de la Fundación Gabo

¿Qué principios éticos debieron tenerse en cuenta en el cubrimiento del atentado contra el club El Nogal, de Bogotá? Los análisis y comentarios que se hicieron sobre el cubrimiento periodístico de este atentado contra las instalaciones de un club que a esa hora estaba lleno de personas que disfrutaban de su descanso de fin de semana, coinciden en estos aspectos:El peligro de transmitir en directo un hecho en el que, junto con un intenso sufrimiento (muertos, heridos, desaparecidos, damnificados) hubo confusión (¿quién lo hizo? ¿Por qué? ¿Cómo? etc.) y era previsible un profundo impacto en la audiencia (miedo, rabia, sufrimiento, impotencia, desespero)
A pesar de estas características del hecho, los canales de televisión transmitieron en directo más preocupados por la competencia que por cualquier otro factor.La falta de preparación de los editores y de los encargados de la transmisión. Presentadores de la información in situ, que contagiaron su nerviosismo a la audiencia que olvidaron el sufrimiento de las víctimas y sólo tuvieron en cuenta la oportunidad de una entrevista a heridos en sus camillas, a sobrevivientes que no se habían recuperado del impacto emocional a parientes en choque por la angustia.El irrespeto a la intimidad de la persona que sufre. Editores y camarógrafos que aún creen que la imagen periodística es el primer plano de alguien que llora o que grita su sufrimiento.La irreflexión en el uso de la información, que convirtió a los medios, la televisión, sobre todo, en instrumentos pasivos de los terroristas. En efecto, no hubo una acción autónoma que asumiera el control del potencial de esa información para difundir terror, crear desconfianza y notificar el poder del terrorista. Por el contrario, hubo una dócil aceptación de ese potencial.

Documentación.

En realidad no hay forma alguna de que medios de comunicación de occidente puedan ignorar un acontecimiento que ha sido específicamente ideado para satisfacer sus necesidades. Los terroristas de la televisión no pueden prescindir del medio mucho más de lo que este es capaz de resistirse al fenómeno del terror. Los dos mantienen una relación simbiótica de tal naturaleza, que cualquier restricción impuesta a uno de ellos estrecha los límites del otro. Ser libre para un medio significa estar dispuesto para ser capturado por acontecimientos espectaculares. Y los medios de comunicación han sido capturados, han demostrado estar completamente indefensos, ser totalmente vulnerables. De todos los fundamentos de una sociedad democrática libre, el más importante, - la libertad de conocer, de estar i

J. Bowyer, citado por Grant Wardlaw.
Terrorismo Político. Teoría, táctica y Contramedidas. Madrid, 1986. P. 144.

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