En la discusión sobre la publicación de imágenes sangrientas para informar sobre actos terroristas, no es claro si se pueden publicar o no. ¿Qué criterios éticos hay? Recojo normas que resultan de las reflexiones de distintos autores, no sin antes advertir que sobre esta materia la gran guía es la sensibilidad hacia los derechos y la dignidad de las personas.La oficina de prensa del gobierno español publicó en 1986 un documento sobre el tema en el que sugiere
Adecuar esas informaciones a cada tipo de público de acuerdo con sus niveles de sensibilización social, la difusión del medio y la dimensión real del hecho.
Ejercer el autocontrol con criterios estrictamente profesionales. (La guía de los intereses comerciales del medio se convierte en la madre de todos los errores. Nota del Consultorio.)
El código de los periodistas suecos propone "siempre muestre la mayor consideración para las víctimas." (A7, 8, 12)
El código de Alemania Federal indica: "Se debe evitar la descripción en forma inadecuada y sensacionalista, de la violencia y la brutalidad." (a. 10)
Los periodistas de Túnez incluyen en su código: "evitar la apología del crimen." (I 4)
Anota Niceto Blázquez que es necesario superar "la manía de creer que la libertad de dar noticias es un valor absoluto...el público tiene derecho a conocer lo que ocurre, pero no todo."
Agrega Carlos Soria que "puede resultar contraproducente alimentar un clima de incertidumbre que, además de preparar la dictadura del miedo, comporta mayores efectos negativos."
Además, indica el mismo Soria "existe una especie de culto a la violencia que lleva al culto de las malas noticias... y al culto de la espectacularidad."
Concluyo que no serían normas sanas radicalismos como "debe publicarse todo," o " deben suprimirse estas o aquellas imágenes," en cada caso es necesario un equilibrio dictado por la voluntad de prestar el mejor servicio a la audiencia ese mejor servicio se obtiene con una información completa que es la que da una visión total de los hechos y que va más allá de los simples datos de los sentidos e induce al receptor de informaciones a utilizar su inteligencia para analizar y examinar los hechos por dentro, no solamente en su superficie.
Documentación.
(Sobre la información fotográfica del atentado del 11 de marzo de 2004 en Madrid.)
La reacción de la prensa internacional
Analizar las portadas de la prensa internacional y los comentarios de sus responsables dice mucho sobre ese compromiso íntimo entre medio y público, subrayado por el director de El Correo.
En Estados Unidos se optó mayoritariamente por dos opciones respecto a la imagen distribuida por Reuters:La primera fue dar la foto completa, como hizo el Washington Post. Algunos maquillaron el impacto sobreimponiendo títulos, como la revista Time.
La segunda opción fue cortar la foto dejando fuera el detalle sangriento de la pierna arrancada.
El código de conducta de la Sociedad de Periodistas Profesionales (SPJ) lo deja claro: "No distorsionar nunca el contenido de fotos o vídeos informativos".
Los diarios estadounidenses se apegaron a la letra: apostaron por la gente y dejaron fuera la carne.
La prensa británica fue la más timorata. Sin distinción ideológica, los diarios de calidad británicos convirtieron ese miembro sangrante en piedra gris (The Guardian) o la hicieron desaparecer (The Daily Telegraph). Incompatibilidad con el té y las pastas.
También con la caipirinha. Jornal do Brasil eligió el borrado.
La gomita de Photoshop tuvo mucho trabajo aquel día.
El que estaba de vacaciones era el Código de Conducta de la Comisión de Quejas a la Prensa (PCC), el organismo de autorregulación de los medios ingleses, que dice en su primer punto, al hablar de la precisión:
"Diarios y periódicos deben tener cuidado de no publicar imágenes sin precisión, engañosas o distorsionadas."
El 11-S, los diarios estadounidenses ocultaron los muertos. Los hierros retorcidos del World Trade Center, el humo y las siluetas de los bomberos son la imagen de aquella tragedia.
El 11-M pervive en las víctimas en los trenes destrozados, en el agujero negro de ese cercanías que parece el ojo del infierno, en el ojo hinchado de un muchacho y en el llanto y las velas rojas.
La prensa inglesa ha reflexionado sobre su comportamiento y las conclusiones son patéticas.
Para el subdirector de Información de The Guardian, Paul Johnson, la fotografía llegaba "justo al límite de lo que podemos utilizar en primera página". El límite de lo que los lectores del diario progresista británico pueden soportar.
Johnson defiende la conversión del rojo sangre en piedra gris para no eliminar ningún elemento de la foto. Un arabesco intelectual de gran tradición británica: enmascarar las cosas sin hacerlas desaparecer.
¿Reflejos victorianos o corrección política?
Fue una curiosa decisión cuando el propio código ético del diario indica que todas las fotografías retocadas deben ser identificadas como tales.
En el conservador Daily Telegraph lo tienen más claro. "Es una cuestión de gusto. Puedes limpiar una imagen si no cambia el contexto", dice su editor fotográfico, Bob Bodman.
La importancia de una pierna
En tiempos de gore y manga, con obscenidades y violencia por todos lados, es curiosa la importancia de una pierna: sólo un trozo de carne sangrante.
Alrededor estaba la muerte y el verdadero dolor. La incógnita de los responsables y la tragedia de todos, comenzando por las víctimas y sus familiares.
Y tanta gente reparando en una pierna.
Como defiende Arnedo, la clave es el íntimo compromiso con los lectores. Cada cual sabrá sobre qué principios se funda.
Juan Varela es periodista español. Esta reflexión se toma del www.saladeprensa.org