¿El periodismo en Latinoamérica y en Chile enfrenta una crisis de valores éticos? De las consultas que llegan a esta página y del intercambio con los periodistas en los talleres de ética dictados en todo el continente, se puede concluir que hay asuntos críticos, como el de la independencia en el ejercicio profesional.
Entre los temas consultados y discutidos este es el que con mayor frecuencia viene a cuento. Si se suman los problemas que generan los salarios injustos que pagan los medios de comunicación, las amenazas desde el interior de los medios y las que proceden de fuera, las presiones que llegan a las redacciones desde los distintos centros de poder político, o gubernamental, o económico o militar, se concluye que los dilemas éticos más comunes tienen que ver con el valor ético de la independencia y que, tanto en la formación de periodistas como en el apoyo para el ejercicio profesional, este debe ser un tema prioritario.
El otro punto crítico tiene que ver con la responsabilidad social. Los dilemas que plantea la conciencia de este valor están referidos, en primer lugar, a los efectos del acto comunicativo, es decir, al impacto dañino o injusto, o desproporcionado de una noticia o de un comentario, que lesionan la intimidad, o la honra, o los derechos de personas, entidades o de la sociedad.
Otra clase de dilemas es el que resulta del mal uso o la ignorancia del poder que tiene la comunicación. En muchos casos el error no es de acción sino de omisión, o sea de no utilización del ejercicio profesional para beneficiar a personas o a grupos sociales.
En los distintos países suelen aparecer, por épocas, discusiones inspiradas en la respuesta de los medios de comunicación a situaciones específicas. En el caso chileno las actuaciones de los medios frente a las investigaciones públicas sobre pedofilia, estimularon una polémica sobre la responsabilidad social de los medios, sobre el derecho a la intimidad, sobre las relaciones entre información pública e investigaciones judiciales. La vehemencia con que estos temas se discutieron dio la apariencia de estallido de una crisis ética pero mirados los hechos a distancia y con serenidad, revelan la existencia de un proceso normal dentro de la elaboración de una conciencia ética y del afinamiento de una sensibilidad ética. No hay elementos para hablar de una crisis.
Documentación.
Al culminar una encuesta con periodistas de América Latina el jefe del equipo encuestador anotó con tristeza: la de los salarios es la segunda mayor inquietud de los periodistas. Aludía a situaciones como la que encontró en Perú en donde un periodista radial de Lima declaró que ganaba 55 dólares al mes. Con todo era un salario superior al de los periodistas de algunas áreas de la provincia de La Paz, en Bolivia, de 45 dólares mensuales. Fueron los casos más dramáticos en un panorama laboral oscuro.
De los encuestados el 61.8% manifestó que recibía 400 dólares al mes. El 72% reveló que para aumentar las entradas del hogar, la esposa también debía emplearse. El estudio hecho por un equipo de la Universidad Internacional de Florida en los cinco países del Pacto Andino, permite relacionar la mayor parte de los problemas éticos de los periodistas con las condiciones laborales en que se mueven. Cerca del 60% de los entrevistados admitió que conocía al menos a un periodista sobornado. En Honduras se inició un intenso movimiento para adoptar un código ético cuando se conoció una lista de periodistas que habían sido comprados por una institución gubernamental, pero nadie puso en cuestión el régimen laboral de los periodistas de ese país. El equipo encuestador se encontró en Ecuador una li
Al examinar las inquietudes más comunes de los periodistas, tal como las recogió el equipo de la Universidad de Florida, se encuentra una estrecha relación entre las que se mencionan como prioritarias. A la mayoría de los periodistas (28%) les inquieta la independencia en las redacciones. Pero esta tiene que ver con la segunda preocupación, la de los salarios, manifestada por un 19.8%. A su vez, la deficiente preparación de los periodistas parece justificar los bajos salarios. "Queremos pagarles mejor a los periodistas, pero cuando ellos estén mejor preparados," le dijo un ejecutivo de un periódico de Guayaquil a los investigadores. Tiene un carácter excepcional entre los códigos, un artículo de los periodistas costarricenses que considera un deber ético "esforzarse permanentemente por p
Michael Kunczik, compilador de "Ethics in journalism"Fundación Ebert, Bonn, 1999. Páginas 240-241