Consultorio Ético de la Fundación Gabo
26 de Septiembre de 2016

Consultorio Ético de la Fundación Gabo

Estoy recién graduado y me gustaría trabajar independiente. ¿Sería conveniente comenzar mi carrera en solitario? Sobre esto hay tantos consejos como experiencias. La que creo más común es la del periodista que, recién graduado, siente que la universidad le enseñó, pero que la aplicación de esa enseñanza tiene que aprenderse en la redacción de algún medio con las prisas de cada día, el intercambio con otros reporteros, los reproches o estímulos de un editor, el carácter variable de algún jefe de redacción, las críticas, autocríticas, o comentarios de buena o mala laya. El periodismo real se aprende en ese ambiente y con los que están inmersos en esa práctica por sus tareas de todos los días. Un periodista puede hacer su carrera en solitario cuando, tras un período suficiente de aprendizaje práctico, siente que tiene la solvencia suficiente para trabajar solo y con eficacia. La sola presentación de un cartón de grado no convence sobre la calidad periodística de una persona a ese cartón hay que agregarle trabajo de calidad y esto, en periodismo, es el resultado de una formación académica y de una experiencia en la cotidianidad del oficio.

Si hay experiencias de ese ejercicio en solitario al salir de la universidad, no las conozco. En cambio, aún para un ejercicio profesional con experiencia, las prácticas actuales indican la necesidad de un trabajo en equipo. Las severas exigencias del periodismo moderno así lo están imponiendo.

Documentación.

Lo que nosotros hacemos no es un producto, ni tampoco una expresión del talento individual del reportero. Tenemos que entender que se trata de una obra colectiva en la que participan las personas de quienes obtuvimos las informaciones y opiniones con las que realizamos nuestro trabajo. Por supuesto que un periodista debe tener cualidades propias, pero su tarea va a depender de los otros: aquel que no sabe compartir, difícilmente puede dedicarse a esta profesión.

El periodismo, en mi opinión, se encuentra entre las profesiones más gregarias que existen, porque sin los otros no podemos hacer nada. Sin la ayuda, la participación, la opinión y el pensamiento de otros, no existimos. La condición fundamental de este oficio es el entendimiento con el otro: hacemos y somos, aquello que los otros nos permiten. Ninguna sociedad moderna puede existir sin periodistas, pero los periodistas no podemos existir sin la sociedad.

De allí se deriva que una condición fundamental para ejercer este oficio consiste en ser capaz de funcionar en conjunto con los otros. En la mayor parte de los casos nos convertimos en esclavos de situaciones en donde perdemos autonomía, donde dependemos de que otro nos lleve a un lugar apartado, de que otro decida hablarnos de aquello que estamos investigando. Un periodismo no puede ubicarse por encima de aquellos con quienes va a trabajar al contrario, debe ser un par, uno más, alguien como esos otros, para poder acercarse, comprender y luego expresar sus expectativas y esperanzas.

El mejor camino para obtener información pasa por la amistad, decididamente. Un periodista no puede hacer nada solo, y si el otro es la única fuente del material en que luego habrá de trabajar, es imprescindible saber ponerse en contacto con ese otro, conseguir su confianza, lograr cierta empatía con él. Durante mi experiencia profesional tuve muchos amigos que carecían de esta disposición de hacer amigos entre la gente, y tuvieron que dejar el periodismo porque no pudieron hacer mucho.

Ryszard Kapuscinski.
Los cinco sentidos del periodista. Fondo de Cultura Económica y Fundación Nuevo Periodismo. México, 2003. P. 16 y 17.

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