Respecto de la venta de publicidad por parte de los periodistas, en mi país lo hacen frecuentemente los comentaristas deportivos. ¿No es válido hacerlo desde una actividad ligada al entretenimiento? La información deportiva es periodismo, no entretenimiento. Como tal tiene toda la dignidad y respetabilidad de cualquier información periodística y, en consecuencia, debe ser independiente.
Mantener la sección deportiva de un periódico o noticiero como una rueda suelta de la redacción, crea el equívoco de que el periodismo deportivo es una forma menor del ejercicio profesional en la que son más débiles el rigor y la responsabilidad para con la sociedad.
La importancia social del deporte bastaría para desmentir esa idea. Es cierto que las disciplinas deportivas se clasifican como entretenimiento, pero la información sobre ellas es mucho más que un simple entretenimiento porque ejerce una influencia profunda tanto en los que se aplican profesionalmente a esas prácticas como a los que acceden a ellas en calidad de espectadores. Esa información se rige por todas las normas de cualquier trabajo periodístico y entre ellas está la de separar radicalmente publicidad e información.
La explicación de esta tajante norma es que una información periodística sólo es creíble cuando es y parece independiente. Un comentarista o redactor deportivo que vende cupos publicitarios no es creíble para nadie siempre predominará la imagen de vendedor y de sus intereses personales, sobre la del profesional de la información.
Documentación.
El periodismo deportivo ha experimentado muchos cambios en las últimas décadas y seguirá cambiando, según afirman Bruce Garrison y Mark Sabljak. De hecho, señalan "estamos en medio de un proceso revolucionario" y que "el periodista deportivo está cada vez menos orientado hacia los hechos y más hacia los procesos. No es suficiente presentar sólo el resultado final de un encuentro. Los incidentes al margen del terreno de juego sin tan importantes como los del juego mismo".
Dichos periodistas explican que actualmente los cronistas deportivos elaboran sus reportajes desde una perspectiva interior con creciente frecuencia, optando por informar en profundidad y ampliando el cubrimiento del deporte femenino y de los deportes individuales tanto como el de los deportes en equipo. Afirman que los cronistas deportivos están adoptando "una actitud de mayor neutralidad al informar sobre los equipos locales" y que ahora hacen más artículos de fondo, han mejorado la recolección de información e incluso redactan mejor.
Según Garrison y Sabljak fue principalmente la influencia que ejerce el cubrimiento de la televisión la que llevó a estos cambios. Las crónicas deportivas son ahora "más perceptivas e interpretativas", con menor énfasis en los resultados y más en las razones que las produjeron. Los diarios, en especial los vespertinos "comenzaron a recurrir a un estilo revista, más profundo, con más material de artículos de fondo y mayor análisis". Los periodistas siguieron proporcionando a los lectores las respuestas sobre los interrogantes básicos quién, qué cuándo y dónde y también cómo, aunque en menor medida".
Hach y Rohnicki.
Periodismo Académico. Educar. Bogotá 1994. Página 107