¿El código del Círculo de Periodistas de Bogotá ha sido actualizado? ¿Hay publicaciones recientes sobre ética? El código en este momento es objeto de revisión por parte de la Comisión de ética del Círculo.
Esa actividad obedece a la convicción de que los códigos necesitan una actualización permanente por cuanto la vida de los periodistas cambia sin interrupción y por tanto presenta nuevas demandas éticas cada día.
La Comisión de ética es una entidad creada para verificar la aplicabilidad del código, mediante el estudio de los casos éticos que le someten los periodistas y los ciudadanos corrientes. Generalmente se trata de quejas por actuaciones presumiblemente censurables, de periodistas o de medios. Puesto que el estudio de cada caso debe apoyarse en el código, puede comprobarse si responde o no a los hechos que se le proponen.
La Comisión se limita al estudio de los casos, pero no asume funciones de tribunal para absolver o condenar, porque parte de la convicción de que en ética nadie es juez de nadie, salvo de sí mismo. Cada una de sus conclusiones se convierte en material útil para resolver los dilemas éticos que el periodista confronta a diario.
Documentación.
Los códigos deontológicos (llamados también de práctica o de ética profesional) son documentos que recogen un conjunto más o menos amplio de criterios, normas y valores que formulan y asumen quienes llevan a cabo una actividad profesional.
A diferencia de los reglamentos que regulan los aspectos más superficiales de un trabajo, los códigos deontológicos se ocupan de los aspectos más sustanciales y fundamentales del ejercicio profesional, aquellos que lo distinguen como tal y entrañan su específica dimensión ética. Son más necesarios por tanto en aquellas actividades en las que los profesionales disponen de un mayor margen de decisión personal y en las que tienen que asumir responsabilidades más amplias por la índole y los efectos de sus decisiones.
Aunque las profesiones liberales disponían de estos códigos hace tiempo, cada vez son más frecuentes en otras actividades: códigos de ayuda humanitaria, de enfermería, de partidos políticos, de investigación aplicada, etc. Hay razones para esta proliferación. El incremento de la especialización laboral es una de ellas. Pero quizás ha influido más el intento de reaccionar frente al predominio actual de los criterios de eficacia técnica y de rentabilidad económica en nuestras sociedades. La necesidad de proteger y acentuar los compromisos éticos de cualquier actividad social está detrás de esta auténtica moda de los códigos.
Su actualidad es aun mayor si cabe en el ámbito de la comunicación por la importancia cada día mayor que tienen los medios en nuestras sociedades y por la sensibilización creciente hacia los problemas éticos derivados de este protagonismo. Más de tres cuartas partes de los códigos deontológico europeos del periodismo y la comunicación han sido creados o modificados en los años noventa. Esta moda no significa que el debate sobre ellos esté cerrado. Pese a ser el mecanismo de autorregulación más extendido, su aprobación no supone por sí la solución de los problemas éticos de comunicación, aunque representa la primera contribución a ello. Y en este tema toda contribución es necesaria.
Hugo Aznar.
Comunicación Responsable. Ariel, Barcelona. 1999, Páginas 17 y 18.
Otras publicaciones sobre códigos:
Códigos deontológicos de los medios de comunicación. Porfirio Barroso Asenjo. Paulinas, Madrid. 1984.
Deontología Informativa. Ernesto Villanueva. Universidad Iberoamericana. México, 1999.
ética del Periodismo y de la Comunicación. Alfonso Lopera. Universidad de Antioquia, 1990.
ética, Comunicación y Códigos del Periodismo. Luis López Forero y Luis José González. El Buho, Bogotá 1990.