¿Puede la prensa señalar a alguien como espía a partir de papeles anónimos, sin precisar públicamente ese detalle? Tema: El deber de confirmar la información.
R.- Como lo afirman los códigos de ética, el periodista no acoge fuentes anónimas, ni convierte en noticia los rumores ni los chismes.
Esta es una norma explicable porque preserva la credibilidad de periodistas y de medios. La credibilidad es la credencial mayor de los medios y de los periodistas y sufre un grave deterioro cuando una información resulta inexacta o falsa. Y este es el riesgo que se corre cuando la fuente de información no tiene rostro. El anonimato con que se protegen estas fuentes suele ser la forma cobarde que escogen personas que atacan por la espalda y sin dar la cara con la complicidad, o con la ayuda de la ingenuidad, la inexperiencia o el descuido del periodista que publica rumores o acusaciones de denunciantes sin rostro.
Además, aunque el denunciante se identifique es un deber del periodista dudar y confirmar la acusación con otras fuentes que sean diversas.
Estos cuidados son necesarios porque está de por medio la credibilidad del periodista y del medio, como ya quedó dicho, y el buen nombre de una persona. Si se alude al punto de vista judicial, es un deber presumir la inocencia de la persona acusada hasta que se produzca una sentencia; además, es una exigencia ética del periodista presumir esa inocencia y preservarla mientras no haya pruebas en favor o en contra. Con más graves razones se debe concluir que un anónimo acusador no merece atención alguna por parte del periodista.
Documentación
Los diarios y periódicos deberán tener el cuidado de no publicar material inexacto, engañoso o tergiversado.
Cada vez que se reconozca una inexactitud significativa, una declaración engañosa o una información tergiversada que hayan sido publicadas, deberán ser de inmediato corregidas y debidamente destacadas.
Los diarios, aun cuando tienen libertad para tomar partido, deben distinguir claramente entre el comentario, la conjetura y el hecho.
Código de prácticas de la prensa británica
Antes de aceptar una información sin una completa atribución, los redactores deben hacer todo el esfuerzo razonable para que conste. En caso de que no sea posible, los redactores deben considerar la posibilidad de buscar la información en otra parte.
Del Código de Conducta de The Washington Post
Los rumores no son noticia. Cuando el rumor sea utilizado por alguna persona o grupo como arma arrojadiza contra otro, se podrá denunciar este hecho, pero sin citar las acusaciones difundidas mediante esta argucia.
Libro de Estilo de El País, de Madrid. A 1,13
En El Colombiano los rumores no son noticia. En consecuencia, no recoge ni imprime rumores ni su congénere el chisme. Estos pueden ser el germen de una noticia pero no alcanzan la entidad de una información segura y veraz para los lectores. Pueden usarse como pistas o primeros pasos para llegar a una noticia verificadas y confirmada. Con esa calidad se les acoge y maneja.
Manual de Estilo y Redacción de El Colombiano, de Medellín. A.113
El Comercio no publica hechos no verificados.
La Veracidad de las fuentes. De ésta depende en gran parte el éxito o fracaso de la información. Es obligación del periodista evaluar la veracidad de los datos que ha obtenido, adjudicarla a una fuente que lo malinformó no lo exime de responsabilidad.
Manual de Estilo de El Comercio, de Lima. A 2.2 y 4.2
¿Puede la prensa señalar a alguien como espía a partir de papeles anónimos?
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