¿Cuál es la ética de las empresas privadas? Las empresas están hechas para satisfacer las necesidades humanas con calidad, por tanto actúan bajo el imperativo ético de la justicia y de la prudencia. Esta, para tomar decisiones que le permitan mantener el rumbo del servicio específico para el que fueron creadas. Una inversión en materia prima o en equipos, por ejemplo, debe estar guiada por ese propósito de prestar un servicio eficaz, que es lo que aconseja la prudencia y deben protegerse los intereses de clientes, de trabajadores y de accionistas, con el ejercicio de la justicia. En todo momento, pues, los valores éticos intervienen para mantener el equilibrio y la dirección correcta.
Las relaciones con las personas tienen que estar dirigidas por estos valores para que la empresa cumpla su función y para que contribuya al desarrollo armónico de la sociedad.Fernando Savater enumera las virtudes del empresario que son, obviamente, las que deben reflejarse en la empresa, y menciona la audacia porque "sin un mínimo de audacia, de asunción de riesgo y de arrojo, no se puede ser empresario". Agrega la capacidad de cooperación e imaginación para entender un interés común la prudencia, la responsabilidad y la eficacia o "capacidad de generar ganancias".
Documentación.
La ética de los negocios empezó a florecer hace treinta años en Estados Unidos. Y, como ustedes saben, nada prospera en Estados Unidos si no es rentable. Que la ética empresarial haya florecido en Estados Unidos es una buena carta de presentación si prospera en ese país es porque algo tendrá de rentabilidad. Lo curioso del asunto es que la experiencia que se tenía en el comienzo de la ética de los negocios es justamente la contraria de la que tenían los empresarios con quienes me reuní en el Congreso de la pequeña y la mediana empresa. La experiencia original en Estados Unidos es que la ética no solo no produce pérdidas sino que además, en una situación de incertidumbre, las únicas empresas que sobreviven y que incluso prosperan son las éticas. Y casi por definición, las empresas que no se comportan éticamente son, precisamente, las que desaparecen.
La respuesta de un empresario al que le propusieran que es preciso ser ético aunque se vea obligado a cerrar, sería: pues para mí la empresa es muy importante porque es mi manera de cooperar y colaborar y por lo tanto no puedo atenerme a la ética. Sin embargo, la experiencia muestra el horizonte contrario: las empresas éticas sobreviven y la ética de los negocios comenzó a prosperar debido a los escándalos financieros de las empresas que tuvieron que cerrar, precisamente por mala conducta ética. Las empresas que sobreviven en situaciones de incertidumbre, de globalización, son las que se conducen éticamente y no las otras.
Adela Cortina.
Una ética empresarial. Siglo del Hombre, editores, Bogotá, 1998. P. 26 y 27.