En mi país el periodista necesita atender dos trabajos a la vez si quiere sobrevivir. Va a la radio en la mañana y su periódico en la tarde, sin problemas. Pero en otros casos le hace relaciones públicas a un político y trabaja en radio, en periódico o en la TV. Me dicen que esto no es ético, pero pienso que trabajar no es deshonesto, y trabajar para sobrevivir es una necesidad. ¿Cuál es su punto de vista? R.- El del periodista es un trabajo diferente de otros trabajos, porque el suyo no es un trabajo para el servicio de una empresa, ni para una entidad oficial, ni solo para su satisfacción personal.
Uno es periodista para servirle a toda la sociedad; en ese sentido el periodismo es una profesión de servicio público. Esta es una consideración básica para entender el problema.
La otra consideración es que para prestar ese servicio de información a la sociedad, se necesita independencia. Es imposible ofrecer una información creíble si no se tiene independencia.
Esta palabra significa ruptura de dependencias, o sea trabajar en un periódico, por ejemplo, como si el periodista no dependiera del contrato con la empresa, es decir no condicionado por quien le paga. Cuando el periodista informa según la pauta ideológica, o comercial de su periódico, su información deja de ser creíble y por tanto es prescindible.
De estas dos consideraciones resulta que el periodista solo tiene un amo al que sirve: el receptor de su información.
Ese receptor le cree si lo ve y lo siente independiente.
Cuando el periodista desempeñados trabajos que son incompatibles (Vg periodismo y relaciones públicas; periodismo y publicidad; periodismo y propaganda institucional) si persiste en hacer periodismo ha de afrontar el hecho de que su información no es creíble y de que su servicio a la sociedad es un engaño.
Debe tenerse en cuenta que un periodismo sin independencia hace daño a toda la sociedad. Por eso hay una desproporción cuando para resolver un problema de subsistencia personal se pone en riesgo un bien indispensable para toda la sociedad: su información.
Documentación
El periodismo hace demandas intransigentes a quienes lo practican. Nos pide, como una habilidad profesional, poner a un lado nuestras propias opiniones e intereses y,por el contrario, buscar la verdad en nombre de los lectores y de la sociedad. El periodismo nos pide olvidar cualquier agenda personal y escribir con base en los hechos y nos pide informar basados en hechos; algo que va en contra de nuestras propias causas favoritas.
La independencia del periodismo demanda que evitemos conflicto de intereses, e incluso, lo que se parezca a un conflicto de interés; especialmente aquellos que involucran conflictos económicos para nosotros mismos y para nuestros medios informativos. Hay algo en común en la realidad de los periodistas de América Latina en torno a sus salarios y es que son los más bajos entre a clase media luchadora.
Desafortunadamente hay una norma que es respetada comúnmente, una norma que ejemplifica la frase española: “se obedece pero no se cumple”.
La publicación norteamericana Brill´s Content, que cubre temas de medios, dice que ”nosotros creemos que el contenido de cualquier cosa que se venda como periodismo, debe estar libre de cualquier otra motivación que no sea informara los consumidores. En otras palabras, no debe ser motivada, por ejemplo, por el deseo de ganarse la voluntad de un anunciante, o promover un interés político particular, a menos que esos intereses sean claramente publicados.
Entre la cantidad de temas involucrados con el valor de la independencia periodística se incluyen el pluriempleo, los conflictos de intereses, la aceptación de regalos, favores o sobornos y la conservación de nuestra integridad periodística, incluso contra los caprichos económicos o políticos de los dueños de medios.
International Center for Journalists: Etica periodística, el nuevo debate.. Washington 1998. P. 38