Consultorio Ético de la Fundación Gabo
22 de Septiembre de 2016

Consultorio Ético de la Fundación Gabo

¿Qué diferencia hay entre autonomía y heteronomía? Es autónomo quien decide por sí mismo es heterónomo el que no puede decidir por sí porque depende de condiciones exteriores o ajenas. Aunque parece un asunto semántico, que cualquier diccionario define, la distinción entre estas palabras permite entender la diferencia entre lo ético y lo legal.

Las decisiones éticas son autónomas, dependen de la decisión de cada persona que, en ejercicio de su libertad, opta por unos valores, acepta unos principios derivados y sustentados en esos valores y se impone unas normas. La ética, por tanto, es un compromiso personal y autónomo.

Las leyes, por el contrario, se imponen desde afuera. Las autoridades se encargan de expedirlas y de exigir su cumplimiento. No siempre cuentan con el asentimiento ciudadano, pero la presión externa � de la policía, por ejemplo- urge su cumplimiento.

Hay, pues, una mayor dignidad en el ejercicio autónomo de lo ético porque, desde el punto de vista moral, supone una respuesta más alta en la escala del crecimiento personal es una obediencia a la propia naturaleza, que es lo ético, superior a la obediencia impuesta por las leyes y la autoridad. Esta obediencia legal se convierte en el primero y más bajo de los escalones del crecimiento moral.

Además, supone una mayor libertad la adopción voluntaria y autónoma de los valores éticos, que la imposición de las leyes. En este sentido las leyes no dan la libertad, aunque puedan crear condiciones propicias para actuar en libertad en cambio la autonomía de lo ético, da y estimula la libertad.

Documentación.

Lawrence Kohlberg definió el crecimiento moral en etapas que no representan aumento en el volumen de aprendizaje sino maneras cualitativamente distintas de pensar acerca de lo correcto y equivocado.

La primera corresponde a una postura egocéntrica. Se siguen reglas para evitar el castigo de las autoridades.

Los individuos en la etapa 2 pueden establecer una diferencia ente sus intereses y los de los demás. Hacer lo correcto se convierte en un sistema de reciprocidad en el cual se protege el propio interés en esa forma.

En la etapa 3 la conciencia de los demás es concreta y no abstracta, pero surge un ideal de colocarse en los zapatos de la otra persona.

La etapa cuatro se diferencia de tres en la perspectiva general de las reglas. Para una persona en este nivel, el cumplimiento de las reglas explica la coherencia de la sociedad misma. La conciencia exige que se cumplan las obligaciones y no únicamente que se satisfaga la necesidad de obtener aprobación de las autoridades.

La etapa 5 representa el ingreso del individuo a una modalidad regida por principios de razonamiento moral. Existe un compromiso más profundo con un contrato social. El cálculo de qué es mejor para la sociedad se fundamenta en el mayor bien para el mayor número.

En la etapa 6 la característica es la preferencia de principios éticos de selección individual que se consideran el fundamento de las leyes justas. Estas personas tienen la capacidad de ser civilmente desobedientes si consideran que las leyes entran en conflicto con los principios. Existe un compromiso personal fuerte hacia la racionalidad y hacia los valores éticos universales.

La 7 es la más elevada etapa y se basa en una orientación cósmica y trascendental y conduce a la consideración de uno mismo como parte integral del cosmos.

En resumen si una persona sigue la gama del desarrollo moral el avance va de una obediencia de la autoridad (heteronomía) a una internalización de las reglas de la sociedad y a un estado en que el individuo escoge libremente y se compromete con principios y valores (Autonomía).

Edmond Lambeth.
Periodismo Comprometido. Limusa Noriega Editores. México 1992. Páginas 162,163.

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