Conoce las lecciones del taller que se realizó del 20 al 24 de mayo de 2019 en Cartagena, Colombia.
Para hacer periodismo de soluciones hay que cambiar la manera tradicional de mirar, analizar y contar la realidad. Esa fue una de las primeras reflexiones que compartió la periodista Liza Gross con los 15 periodistas que asistieron al Taller de Periodismo de Soluciones del 20 al 24 de mayo en Cartagena, Colombia.
Durante los cinco días del encuentro –convocado por la FNPI en alianza con la Red de Periodismo de Soluciones, SJN, por sus siglas en inglés–, Gross explicó cómo surgió el periodismo de soluciones y por qué cada vez más periodistas y medios de comunicación están explorando este enfoque. Lo hizo con la colaboración de Gregory Scruggs, periodista norteamericano invitado al encuentro. Ambos dieron recomendaciones sencillas sobre cómo identificar y estructurar historias de soluciones.
Liza Gross insistió en que el periodismo de soluciones no difiere mucho del periodismo tradicional, pero implica un cambio de punto de vista. “Como si hubiéramos girado la silla de un lado de la habitación a otro. La habitación es la misma y la silla también, pero podemos ver otras cosas porque desplazamos la silla de un lado para otro”, les dijo Gross a los participantes que llegaron desde Argentina, Uruguay, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Guatemala, Venezuela, Honduras, Paraguay, México, Perú y otras regiones de Colombia.
La dinámica del taller fue una combinación de horas teóricas con horas de ejercicios prácticos y de diálogos grupales en las que los participantes reflexionaron sobre la manera en que habían desarrollado su trabajo hasta ese momento. Así, poco a poco, identificaron que lo que les estaba ofreciendo la maestra era la oportunidad de reimaginar su trabajo, y reconectarse con sus audiencias.
Qué es (y qué no es) el periodismo de soluciones
El periodismo de soluciones no es un movimiento; tampoco es periodismo positivo o ciudadano. El periodismo de soluciones es la cobertura y rigurosa y basada en la evidencia de respuestas a problemas sociales. “Es hablar de los problemas que todos sabemos que nos afectan, pero que hemos normalizado como parte de la sociedad”, dijo Liza Gross durante el encuentro.
Para Gross, no podría haber un nombre más incompleto e inadecuado para este enfoque. La exeditora del The Miami Herald afirmó que el periodismo de soluciones no se debería entender como una píldora para solucionarlo todo. Se debería ver, simplemente, como una cobertura periodística que genera reflexión y diálogo, y engancha a las audiencias. Es una manera de abordar historias que ofrecen una perspectiva distinta y son útiles para los lectores o espectadores. Contenidos que llevan a que nuestros lectores/espectadores se pregunten: ¿cómo puedo involucrarme más?
El periodismo de soluciones es:
- Escéptico (lo cuestiona todo)
- Explicativo, pues se enfoca en el proceso y no en las personalidades
- Cuestionador
- Basado en datos (si las bases están desactualizadas, hay que crearlas y encontrar otras maneras de llegar a la información)
- Orientado hacia los aspectos funcionales (qué es lo que está saliendo bien)
- Reciclable y reutilizable
- Crea un criterio abierto
- Aplicable a cualquier tema: salud, medioambiente, educación, política.
- Ejecutable en cualquier plataforma y puede tener cualquier extensión
En cambio, el periodismo tradicional suele ser combativo, de denuncia, oposicional, cínico, y tiende a crear un circuito cerrado: una vez el periodista hace una denuncia, no le queda mucho más por hacer. Para Gross, este tipo de historias son necesarias pero como periodistas debemos reconocer que son precisamente las noticias que se centran en los aspectos negativos, que no ofrecen ninguna alternativa o solución, las que han llevado a que las audiencias se alejen de los medios de comunicación.
Para ilustrar en qué se diferencia el periodismo de soluciones de otros enfoques, la periodista argentina utilizó como ejemplo un artículo del Boston Globe. En el texto se informaba sobre una inspección realizada en los hospitales municipales de Boston, y explicaba por qué casi todos los hospitales habían fallado la prueba. Solo el último párrafo aclaraba que uno de los centros médicos había superado la inspección. “¿Por qué no mirar la desviación positiva? Si nueve de los diez hospitales fracasaron, la pregunta lógica sería ¿cómo lo hizo el hospital que no fracasó?”, les preguntó Gross a los participantes del taller. La periodista argentina explicó que el reportero del Boston Globe hubiese podido aplicar el enfoque de soluciones en este tema investigando qué sucede en el hospital que sí está funcionando. “Es mucho más aleccionador ver cómo se logró que como no se logró”.
Por qué hacer periodismo de soluciones
Los periodistas deben ver el periodismo de soluciones como una oportunidad para salir de su zona de confort. Para combatir la normalización de la realidad. “¿Cuántos de ustedes al escribir una nota que luego de leerla se dan cuenta que es exactamente la misma nota que escribieron hace un mes o hace cuatro días?”, les preguntó Gross a los asistentes al taller. Y agregó: “cambian el nombre y el día, pero realmente la estructura de la nota es exactamente la misma. Eso no es informar”.
Después de trabajar durante cinco años en la Red de Periodismo de Soluciones (SJN, por sus siglas en inglés) y visitar más de 200 organizaciones noticiosas en EEUU, Gross llegó a la conclusión de que muchos periodistas están en la misma búsqueda: cómo ofrecer herramientas de conocimiento para que el flujo de información nos lleve a soluciones más constructivas.
El periodismo de soluciones surge en un contexto en el que los cambios tecnológicos y la crisis de los modelos económicos de los medios tradicionales están llevando a repensar el oficio. En América Latina, las grandes organizaciones están viendo cómo sus modelos económicos entran en crisis y están buscando nuevas maneras de relacionarse con sus audiencias al tiempo que ven surgir (con bastante fuerza) propuestas nuevas y frescas de parte de los medios digitales.
Pues este enfoque nace precisamente de una reflexión sobre cuál es el lugar que debería ocupar el periodismo en la sociedad y en qué consiste el trabajo de los profesionales de la comunicación. ¿Qué hacemos los periodistas en el siglo XXI y cómo desarrollamos nuestra labor? ¿Qué significamos para la democracia? ¿Cómo llegamos a dónde estamos y por qué debemos hacer ese pivote en este momento? Todos están en el núcleo del periodismo de soluciones.
En este contexto, la exeditora del The Miami Herald les dijo a los participantes: “el periodismo de soluciones es un antídoto para nosotros mismos como profesionales de la información. Para continuar dándonos esperanza. Para mantenernos en esa tarea que nos hemos embarcado. [El periodismo de soluciones] es hoy más fundamental que en cualquier otro momento de mi carrera”.
Cómo empezar: identificar los problemas
Si ya han trabajado un tema muchas veces, o ya cubrieron de forma rigurosa una noticia, es hora de buscar un enfoque diferente a través del periodismo de soluciones. La clave está en aprender a identificar cuándo están frente a un tema que puede ser abordado desde esta óptica. Para eso, es necesario revisar si el problema que está en el centro de la noticia es ampliamente compartido. Si es así, es el momento de tomar una pausa para comenzar a investigar.
Es recomendable identificar si el problema existe en otros lugares, pues esto permitirá encontrar más posibles soluciones. “Si es un problema único que tal vez no exista en otras partes, será muy difícil encontrar ejemplos [de soluciones] en otros lugares. Si es un problema que existe en muchos lugares habrá más posibilidades de investigación. Algunas serán más exitosas que otras, y valdrá la pena cubrirlas”, aclaró Gregory Scruggs.
Para los asistentes que venían de países en donde la agenda informativa se centra en temas como el narcotráfico, la corrupción o las violaciones de derechos humanos, Liza Gross aconsejó empezar por problemas o desafíos culturales que no sean tan controversiales, y en torno a cuyas soluciones sea sencillo generar consenso.
Una vez se identifica el problema, hay que mirar cuál es la solución para luego analizar cómo se logró, cuál es la evidencia que sustenta su éxito y qué problemas se presentaron en el camino. La pregunta fundamental para todo periodista de soluciones es: ¿quién lo está haciendo mejor? Para luego preguntarse: ¿cómo?
Si quieren buscar posibles historias de soluciones, los expertos recomendaron explorar nuevas fuentes de información o incluir nuevas preguntas durante el proceso de reportería de una noticia de coyuntura. Al hablar con expertos, la maestra recomendó hacer preguntas como “¿conoce alguna iniciativa que haya intentado solucionar este problema?” o “¿quién lo ha hecho mejor?”. También aconsejó buscar soluciones en bases de datos existentes, redes de innovadores (una red de practicantes de un área, por ejemplo), administradores de programas en fundaciones, y consultar el archivo de la Red de Periodismo de Soluciones (SJN Solutions story tracker), disponible en línea. Las coberturas previas, propias y de otros medios, también pueden ser una fuente de posibles historias de periodismo de soluciones
Sin embargo, hay que tener presente que no todas las noticias deben ser abordadas desde el enfoque de soluciones. Gregory Scruggs recalcó que el periodismo de soluciones es una práctica complementaria al periodismo tradicional y que no aspira a reemplazar el cubrimiento de última hora.
Encontrar la tajada manejable
Es necesario identificar el tema en el que podemos demostrar el cambio de la situación. Por ejemplo, si estamos revisando la deserción escolar, conviene decidir si nos enfocaremos en educación primaria o secundaria. Luego, se puede ser más específicos: educación primaria para niños discapacitados. “Entre más preciso y concreto pueda ser, más entendible va a ser para mis consumidores de noticias”.
De igual forma, la solución puede responder la totalidad de un problema o un aspecto. Para quienes comienzan con el periodismo de soluciones, Scruggs recomendó tomar un solo aspecto.
En todo caso, es importante tener en cuenta que la solución escogida debe ser aplicable a otros contextos. Por eso, es necesario revisar características como el contexto, la densidad poblacional o las características del gobierno, etc. Todo esto puede llevar a que una solución no sea replicable. Tal vez, algún aspecto de lo que se está haciendo en otro país es replicable, pero tal vez no toda la solución.
No caer en el culto al héroe
Al estructurar la historia, hay que poner la solución en el centro del eje narrativo. Una buena estrategia para lograr esto es narrar el proceso: contar qué está pasando y por qué, cómo empezó y para dónde va. Es a lo que Gross se refiere con “contar la telenovela de la noticia”. Esto implica desechar la idea de buscar héroes o heroínas.
Los trabajos de periodismo de soluciones pueden incluir personajes, pero estos no deben absorber toda la narración. El foco no debe estar en una persona, sino en las acciones que realiza y cómo eso contribuye a cambiar sistémicamente una situación. El proceso, la forma en que evoluciona el sistema, va mucho más allá de una sola persona.
En general, el periodismo de soluciones tiene tensión narrativa: viene del misterio del cómo.
Por ejemplo, en Filadelfia, Estados Unidos, uno de los grandes desafíos era que no estaban creadas las condiciones para que las personas que salían de prisión se reinsertaran en la sociedad. Los reporteros de un colectivo de periodismo de soluciones decidieron revisar cuáles eran las organizaciones dedicadas a trabajar en este tema. Para su sorpresa, descubrieron que existían 68 organizaciones y nadie nunca había cubierto su trabajo. Los periodistas pudieron comparar y contrastar y descubrieron que no todas estaban logrando resultados en temas específicos. Eso los ayudó a entender el tema de la reinserción social de exconvictos en Filadelfia. Pero el aspecto interesante de esta historia no estuvo tanto en el tema, sino en cómo lo contaron: partieron del problema y luego hicieron el teleteatro.
Gregory Scruggs compartió los siguientes formatos para estructurar historias de soluciones y, a propósito, evitar caer en el culto al héroe:
- El relato cronológico (de un proceso o un espacio): relatar el paso a paso cómo se llega del problema a la solución.
- La excepción positiva: analizar los datos desde una perspectiva diferente. Por ejemplo, mirar el desarrollo de un mapa a lo largo del tiempo.
- La novedad memorable: una nueva iniciativa puede ser periodismo de soluciones si el problema es apremiante, y siempre y cuando se haga hincapié en que la evidencia es preliminar.
- El fracaso instructivo: encontrar qué está funcionando mal y por qué. Debemos pensar qué podemos aprovechar de los fracasos para saber cómo podemos ser mejores.
- La comparación simple: comparar y contrastar la respuesta en diversas instancias o regiones diferentes. Frente a un mismo problema, se pueden presentar soluciones en dos ciudades o países con características similares. Lo importante es que la comparación tenga sentido.
- Subvertir la perspectiva predominante: sobre un tema que parece imposible de resolver, encontrar una tajada manejable.
- Concluir con la parte de solución: contar el problema y finalizar con el caso que da un ejemplo de la solución al problema. Mostrar quién lo ha hecho mejor.
- Perfil de las soluciones: atraer la atención de la audiencia a través de los personajes. El enfoque debe estar en la acción, es decir, en el trabajo de quien brinda una solución a un problema.
- Brindar una nueva mirada a la historia (deprimente) habitual: encontrar una solución en un escenario o situación que suele cubrirse de manera negativa.
Ante todo, hay que acudir a las reglas básicas del buen periodismo sobre cómo organizar bien la información. El periodismo de soluciones es una práctica periodística, y la calidad o los resultados que obtendremos van a depender de nuestra habilidad para usar esa herramienta. En palabras de Liza Gross: “uno puede tener todas las piezas del rompecabezas, pero hay que organizarlas para que la solución se transmita de manera eficiente”.
Presentar la evidencia, las limitaciones y las críticas
La inclusión de la evidencia de los resultados no es negociable. Interiorizar esta característica del periodismo de soluciones es indispensable para combatir uno de los principales temores que asalta a los periodistas a la hora de pensar en aplicar este enfoque: caer en el publirreportaje o el activismo.
Durante el taller, Rocío Lloret, periodista de La Región de Bolivia, contó que el gobierno de su país construyó el funicular como solución para el caos vehicular y, en opinión de la reportera, esta obra logró mejorar la calidad de vida de sus habitantes. “¿Cómo contar eso sin que [mi historia] luego sea utilizada por el gobierno como propaganda?”, preguntó la periodista. Para Liza Gross y Gregory Scruggs, la respuesta fue sencilla. Ambos coincidieron en que los reporteros deben remitirse a la evidencia. Hay que mirar las estadísticas que miden el impacto de la solución, y luego verificar, contrastar y comparar con otras soluciones de este tipo, y encontrar las críticas. “La rigurosidad del trabajo periodístico es el mejor aval para la credibilidad de la nota”, dijo Liza Gross.
Incluir las limitaciones o las críticas a la solución también es indispensable. Para esto, es recomendable revisar cuáles eran las expectativas al inicio de un proyecto; cuáles eran los objetivos. Esto permite medir qué tan exitosa es la solución en comparación con las metas que se pretendían cumplir desde el inicio. “El periodismo de soluciones puede ser incómodo, pero siempre es útil”, afirmó Gross.
También es instructivo reconocer que la solución presentada no es la única que existe o que no hay soluciones perfectas. No debemos exagerar. El periodismo de soluciones no debe ser visto como la panacea.
10 preguntas para asegurarse de estar estructurando bien un trabajo de soluciones
Gregory Scruggs utiliza un cuestionario que reúne los principales aspectos a tener en cuenta al momento de estructurar un trabajo de periodismo de soluciones:
- ¿Explica la nota las causas de problema?
- ¿Presenta la nota respuestas asociadas a este problema?
- ¿Explica en detalle la nota cómo funciona (o no) la solución?
- ¿Es el enfoque en el proceso de resolución la trama de la narrativa?
- ¿Presenta la nota evidencia de resultados conectados con la aplicación de la solución?
- ¿Muestra la nota claramente los límites de la solución?
- ¿Aporta la nota nueva información o una nueva perspectiva?
- ¿Cómo se diferencia la nota de soluciones de un publirreportaje? ¿Incluye las críticas?
- ¿La nota se basa en fuentes que están directamente asociadas con la solución (no con expertos teóricos que no están directamente conectados con la solución)?
- ¿La nota se concentra en la respuesta al problema (no en la persona que la encarna)?
Conectarse con la audiencia
Una de las premisas fundamentales del periodismo de soluciones es conectarse con la audiencia y crear diálogo sobre lo que sería posible.
El primer paso para lograrlo es definir los objetivos. Debemos ver qué tipo de impacto buscamos. Luego, hay que saber a quién va dirigida la nota. Para esto, es necesario entender cuál es nuestra audiencia. El periodista debe preguntarse: ¿a quién le estoy hablando? ¿Ya lo tengo capturado?
Para conectarse con el público se puede acudir a herramientas sofisticadas, como los juegos digitales, los videos 360, el crowdsourcing (o colaboración abierta), los podcasts, los grupos focales (estos pueden darnos ideas sobre cómo enfocar algunos artículos), y las traducciones. Pero también es posible acercarnos a nuestras audiencias a través de herramientas caseras como los eventos, la distribución de materiales de marketing y la descentralización de la redacción (los reporteros se pueden sentar en un café con un cartel para iniciar diálogos con las personas), por ejemplo.
También se puede consultar a la audiencia antes de publicar un trabajo. Podemos publicar una nota sobre el tema para ver qué opinan nuestros lectores sobre este tema. Esta es una buena estrategia para conseguir más información sobre un tema. Esto sirve también para crear interés y despertar la curiosidad del público por el contenido periodístico que sea publicado.
Lo importante es tener en cuenta que estas actividades de conexión con el público se deben hacer con un objetivo claro desde el inicio. Liza Gross recomendó hacerse varias preguntas para seleccionar las herramientas para conectar con la audiencia: ¿queremos Incrementar el tipo de audiencia existente? ¿Agregar nuevos segmentos? ¿Producir cambios en la legislación o reglamentos? ¿Buscamos estimular una conversación constructiva entre grupos polarizados? ¿Cómo nos retroalimenta esta actividad? ¿Nos da más información para continuar la actividad? ¿Cómo se transforma en una fuente de ingresos?
Debemos pensar cómo llamamos la atención y generamos un verdadero enganche frente a temas importantes, y utilizar el periodismo de soluciones como una herramienta para combatir estas narrativas básicas, estereotipadas y que constituyen un diálogo cerrado.
Sin embargo, el objetivo puede ser simplemente concientizar o crear interés por un tema. No necesitamos cambiar el mundo cinco minutos después de haber publicado la historia.
En este tema, Liza Gross les recordó a los asistentes al taller que, como periodistas, no tenemos la menor idea de para dónde van los modelos económicos de los medios, pero sobre lo que sí tenemos control es sobre las relaciones que creamos con la audiencia y la calidad del contenido que producimos. “A nosotros nos compete crear contenido de calidad y servir a nuestro público. A eso debemos apuntar”.
Pensar en el dinero: cómo conseguir recursos
Desde los medios digitales más pequeños hasta las organizaciones de noticias más grandes enfrentan el mismo desafío de sustentabilidad económica en esta época de transición. Para todos, el periodismo de soluciones puede ser una vía para conseguir recursos.
Pero Liza Gross aclara que el periodismo de soluciones no es por sí solo un medio para salvar a las organizaciones de noticias que tienen problemas para encontrar un modelo económico exitoso. “Es una herramienta que puede servir para aumentar las posibilidades de supervivencia de una organización noticiosa”, afirma. ¿Por qué? Porque se trata de hacer periodismo de otra manera, ofrece posibilidades de conectarse con el público y pueda monetizarse de varias formas.
Además, si bien es cierto que se puede aplicar el enfoque de soluciones en temas del día a día, muchas veces este tipo de historias terminan convirtiéndose en grandes temas que ameritan muchas horas de trabajo e, inclusive, viajes.
Para poder llevar a cabo ambiciosos proyectos de periodismo de soluciones, los periodistas deben ser capaces de pensar en estrategias para monetizar su trabajo. Liza Gross se dedicó una tarde entera a compartir nuevas estrategias de monetización que cualquier medio, tradicional o no, puede poner en práctica para conseguir recursos a través del periodismo de soluciones. Entre ellas, mencionó las siguientes:
- Eventos: deben generar dinero o por lo menos no generar más gastos. Son una oportunidad para conectarse con el público y saber qué piensan los lectores.
- Suscripciones: “es lo típico, pero sabemos que están dando resultados”, afirma Liza Gross. Pueden ser para versiones online o impresas.
- Clubes de lectores: ha probado ser un modelo exitoso no solo para monetizar historias de soluciones. La idea es hacer acuerdos con empresas –como cadenas de cines o supermercados– para luego ofrecerles beneficios y descuentos a los miembros del club de lectores.
- Donaciones: es otra manera de que los lectores pertenezcan un club al darles un objeto con la marca del medio a cambio de una suma de dinero que los usuarios deciden donar. Es una opción común entre medios independientes que aspiran a generar el sentimiento democrático y patriótico de su audiencia. La radio pública en Estados Unidos suele utilizar esta estrategia.
- Auspicios: puede ser un arma de doble filo, por lo que hay que tener cuidado. Ha sido exitoso en el caso de medios que buscaron auspiciantes que estuvieran interesados en seguir apoyando historias de soluciones en torno a temas específicos. “Hay que establecer una relación de confianza previa”, dice Gross. En otras palabras, es necesario probar que saben hacer bien el trabajo antes de salir a venderlos.
- Filantropía: esta es una opción que toma tiempo. Exige darse a la tarea de estar monitoreando constantemente estas oportunidades y, sobre todo, persistencia. Gross advierte que hay varias organizaciones filantrópicas y agencias multilaterales que están directamente interesadas en apoyar medios en América Latina.
- Colaboraciones: es una gran alternativa. Pueden ser a nivel regional, nacional e internacional.
- Micropagos: los usuarios solo pagan por la nota que quieren leer. Es un sistema complejo de monitorear, pero Gross recomienda no descartarlo. “Si tienes un público joven que está acostumbrado a hacer micropagos para otras cosas, hacer la transición para que paguen por noticias puede ser fácil”, dice.
Hacerlo todo al mismo tiempo
Al considerar un trabajo de periodismo de soluciones hay que empezar a hacerlo todo al mismo tiempo. Es necesario tener claro, desde el inicio, todos los aspectos del periodismo de soluciones. En palabras de Liza Gross: “empezar a tocar con las dos manos con el piano”.
Para esto, hay que saber cómo arrancamos con el proyecto en forma integral, teniendo en cuenta el impacto y la monetización. Una receta para fracasar es pensar en la parte editorial y luego en cómo conectar con el público, o viceversa.
Liza Gross recomendó utilizar el Impact Pack (o paquete de impacto) que fue desarrollado por la investigadora Jessica Clark. Este paquete de cartas, disponible en línea, le permite a cualquier periodista pensar en el objetivo de su proyecto, el público, los canales de comunicación y la estrategia de monetización al combinarlos para crear un tablero.
El periodismo de soluciones es una técnica que se perfecciona con la práctica. Se va haciendo más natural a medida que lo incorporamos a la rutina. Para Liza Gross, es una evolución natural para muchos periodistas. “No vamos a perder la rigurosidad ni las prácticas básicas, pero los periodistas debemos tomarnos las molestias de investigar para tratar de mirar los problemas de otra manera para retratar formas de soluciones o ver de otro punto de vista más constructivo”. Porque el periodismo de soluciones no propone no mirar las malas noticias. Propone retratarlas de otra manera. No es rehuir a la realidad, sino analizarla desde otro punto de vista.
Las reflexiones y los consejos de Gross fueron un baldazo de agua fría para el grupo de reporteros y editores latinoamericanos. Los periodistas vivieron el proceso que cualquier humano transita luego de entrar en contacto con el agua helada: sintieron la descarga de adrenalina al verla venir, quedaron tiesos como piedras al recibir el impacto, sobrecogidos por el dolor de comprobar cómo se le enterraban una a una las gotas (que se transformaron en diminutas y filosas agujas). Después del momento inicial, se empezaron a relajar y disfrutaron de la sensación. Se sintieron valientes por haber enfrentado el desafío. Y, al final, un sentimiento de satisfacción se apoderó de ellos. Estaban felices, nostálgicos y listos para volver a encarar el desafío cuantas veces fuera necesario.
La maestra
Liza Gross es experta en medios y ex editora general del Miami Herald. Se ha especializado en la transición del modelo “tradicional” al multimedia y también en el desarrollo y ejecución de estrategias de comunicación innovadoras para organizaciones sin ánimo de lucro. Gross ha trabajado durante más de tres décadas como periodista y ejecutiva de medios en organizaciones noticiosas y en entidades sin ánimo de lucro. Fue Directora Ejecutiva de International Women’s Media Foundation, un grupo dedicado a apoyar a mujeres periodistas que trabajan en zonas de conflicto, y actualmente pertenece a la Red de Periodismo de Soluciones (SJN, por sus siglas en inglés).
El taller
El Taller de Periodismo de Soluciones es convocado por la FNPI - Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, en alianza con Solutions Journalism Network (SJN) y con el apoyo de Tinker Foundation. Es dirigido por Liza Gross con la colaboración de Gregory Scruggs y se realiza en Cartagena, Colombia, del 20 al 24 de mayo. Durante estos días, 16 periodistas latinoamericanos trabajan en identificar y cubrir historias que aborden respuestas a los principales problemas en la región.