La falsa ayuda de los medios y la pornomiseria son formas impostoras de hacer periodismo de soluciones.
El periodismo de soluciones se puede entender también a partir de la identificación de lo que no es, por lo que es útil revisar historias que no cumplen con los criterios que sigue este enfoque periodístico.
Vale recalcar que el periodismo de soluciones siempre busca abordar las respuestas que proponen personas o instituciones para resolver determinados problemas sociales. En este sentido, la caja de herramientas básicas desarrollada por la Red de Periodismo de Soluciones (SNJ, por sus siglas en inglés), lista 7 tipos de historias que no corresponden a la modalidad de periodismo de soluciones y que se ven comúnmente en medios de comunicación:
1. Historias de adoración al héroe
Estas honran o glorifican a una persona, muchas veces a expensas de explicar la idea que esa persona ejemplifica. No se trata de periodismo de soluciones, dado que en lugar de hablar de los méritos del enfoque que una persona promueve, el artículo puede hacer referencia, por ejemplo, a la decisión de esa persona de dejar un trabajo muy bien remunerado para dedicarse a salvar al mundo.
2. La solución milagrosa
Son las historias que frecuentemente se ven en las secciones de tecnología e innovación. Describen nuevos artefactos de una manera muy elogiosa, refiriéndose a ellos, por ejemplo, como “salvavidas”. Además, una observación: a veces, el dinero es considerado una solución milagrosa.
3. El favor a un amigo
En ocasiones se puede distinguir a este tipo de historia porque la única voz presente, o aquella que predomina en el artículo, es la de la organización que se está describiendo. Al igual que las historias de las soluciones milagrosas, no tiene un párrafo definido en el que se aborden las críticas o contraargumentos que puedan surgir, es decir, los peligros del éxito, y se lee como un artículo de relaciones públicas ligeramente disimulado.
4. La propuesta del periodista
El periodismo de opinión puede explorar soluciones si incluye información real acerca de las respuestas actuales a los problemas (y sus resultados). Pero se debe evitar el periodismo que propone cosas que aún no existen.
5. El activista instantáneo
Al leer la frase “periodismo de soluciones”, muchas personas creen que este enfoque promueve la creación de artículos que, al final, piden al lector que haga clic en un botón para donar 5 dólares a una causa determinada. Estas historias presentan un pedido emocional y luego solicitan apoyo para una causa específica, como medio para “resolver” el problema.
6. La acotación
Se trata de un párrafo o un extracto llamativo que se añade al final de la historia que describe un problema y que sólo embellece los intentos de resolverlo. Las soluciones no son consideradas realmente con seriedad, sino más bien se añaden al final como una acotación.
7. El periodismo reconfortante
Este tipo de periodismo es extravagante y excepcional. Cuenta a la audiencia que en el mundo hay buena gente haciendo cosas lindas, pero no habla de las cuestiones estructurales que se espera que el periodismo de soluciones aborde.
Las aclaraciones en torno a lo que es y no es este enfoque periodístico, será uno de los temas del Taller de periodismo de soluciones, que se realizará en Cartagena, Colombia, del 20 al 24 de mayo de 2019, y en el participarán 16 periodistas de Latinoamérica, quienes podrán aproximarse a las formas de narrar historias basadas en soluciones. El taller será dirigido por Liza Gross, periodista con más de 30 años de experiencia en el oficio y exeditora general de The Miami Herald.
Proyecto de periodismo de soluciones en América Latina
La FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano y la Red de Periodismo de Soluciones (SJN, por sus siglas en inglés) trabajan en alianza en un proyecto que busca formar e incentivar a los periodistas de América Latina a la aplicación del periodismo de soluciones, enfoque que busca investigar y narrar historias que aborden las respuestas que dan o podrían dar los ciudadanos e instituciones a problemas sociales en la región.
El proyecto, apoyado por la Fundación Tinker, contempla la difusión y apropiación de herramientas y guías, así como la realización de actividades de formación como talleres, seminarios virtuales y el desarrollo de espacios aprendizaje en las redacciones de algunos medios de comunicación de la región interesados experimentar con esta modalidad.