Seminario Taller de Periodismo Cultural “Los retos de la diversidad”
12 de Octubre de 2016

Seminario Taller de Periodismo Cultural “Los retos de la diversidad”

El taller de periodismo cultural propició un espacio de debate y reflexión sobre cómo los periodistas culturales y los medios de comunicación de Iberoamérica pueden presentar y promover la rica diversidad musical que nos caracteriza.

Periodismo cultural de calidad: ventana hacia la realidad iberoamericana 

Medellín, Colombia del 30 de junio al 2 de julio de 2010

Organizado por la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, FNPI; Alcaldía de Medellín; Ministerio de Cultura de Colombia; Ministerio de Cultura de España, y la Asociación de Periodistas Culturales de Andalucía.

Relator:David Lara Ramos 

Introducción

El taller de periodismo cultural propició un espacio de debate y reflexión sobre cómo los periodistas culturales y los medios de comunicación de Iberoamérica pueden presentar y promover la rica diversidad musical que nos caracteriza, en el contexto de una industria cultural condicionada por las fuerzas del mercado global y las redes digitales.

Los debates y las reflexiones se generaron a partir de cuatro temas centrales: 1. El significado de la crítica cultural hoy; 2. Música y periodismo cultural en la red; 3. En busca de un periodismo cultural de calidad, y 4. Diversidad e identidad en el periodismo musical.

Se realizó una mesa redonda en la que se escucharon propuestas sobre la importancia de crear una red de periodistas culturales de Iberoamérica como manera de establecer estrechos vínculos entre los  periodistas de la región, con el fin de emprender trabajos conjuntos. De esa manera se pretendió conocer mejor la realidad cultural iberoamericana en sus múltiples y diversas expresiones culturales.

La apertura del taller estuvo a cargo de la Ministra de Cultura de Colombia, Paula Marcela Morena Zapata, quien destacó la importancia de hacer un periodismo que nos cuente a todos, que muestre la diversidad de nuestros pueblos y que promueva ejercicios de inclusión y reconocimiento de las culturas. 

Por otra parte, Jaime Abello Banfi, director de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, destacó las alianzas que han establecido con el Ministerio de Cultura de Colombia, cuyo único fin es hacer un mejor periodismo. Abello destacó el taller de crónica realizado en el municipio de Palenque, durante el Festival de Tambores y el realizado en la pasada Feria de las Flores de Medellín, donde se elaboraron textos que muestran lo diverso que somos a través de un periodismo que profundiza en temas de la cultura y que reflexiona mejor sobre nuestras realidades. 

El significado de la crítica cultural hoy 

El primer panel estuvo a cargo de los periodistas Diego Fischerman, de Página/12, Argentina; Eliseo Cardona del blog BlueMonk Moods y Ángel Perea, periodista independiente de Colombia.

El debate giró en torno al sentido de la crítica musical. Los panelistas se preguntaron: ¿Cuál es su objeto? ¿Sirve de algo? Todos coincidieron en la importancia de la fundamentación, de conocer los contextos donde se generan las expresiones y de profundizar para explicarlas. 

Un crítico debe ser una persona que conozca el origen y el desarrollo de una música, pero además de eso, debe ser un ser independiente, porque corre el riesgo de caer en manos de los publicistas de las grandes compañías disqueras que podrían manipularlo. En ese sentido el trabajo de la crítica plantea unos desafíos que van más allá de decir si determinada pieza musical le gustó o no al crítico, sino que debe explicar con fundamento esas consideraciones.

La idea de una crítica musical implica una serie de cuestionamientos históricos sobre los que hay que volver: ¿A qué se dedica la crítica musical? ¿Cumple el crítico con alguna función? ¿A quién va dirigida? Hay nociones que surgen a partir de ciertas necesidades que van cambiando, sin que precisemos exactamente cuándo comenzaron a cambiar. La crítica de arte es una consecuencia, algunos dirán no deseada, de la democratización. En el momento en que la cultura sale del ámbito de la corte, de la nobleza, necesita quién la explique. Esas explicaciones han estado relacionadas con dos acepciones de la palabra cultura, una, como expresión artísticas de los seres humanos que luego se convierte en espectáculo, idea que se contrapone a la visión antropológica, que está más ligada a los valores y a los sentidos que cada grupo da a sus manifestaciones o expresiones. 

Fischerman insiste en que al escribir sobre música no se deben descuidar los valores de las distintas microsociedades, debido a que no son los mismos valores los que podemos observar en un cantante de blues, o de ópera, o en uno de cumbia. Destaca el valor de conocer los contextos de aquella música sobre la que se va a escribir. Asegura que un periodista debe profundizar en sus temas, indagar, lograr extraer los sentidos de esa creación que intenta presentar a su audiencia, pero, lamenta que en gran parte del periodismo actual exista la superficialidad, donde se olvidan de los contextos sociales y se comenta sólo el producto, el objeto cultural, sin el contexto de donde proviene. Así es imposible reconocer su valor y su sentido. 

El crítico como provocador

Para Eliseo Cardona, la crítica es el arte de justificar las preferencias, pero es un arte que hay que ejercer de manera inteligente. La crítica es una forma de hacer literatura y ese es el plus del trabajo del crítico de música. Establece que un texto crítico deber ser rico en sus elementos creativos. Señala que usa el recurso de la literatura para “provocar al lector”, porque si se expone sólo el punto de vista técnico, el lector se aburriría. 

Al referirse a la “crítica” en español que se hace en Estados Unidos, comenta que los periodistas escriben con un lenguaje de publicistas, porque lo que se filtra en sus comentarios son las voces de los que mercadean la música y esos publicistas no saben de música. Para Eliseo, resulta un insulto calificar un trabajo de acuerdo con el número de estrellas que un supuesto experto le asigna, porque un buen lector reconoce aquello que le gusta o aquello que le desagrada. Es importante trabajar por una crítica que haga pensar al lector, que cuestione sus valores y hasta sus decisiones. 

En su blog escribe para un lector habitual, para un lector con el que puede interactuar, no para un lector ocasional, que busca textos superficiales, los cuales puede encontrar en muchos medios. Él está interesado en ese lector informado que es el que exige un periodismo cultural de calidad porque tiene criterios, de ese lector el periodismo se ha olvidado, ahora se escribe para ese lector ocasional, incapaz de interactuar, de esa manera el periodismo ha caído en una superficialidad vergonzosa.

Redefinir el papel del crítico

Ángel Perea señala que el papel del crítico de artes se ha ido redefiniendo a través del tiempo. En el siglo XIX, por ejemplo, era una persona que imponía una estética y su canon, y a partir de esa estética se valoraba el trabajo creativo. Así, unas manifestaciones cabían dentro de esa estética y muchas manifestaciones quedaban por fuera, era una estética que estaba del lado de las élites. 

No hemos podido encontrar una palabra nueva para reemplazar a el crítico, pero tenemos hoy a un ser más autónomo y creativo. Es la persona que piensa a partir de un problema estético, social, cultural y musical, y luego, con sus conocimientos revela a una audiencia por qué está sucediendo ese hecho, por qué deciden crear a partir de determinadas formas. Un crítico nos ayuda a entender los problemas en los que están involucrados nuestros creadores y sus creaciones.  

Como resultado del impacto de la novedosa política cultural de la diferencia, sus rasgos distintivos podrían resumirse en el intento de acabar con lo monolítico y homogéneo, en nombre de la diversidad, la multiplicidad y la heterogeneidad. Rechazar lo abstracto, lo general y lo universal a la luz de lo concreto, específico y particular. 

Un crítico que descubre nuevas posibilidades 

El crítico debe tener cierto conocimiento especializado, una buena dosis de pasión por la música, curiosidad para indagar más allá de lo que todos pueden observar, pero sobre todo, un valor periodístico que sólo permite la independencia para hacer crítica y para ser honesto y honrado con aquello que le propones al público.

Hay que leer mucho, conocer los orígenes de una música, los protagonistas, los trabajos que han realizado los músicos y cómo lo han hecho, porque aquel que tiene el conocimiento descubre nuevas posibilidades para los lectores y los lectores agradecen lo que se les da a conocer.

En ocasiones, los críticos le ahorran mucho tiempo a sus lectores porque en un texto bien fundamentado, bien investigado, se muestra aquello que los lectores tardarían mucho tiempo en descubrir.  

Eliseo Cardona dice que le gustaría ver un cambio de aptitud en los colegas que cubren temas culturales, porque los que cubren noticias dejan muchos aspectos por fuera. Aboga para que dejen a un lado la forma tan simplista y superficial con la que elaboran sus textos, porque no se trata sólo de cubrir, hay que descubrir. 

El peligro de un crítico o de un periodista que escribe sobre música es transformarse en mensajero de los publicistas, porque buscan al periodista para que promueva sus discos, muchas veces con mensajes ya elaborados que el periodista repite como propio. 

Panel: música y periodismo cultural en la red

En este panel estuvieron José Arteaga, periodista colombiano de Radio Gladys Palmera.com, y Yumber Vera, periodista venezolano, de Clarín, Zona de obras, bajo la moderación de Juan Carlos Garay, periodista Colombiano, de la revista Semana. 

Los comentarios iníciales se centraron en la importancia de los blogs y otros recursos de internet como formas alternativas para entregar información certera y confiable. El carácter libre de estos sitios sin embargo, supone un enorme desafío frente al compromiso que debe ejercer aquel que comunica con miras a obtener credibilidad. El hecho que un sitio pueda ser abierto por cualquier persona, plantea una ruptura con los intermediarios (publicistas, apoderados, jefes de prensa) que en ocasiones intervienen en la manera como se aborda el trabajo periodístico. El reto es formar portales con información confiable.

En busca de información confiable

Yumber Vera explica que internet tiene la posibilidad de abrirle paso a la opinión de todos, pero sólo aquellos que tienen un conocimiento profundo lograrán generar esa credibilidad. Se rompe con la hegemonía y la dictadura de los medios tradicionales. El desafío es saber dónde está la información confiable.

Para Diego Fischerman los mejores blogs son de gente que ha tenido o tiene cercanía con los medios de comunicación, o que ha ejercido el periodismo en algún momento. Es decir, gente que conoce las técnicas del oficio. En su blog Cuentos del pescador sugiere algunos enlaces que son de su confianza y a los que acude porque entregan información confiable. 

José Arteaga añade que un periodista necesita tiempo para hacer un buen trabajo y que ahora a los periodistas les pagan menos y les exigen actividades como tomar las fotos, hacer las entrevistas, actualizar en tiempo real y así no hay tiempo de concentrarse en un buen trabajo. Eso de tomar la foto y hacer el reportaje no lo es una exigencia empresarial sino un nuevo reto para el periodista, como la posibilidad de contar uno mismo todo.

El fin de los mediadores entre periodistas y artistas

Internet genera otros espacios y dinámicas propias que no permiten los medios tradicionales, porque se ha superado la imposición que hacen los medios de papel y ahora la información es más equilibrada. Por otro lado, internet ha hecho desaparecer a una serie de mediadores entre el periodista y el artista, que en más de una ocasión eran obstáculos para ejercer un periodismo más libre. 

Se establece que hoy los artistas tienen sus propias páginas donde cuelgan información relevante, música, videos, conciertos, es decir, son fuentes y artistas al mismo tiempo, y esa es una información pública sobre la cual los medios no tienen dominio.

Si bien han desaparecido esos mediadores, la calidad de la información sigue siendo responsabilidad de aquel que tiene el suficiente rigor, y se supone que para eso están los periodistas, los escritores, y si no se tiene ese rigor, los buenos lectores se dan cuenta, y se van.  

Los niveles de calidad periodística

¿Cómo un bloguero alcanza un nivel profesional? José Arteaga comenta que los medios tienen la capacidad de contrastar, de analizar, de generar debate y esas deben ser características también de aquel que usa la web como medio de comunicación. 

Yumber asegura que todas estas transformaciones que vivimos son vanguardias y como tal generan un poco de miedo. Se han perdido ciertos valores como la rigurosidad y la capacidad de contrastar. José Arteaga considera que el medio se esta transformando, pero no está muy seguro si están cambiando los periodistas.

Una reflexión que exige un debate aparte, asegura. 

Qué define un texto profesional

Se establece que más allá de las características del soporte, está la calidad de un texto, y atraerá a los lectores si ha sido elaborado con los criterios más altos del oficio periodístico.  

La ventaja de un texto en un medio electrónico es que tiene la posibilidad de dialogar permanentemente con sus lectores, pero esto también  requiere estudio, trabajo y organización, en especial cuando el bloguero se ve en la tarea de enfrentarse al comentador salvaje que evidencia una pretensión dañina que en nada contribuye a un mejor oficio.

Monetizar el blog

Surge la pregunta por la posibilidad que pueden tener los blogs de generar dinero como los medios de papel. José Arteaga establece que esa parte comercial no debe dejarse a un lado, comenta que algunas emisoras en línea ofrecen sus contenidos en forma de canales especializados de música y se encuentran allí nichos de oyentes, que allí podría estar el inicio para una comercialización de los contenidos que se ofrecen. 

Yumber considera que con el papel lo que se ha establecido es una especie de fetiche que no se ha superado.  Claudio Kleiman, considera que es prematuro arriesgarse a decir que la relación con el  papel sea fetichista, considera que las publicaciones de calidad que luego pasan a internet hablan bien de la forma de hacer periodismo, porque permite leer esa revista bien hecha meses después de su publicación, eso habla bien de la forma de hacer periodismo y esa debe ser la discusión.

Para concluir, Jaime Abello afirma que los periódicos de papel nacieron como una industria, y así ha permanecido: ¿hasta cuándo? no sabemos, pero la pregunta sobre cómo monetizar un blog es algo que ocupará nuevos debates. 

Panel: hacia un periodismo cultural por la diversidad

En este panel estuvieron Ricardo Cayuela, periodista mexicano, editor de la Revista Letras Libres; Iker Seisdedos, periodista español del periódico El País de Madrid y Jaime Andrés Monsalve de Radio Nacional de Colombia, bajo la moderación de Héctor Feliciano, periodista puertorriqueño de la FNPI. 

La discusión de esta sesión se centró en las crisis y desafíos que enfrenta el periodismo cultural, y el reconocimiento de aquellos obstáculos que nos impiden o distancian de hacer periodismo con calidad.

Se identificaron cuatro crisis expuestas por Ricardo Cayuela:

La primera crisis está relacionada con el público y con la pérdida de un lector comprometido, que es en últimas el que demanda un periodismo de calidad. La segunda crisis hace referencia a los intereses de la publicidad, del comercio, de las ventas de productos culturales. En esa praxis comercial no está el periodismo cultural. 

La tercera crisis tiene que ver con los periodistas y sus editores. Si el periodismo cultural se fija en dinámicas publicitarias está cometiendo un error de práctica periodística. La trivialización es un peligro latente, pero de manera simultánea está la ultraespecialización, que se constituye en otras lozas contra el periodismo cultural. Indagar qué hay en el medio de las dos podría ser un espacio para explorar, pero ni nuestros periodistas ni nuestros editores han entendido ese punto.  

La cuarta crisis está relacionada con los retos que debe asumir el periodismo cultural frente a las nuevas tecnologías, porque en la mayoría de los casos, los periodistas copian los vicios de los medios electrónicos, como la falta de rigor y profundidad en sus textos. 

La calidad cuesta, hay que invertir

Iker Seisdedos, editor cultural de El País de Madrid, considera que el periodismo de calidad cuesta porque hacer investigaciones demanda no sólo dinero, sino entrega, dedicación y tiempo. 

Seisdedos establece que la crisis que vivimos puede ser considerado el mejor momento porque se cuenta con mucha información y las herramientas tecnológicas permiten la creación de nodos de interés. Sin embargo, también es el peor momento de todos los tiempos, pues en ese afán por matar a los intermediarios o a los periodistas tradicionales se le ha dado voz a gente que no debería tenerla. Asegura que si encontrara en internet entrevistas como las que aparecen en el Paris Review, o reportajes tan buenos como los del Beliver, pediría cancelar esas suscripciones y ampliaría su ancho de banda, pero eso no ha pasado.   

Sobre los costos de hacer buen periodismo, Jaime Abello asegura que cada vez es menor el número de periodistas pagados por los medios y ese hecho guarda relación con el déficit de la calidad de los textos.  La falta de recursos disminuye las posibilidades de hacer una mejor reportería y sin ese proceso no se hace buen periodismo.

El espacio limitado para los periodistas culturales en otro tema que se plasma en el debate.  Seisdedos comenta que en El País tienen 12 periodistas culturales y, en ocasiones, a pesar de que tienen un buen trabajo, no se les publica ni una línea.

Una radio estatal que programa la diversidad 

La intervención de Jaime Andrés Monsalve, periodista colombiano, director musical de Radio Nacional de Colombia, permitió conocer cómo ha sido el desarrollo de esta estación, la cual cumple 70 años al aire. 

La programación hoy reúne las expresiones musicales de las seis regiones del país, con contenidos muy diferentes en lo indígena, africano, y músicas del interior más cercanas a la tradición Europea. Considera que la Radio Nacional es un buen ejemplo de cómo esos contenidos tan diversos, muestran las diversidad de un país que como Colombia tiene una enorme y variada riqueza musical. 

El papel de una radio estatal

Se plantean cuestionamientos en torno al papel del Estado en la difusión de la cultura y la diversidad, en especial cuando se han firmado en varios países leyes que favorecen a familias enteras o a monopolios mediáticos.  

Si existe una música artística, que circula como arte, o muchas músicas que provienen de tradiciones muy diversas y que son músicas de escucha, merecen su lugar en las radios estatales.  Es un patrimonio de la humanidad que tenemos el derecho de conocer. Todas deben estar allí y el Estado debe promoverlas.

La renovación generacional en los medios

También se reflexionó sobre la renovación de la planta de los periodistas en las redacciones.  Seisdedos no cree en dar la voz a los jóvenes sólo por ser joven, hay que preguntar si tienen algo para decir, y cree que a una edad muy temprana los jóvenes no tienen mucho para contar. En cualquier caso lo importante es lo que tiene que decir, no el hecho de que sean jóvenes. 

Ricardo Cayuela afirma que los jóvenes nacieron con las nuevas tecnologías y lo natural es que ellos ocupen esos espacios. Cree que la edad no puede ser un determinismo, pero considera que para manejar las plataformas digitales los jóvenes son mejores. 

Panel: Diversidad e identidad en el periodismo musical

En esta mesa estuvieron Olivia Bandeira de Brasil, en representación de la Plataforma www.overmundo.com.br; Claudio Kleiman, periodista argentino, de la revista Rolling Stones; Valentina Hidalgo, periodista venezolana de Movida Acústica Urbana y Luis Hernández Mergal de Puerto Rico, del diario El Nuevo Día.

Esta sesión puso en discusión temas como la protección legal a las músicas nacionales bajo el calificativo de patrimonio de la nación. Igualmente, se reflexionó sobre cómo el periodista puede convertirse en un intermediario social para dar a conocer esa diversidad que no se ve en los medios, pero para cumplir este papel social se requiere un estudio constante sobre los fenómenos musicales del país. 

Protección legal a las músicas nacionales

Claudio Kleiman afirma que muchos conocemos la historia del rock en Estados Unidos y no conocemos la de nuestros países. 

Valentina Hidalgo comenta sobre los alcances a partir de la Ley de Responsabilidad Social para Radio y Televisión en Venezuela. Todas las radios venezolanas comenzaron a transmitir un 50% de su programación con obras musicales de producción nacional y música tradicional venezolana.  Fischerman, por su parte, asegura que una ley no es garantía de buenas propuestas.

Experiencias para promover la diversidad

Olivia Bandeira, del portal Overmundo, asegura que la idea de un portal donde estuvieran las músicas de Brasil nace como una forma de ayudar a los músicos que no están en los grandes círculos comerciales. Señala que overmundo es un buen ejemplo de cómo se pueden promover las músicas que no hacen parte de la programación comercial de las emisoras en Brasil. 

La idea de una red de periodistas culturales permitirá conocer qué se hace en cada país y cuáles son esas experiencias exitosas.  

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