La audiencia que consume periodismo está repleta hoy día de ciudadanos esquivos. Esquivos a las noticias porque en ocasiones sienten que desinforman, que no explican bien los hechos o, en general, porque no confían en ellas.
Según datos de un informe sobre noticias digitales realizado por el Instituto Reuters —que consultó a 40 países, entre ellos México, Brasil, Chile y Argentina— el 62% de los consumidores de noticias digitales se encuentra preocupado por su incapacidad para distinguir entre lo que es real y lo que es falso. Sólo el 50% considera que estas les ayudan a entender la realidad y un 42% siente hacia ellas poca confianza.
Estos números fueron destacados en el seminario web ‘Contar soluciones y su impacto en las audiencias’, impartido por Javier Drovetto (Argentina), editor general de Red/Acción, y Fabrice Le Lous (Costa Rica), periodista de La Nación de Costa Rica.
Según Drovetto, datos así invitan a “no mirar para otro lado”. Una cifra que remarcó fue la del porcentaje de los consumidores que están evitando las noticias (un 32% de los encuestados) y que se traduce en que “uno de cada tres consumidores de contenido digital directamente esquiva lo que nosotros producimos”. Por hacer una “comparación un poco absurda”: es como si la audiencia creyera que “fabricamos sillas en donde no se sientan”, e incluso “si pasan frente a nuestro local nos esquivan deliberadamente”.
“Hay mucha negatividad”, dijo al respecto Le Lous. “Cinco de cada diez personas piensan que los medios tienen una visión negativa de la realidad”. Precisamente el informe —de 2019— diagnosticó que las tres razones de la audiencia para evitar el periodismo eran que este “afecta su humor negativamente durante el día”; que siente que “no les sirve de nada leer, ver o escuchar noticias” ya que “no pueden hacer nada al respecto” (a veces “las noticias denuncian y esa denuncia no trasciende”), y por último la “desconfianza”.
Le Lous matizó que la negatividad obedece también a la polarización de los países encuestados: los medios “hacen parte de esa polarización” y “muchas veces se rechaza un medio porque se le atribuye un color específico”.
“¿Qué hacer ante esto?”, se preguntaron. Ambos periodistas sostienen que el periodismo de soluciones “viene justamente a aportar un valor agregado a los medios, pero también a ofrecer algo que no se está haciendo en el periodismo a nivel global”. Si bien en el habla inglesa tiene “un poco más de cancha”, en el periodismo en español “es muy incipiente”.
En ese contexto germinal, vale la pena recordar el estudio citado hacia el final del seminario sobre el impacto en las audiencias del periodismo de soluciones. Este estuvo a cargo de la firma Smith Geiger, contratada para la ocasión por la Red de Periodismo de Soluciones, y se realizó en septiembre de 2020 con 638 personas de seis ciudades de Estados Unidos. Sus resultados, publicados en abril de 2021, arrojaron, entre otros datos, que el 51% de los encuestados prefirió un periodismo enfocado en soluciones y el 32% uno más tradicional que mire hacia los problemas.
Características
1. Es una herramienta
Según Javier Drovetto, el periodismo de soluciones es “una respuesta” narrativa ante un vínculo roto con la audiencia y por tanto es “complementaria” a otras respuestas. Aclaró que no se habla de él “como la solución a este diagnóstico crítico”, sino como “una herramienta más para periodistas y los que trabajan en organizaciones de medios”. El periodismo de soluciones no reemplaza el de investigación, ni la cobertura diaria, ni lo que ya vienen haciendo muchos periodistas. Es una “caja de herramientas, un enfoque novedoso” que “ayuda a componer un vínculo roto”.
2. Amplía la mirada
“Ayuda a describir el mundo de una forma más completa periodísticamente”, dijo Fabrice Le Lous. Uno de los valores fundacionales del periodismo ha sido la denuncia: señalar aspectos que no están funcionando de la sociedad. El problema con esto es que “se olvida cuando las cosas sí funcionan”. El periodismo de soluciones intenta “explicar lo que está mal, denunciarlo”, pero también contar cómo lo que está mal tiene algunas respuestas a problemas sociales que de pronto con anterioridad nunca fueron vistas con valor periodístico.
3. Cuenta qué y cómo funciona algo
Con pedagogía, pero también con datos e historias, el periodismo de soluciones cuenta cómo funciona algo que está dando resultados. Justamente, una de las definiciones dadas a este periodismo por Tina Rosenberg, cofundadora de la Red de Periodismo de Soluciones con sede en Nueva York, propone preguntarse eso: “¿Qué funciona y cómo funciona?”. Este “cómo” es importante pues a veces aparece en titulares de estos trabajos.
4. Es analítico
El periodismo de soluciones se apoya en el análisis, es decir que se basa en la evidencia “seria y medible” de “respuestas a los problemas sociales”. También detalla “cómo un problema tiene respuestas y cómo funcionan”. Es “el análisis de las soluciones y cómo la solución funciona”.
5. Es un enfoque, no un formato
Es necesario entender que se trata de una cuestión de enfoque. “No es un formato, sino una cuestión de cómo mirar un problema a partir de las soluciones que se están experimentando y la evidencia de que da algún tipo de resultado”, dijo Drovetto. Se puede aplicar el enfoque en una entrevista, un video, un pódcast, el formato que se ocurra pues es “cuestión de mirada”.
6. Exige desaprender
En las universidades y escuelas de periodismo, contó Drovetto, suelen formar con la idea del “cuanto peor mejor” de las noticias. Un accidente o un hecho, “cuando tienen muertos es lo primero que se cuenta, lo que aparece en las primeras líneas”. Este enfoque tradicional probablemente siga “prevaleciendo” en la mayoría de redacciones, pero el periodismo de soluciones no cuestiona ni reemplaza ese enfoque, sino que se pregunta “¿qué pasa cuando en la cobertura habitual los accidentes en una autopista dejan de presentar muertos?” Entonces eso dejaría “de ser noticia”. La propuesta es que “esa excepción positiva también es un enfoque interesante que la audiencia merece que le cuenten”. Por eso, para emplear el enfoque de soluciones se necesita “desaprender algunas cosas que hacemos por rutina y porque así nos formamos y trabajamos habitualmente”.
7. Al contar la solución, cuenta el problema.
El enfoque de soluciones propone alumbrar, con una mirada crítica, soluciones que estén ejecutando personas, organizaciones, gobiernos. Eso lo hace escéptico: “Se pregunta cuán eficaz es la solución”. Y “al explicar cómo se ejecuta esa solución se debe explicar también el problema”. Si se cuenta muy bien cómo se ejecuta esa solución, “finalmente lo que estamos contando es cuál es realmente el problema”.
8. El protagonista es la solución
El periodismo de soluciones no es publicidad, ni periodismo positivo, ni activismo, ni periodismo de ONG, tampoco un culto al héroe. “Muchas veces vamos a encontrar que las soluciones o respuestas al problema tienen una o un ideólogo, una comunidad detrás, una entidad, unas personas. Ellos son el vehículo a través de los que accedemos a la solución, hay que entrevistarlos, pero no son protagonistas. “En la historia del periodismo de soluciones el protagonista es la solución y la evidencia de que la solución funciona”, subrayó Le Lous.
9. Tiene sentido replicable
En el periodismo de soluciones hay que “cuestionar cuán eficaz es la solución, qué factores hacen que funcione o no”. Una vez que se prueba, demuestra y se le cuenta a la audiencia que existe una solución, y se muestra que está funcionando, y que, de forma parcial —“pocas veces de forma total”— sirve para enmendar un problema, se puede estimar “cuán replicable” son estas soluciones a otros lugares o comunidades. “Ese sentido de replicabilidad puede aprenderse cuando un trabajo de periodismo de soluciones esté bien realizado”, dijo Le Lous.
Ejemplo: en 2019 las autoridades de Costa Rica publicaron un estudio que mostraba un repunte en las estadísticas de crímenes violentos. Un periodista de La Nación quiso hacer un especial gráfico que revelara cómo en los lugares más violentos del país había ido escalando la curva de crímenes. Analizando un “mar de datos rojos” del estudio de las autoridades, el periodista Gustavo Arias Retana encontró el “dato verde”, en Hojancha, cantón de la provincia de Guanacaste, Costa Rica. Este lugar no registraba ningún homicidio en los últimos 14 años. El resultado fue un reportaje de 1500 palabras con gráficos, fotografías, videos “que muestran algunos aprendizajes muy potables que pueden ser replicables”, contó Le Lous. En este caso, Hojancha es una comunidad de 9 mil personas, lo que hace que quizá la replicabilidad sea sólo trasladable a pueblos vecinos que tengan “entre 5 mil o tal vez hasta 15 mil personas”. Cabe tener en cuenta que a partir del informe de las autoridades otros medios se enfocaron en señalar los homicidios.
10. Bebe del periodismo de investigación
Lo precede un trabajo exhaustivo: encontrar la evidencia, e incluso cuando no está documentada tratar de construirla con el reporteo, el testimonio, la cobertura en el lugar. “La diferencia es que el periodismo de investigación cuenta a dónde llegó, qué va a denunciar. En periodismo de soluciones es importante el cómo, y contar lo que aprendimos de esa comunidad al relevar cómo ejecuta la solución”, dijo Javier Drovetto.
Ejemplo: durante la cuarentena en Argentina, en mayo de 2020, la Villa 31 de Buenos Aires sufría por un pico de contagios de coronavirus que se añadía a una situación de empobrecimiento histórico. En diferentes medios y agencias internacionales se habló del lugar como un “símbolo de pobreza”. En Red/Acción hicieron trabajos con el enfoque en el problema y otro de soluciones. En este contaron cómo unos emprendedores locales lograron seguir produciendo desde su casa y alcanzar un acuerdo con el gobierno para distribuir productos a quienes, a pesar del aislamiento, “podían seguir consumiendo y manteniendo niveles básicos de vida mínimos e indispensables”, contó Drovetto. La periodista Florencia Tuchin realizó “este proyecto que de alguna manera no revictimiza y no estigmatiza; y probablemente la propia comunidad de la Villa pueda sentirse más representada por este intento de contrarrestar algunas de las consecuencias negativas de la pandemia”.
Sobre los ‘Ciclos de seminarios para un periodismo oportuno y cercano en Centroamérica’
El seminario web ‘Contar soluciones y su impacto en las audiencias’, es el tercero del segundo ciclo de los ‘Ciclos de seminarios para un periodismo oportuno y cercano en Centroamérica’, un programa de formación e interacción convocado por la Fundación Gabo, con el apoyo de Open Society Foundations, para periodistas y editores, que se realiza de forma virtual desde el 21 de abril y hasta el 10 de junio de 2021.